Culturales

Cuba: El gran escritor nigeriano Wole Soyinka recibe la Medalla Haydee Santamaría

Corresponsalía Resumen Latinoamericano

La Habana, 23 de agosto 2024.- La Medalla Haydee Santamaría, la más alta distinción que otorga la emblemática Casa de las Américas, fue otorgada en la mañana de hoy al gran escritor nigeriano Wole Soyinka. Premio Nobel de Literatura (1986).

La emoción se sintió al recibir a Soyinka con su paso erguido y la energía que trasmite a los 90 años de su fecunda vida dedicada a las letras, el teatro, las luchas contra el colonialismo y la opresión por las que fue privado de su libertad, y las causas justas de liberación que siempre ha defendido.

Acompañado del presidente cubano Miguel Díaz-Canel, el ministro de Cultura Alpidio Alonso, Abel Prieto presidente de Casa de las Américas y Luis Morlote, expresidente de la UNEAC, funcionario del Comité Central.

En la sala Che Guevara  intelectuales, escritores, artistas plásticos, mujeres y hombres de la Cultura, esperaban a Wole Soyinka,  entre los que destacaban Miguel Barnet, Nancy Morejón, Lesbia Vent  Dumois,  la Rectora de la Universidad de La Habana Miriam Nicado, Zuleica Romay, Directora del Programa de Estudios sobre Afroamérica, Anne Lemaistre, Directora de la Oficina Regional de Cultura de la Unesco para América Latina y el Caribe, la Presidenta de la Comisión Cubana de la Unesco, Dulce María Buergo, Lis Cuesta, esposa del presidente cubano y Directora de eventos del Ministerio de Cultura y Marydé Fernández López, Vicejefa del Departamento Ideológico del Comité Central entre otros.

Jaime Gómez Triana, escritor e investigador teatral, Vicepresidente de Casa de las Américas, al presentar el acto expresó: “Casa de las Américas se suma a los homenajes que ha recibido el autor de El león y la joya, a propósito de sus nueve décadas de vida. Celebramos también el aniversario 60 de la primera visita del escritor a Cuba, invitado por nuestra institución, a la que ha regresado en otras ocasiones”.

En agradecimiento a quien es, sin duda, uno de los más grandes intelectuales de este tiempo, Cuba entrega a Wole Soyinka la Medalla Haydee Santamaría que otorga el Presidente de la República de Cuba a propuesta del Ministro de Cultura”.

El presidente cubano  en la red social X destacó: “Un honor otorgarle a Wole Soyinka la Medalla Haydee Santamaría en nuestra Casa de las Américas. A él le agradecimos esta visita a #Cuba, donde se le considera un hermano en la lucha por las causas justas. Como dijo Jorge Fornet allí, entregarle la medalla es un acto de justicia”.

“La Medalla se confiere a ciudadanos y colectivos nacionales y extranjeros que, a lo largo de los años, han compartido los principales objetivos de la Casa: el enriquecimiento, la defensa y la integración de las genuinas culturas de nuestra región y de todo el Sur”, afirmó Gómez Triana.

Jorge Fornet, director del Centro de Investigaciones Literarias y de la revista Casa de las Américas, leyó las palabras de elogio.

Era un joven de apenas treinta años y faltaban más de veinte para que se le otorgara el Premio Nobel de Literatura, cuando el escritor nigeriano Wole Soyinka visitó por primera vez nuestro país. Había sido invitado por la Casa de las Américas para participar en el Primer Encuentro de Teatristas que tenía lugar como parte del IV Festival de Teatro Latinoamericano en La Habana, organizado por esta institución. Verlo regresar a Cuba sesenta años después, con motivo de la Conferencia Internacional Nuevas narrativas: memoria, resistencia y reivindicación, y con noventa años recién cumplidos, es un excepcional motivo de alegría que nos obliga a expresarle, ante todo, nuestra gratitud”.

En 1964 Soyinka ya había ganado notoriedad como dramaturgo, y era posible atisbar la relevancia que adquiriría una carrera literaria que sumaría, con los años, unas sesenta obras representadas, editadas y traducidas en numerosos países y muy diversas lenguas, y en géneros tan disímiles como teatro, poesía, novela, cuento, ensayo y memorias. Esa entrega a su literatura no le impidió trabajar para la televisión y la radio de su país, y como profesor en universidades de allí, del Reino Unido y de los Estados Unidos, una decena de las cuales le han tributado reconocimientos y honores”.

