Análisis de los factores del contexto nacional que promueven un golpe de Estado
Hoy el Estado Plurinacional de Bolivia atraviesa una etapa compleja en su vida política e institucional. Diversos factores internos y externos han generado un clima de tensión social y descontento, configurando un escenario de riesgo para la estabilidad democrática.
A casi un año del fallido intento de golpe de Estado del 26 de junio de 2024, han resurgido campañas con discursos cargados de odio, orientadas a poner en entredicho el orden constitucional. En aquella fecha, diversos países de la región, procesos de integración y organizaciones internacionales condenaron enfáticamente cualquier forma de golpe de Estado, considerándolos una amenaza directa a la democracia, la paz social y la vida del pueblo boliviano.
Desde entonces, se han intensificado estrategias de desestabilización bajo las formas propias de la llamada guerra híbrida. Esto incluye una intensa ofensiva mediática y digital mediante redes sociales, campañas de desinformación, acoso sistemático y agresiones políticas, dirigidas a desacreditar al gobierno del presidente constitucional del Estado Plurinacional de Bolivia Luis Arce Catacora y generar condiciones que justifiquen una interrupción anticipada del mandato constitucional.
-Posibles manifestaciones de la Guerra Híbrida en el escenario actual:
1-Golpe militar: Las declaraciones del exjefe militar Juan José Zúñiga, en una reciente entrevista, desde la cárcel han intensificado la preocupación pública y profundizado la sensación de inestabilidad.
Sus palabras dirigidas en primera instancia a las Fuerzas Armadas, asegurando la inocencia de todos los militares encarcelados por el golpe de estado fallido, bajo el argumento de que cumplían órdenes del presidente Luis Arce para concretar un auto golpe, pretenden promover el descontento en las filas de las fuerzas armadas e incentivar un alzamiento armado.
2-Golpe judicial: En las últimas horas, el diputado Ingvar Ellefsen, de la bancada de Comunidad Ciudadana, ha denunciado un supuesto golpe judicial que será protagonizado por los magistrados: Gonzalo Miguel Hurtado y René Iván Espada, quienes, por órdenes del presidente Luis Arce realizarán acciones para aplazar las elecciones y garantizar que Arce pueda prorrogarse en el poder.
3-Golpe civil: La escasez de divisas ha afectado la capacidad de importación, lo que ha derivado en desabastecimientos de insumos, combustibles y productos de consumo. Este fenómeno ha sido amplificado por mensajes alarmistas en redes sociales, generando pánico financiero y especulación.
En adición, las declaraciones de Zuñiga sobre las intenciones del gobierno de manipular el padrón electoral y las denuncias de la oposición de un supuesto fraude el 17 de agosto, contribuyen a desgaste del gobierno y a la incertidumbre social.
Rol de los medios de comunicación y redes sociales
La intensa actividad de los medios de comunicación y las redes sociales descrita a continuación, serviría de apoyo a todas las posibles formas de golpe
Una narrativa sostenida desde ciertos medios de comunicación, analistas y redes sociales busca instalar la idea de un Estado fallido, sin capacidad de gobernabilidad. Estas estrategias, propias de los llamados “golpes blandos”, erosionan la legitimidad de gobiernos progresistas y socavan la estabilidad institucional.
Entre los discursos que se han posicionado, destaca la propuesta de una supuesta «transición democrática» antes de las elecciones de 2025, un eufemismo que puede estar orientado a legitimar una ruptura del mandato constitucional. A esto se suma el bloqueo institucional en la Asamblea Legislativa Plurinacional, que ha impedido la aprobación de créditos externos clave para el desarrollo de obras públicas y programas sociales, alimentando el desgaste institucional y la parálisis funcional del Estado.
El uso de redes sociales como X, Facebook y Tiktok ha sido instrumental en la difusión de noticias falsas, la incitación al miedo y la promoción de discursos de odio, recurriendo incluso a perfiles falsos y bots para manipular la opinión pública.
Rol de la Oposición
En este contexto, figuras de la oposición y sectores disidentes del oficialismo han recurrido a discursos que criminalizan al adversario, deslegitiman a organizaciones sociales y alientan salidas antidemocráticas.
El expresidente Evo Morales también ha desempeñado un papel central en este escenario. Sus declaraciones y acciones han sido interpretadas por algunos analistas como parte de una estrategia para reposicionarse políticamente de cara al proceso electoral de 2025, lo que agrega una capa adicional de complejidad al panorama institucional.
Contexto regional e internacional
En el plano internacional, Estados Unidos sigue desempeñando un papel influyente. Aunque su discurso oficial apoya la democracia, en la práctica su historial de intervenciones directas e indirectas en América Latina genera suspicacias sobre su postura frente a gobiernos progresistas.
A nivel regional, declaraciones como las del presidente argentino —quien calificó a Bolivia como un «país destrozado» y negó la existencia de un intento de golpe— contradicen los informes de organismos internacionales como la OEA, alineándose con una narrativa que busca deslegitimar los procesos populares en América Latina. En la reciente Cumbre de la CELAC (abril de 2025), tanto Argentina como Paraguay obstaculizaron la aprobación de una declaración de respaldo a la integración regional, evidenciando las tensiones ideológicas y la fragilidad de los consensos en el escenario latinoamericano.
Conclusiones:
Todos estos elementos configuran un ecosistema de alta vulnerabilidad para el orden constitucional boliviano. Aunque no se observan acciones armadas coordinadas en el presente, la suma de presiones económicas, sabotaje legislativo, guerra mediática, ataques diplomáticos externos y maniobras institucionales internas (como la judicialización del poder) compone un escenario complejo de desestabilización política.