Paralelamente a esa trayectoria –que incluye el Premio Europe Theatre en 2017–, ha desarrollado un permanente activismo que se remonta a su participación en la campaña por la independencia de su país. Y no resultó raro que al recibir en 1986 el Premio Nobel de Literatura, Soyinka dedicara su discurso al luchador sudafricano Nelson Mandela, aún prisionero en las cárceles del apartheid. Nada humano parece ajeno para quien, además, ha enriquecido su obra con elementos de la tradición oral africana y los mitos yorubas, a los que dota de proyección universal”.

“Cuando Soyinka llegó a Cuba en aquella primera ocasión, al frente de la Casa de las Américas se encontraba la heroína de la Revolución Haydee Santamaría. No era casual que la Casa se interesara en promover a intelectuales africanos, precisamente en el mismo momento en que Cuba se abría a la América Latina, Asia y África. Fruto de esa apertura fue la celebración en La Habana, en 1966, de la Primera Conferencia Tricontinental, de la cual nació la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS) cuya secretaria general sería, precisamente, la propia Haydee. Otorgarle a Soyinka la medalla que lleva el nombre de esa extraordinaria mujer –que han recibido antes muchas de las más descollantes figuras de la intelectualidad latinoamericana, caribeña y de otras regiones del mundo– es un acto de justicia que nos honra”.

En enero de 2001 Soyinka regresaría a la Casa de las Américas para pronunciar las palabras inaugurales del Premio Literario. La suya fue una espléndida intervención que tituló “Escritor, brujo y hereje”. En el ínterin entre esta y aquella primera visita de 1964, Soyinka volvió a Cuba y a esta Casa en 1987. Se celebraba entonces el vigesimosegundo Congreso del Instituto Internacional de Teatro, ocasión en la que el escritor conversó con los asistentes al Encuentro de Teatristas de la América Latina y el Caribe, visitó la Escuela de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, y presentó una selección de su Teatro publicada por la Editorial Arte y Literatura.

Cuando, en ese entonces, el presidente Fidel Castro le impuso la Orden Félix Varela de Primer Grado, Soyinka afirmó: “No acepto esta Orden en nombre propio, sino en el de África en general y en el de Nigeria en particular”.

“La medalla que se le entrega hoy al amigo de tantos años, aun naciendo de un sitio de innegable vocación por los temas y preocupaciones de nuestra América, se honraría con palabras como esas. De hecho, el interés de la Casa por ese continente y su descendencia cubre la historia de la institución. Valgan, como botón de muestra, el hecho de que en fecha muy temprana la revista _Casa de las Américas_ dedicara un número al tema _África en América_, y que desde hace una década la Casa auspicia un Programa de Estudios sobre Afroamérica, de intensa labor. Pocos honores más grandes para Haydee Santamaría, por tanto, que ver asociado su nombre al de ese otro mundo que fue también el suyo y, por supuesto, al de este escritor cuya obra literaria y vital es no solo una de las más sobresalientes sino, sobre todo, una de las más necesarias en nuestra turbulenta época”.

Cecilia Herrera Vilches, de la dirección del Ministerio de Cultura, dio lectura a Decreto Presidencial Nº 874, del 22 de agosto de 2024 por el que se le otorga la Medalla Haydee Santamaría colocada en el pecho de Wole Soyinka por el ministro de Cultura Alpidio Alonso.

Un cuadro del cartel de la obra teatral La casa vieja, del cubano Abelardo Estorino, presentada en el IV Festival de Teatro Latinoamericano que  Casa de las Américas convocó en 1964 y que tuvo a Soyinka entre sus invitados fue entregado a Soyinka por  Zuleica Romay Guerra, Directora de nuestro Programa de Estudios sobre Afroamérica. 

Wole Soyinka destacó en sus palabras de agradecimiento los lazos históricos, culturales y las luchas que unen a Cuba y África: “Los países de África no solo comparten el arte y la literatura con los cubanos, sino también las luchas por la liberación. “Cuba también es mi hogar”.

Luego de la ceremonia, el Nobel de Literatura Wole Soyinka tuvo un encuentro con el presidente cubano y la presidencia de Casa de las Américas sobre la importancia del evento en el que participó: “Las rutas de las personas esclavizadas” y sobre el daño que provoca el bloqueo de EE.UU a Cuba.

Una vez más el gran escritor expresó su solidaridad con Cuba. Así lo reflejó Abel Prieto presidente de Casa de las Américas en la red social X:

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