¿FAKE NEWS VENEZUELA?
¿Presencia militar contra el narcotráfico o parte del conflicto mundial en desarrollo?
Para entender lo que está pasando actualmente en Venezuela, debemos hablar un poco de historia, acudir a la memoria como un recurso al alcance de todas y todos los ciudadanos para construir un criterio propio. Refrescar ante nuestra conciencia, una sucesión de hechos y reflexiones que ayudarán a las y los lectores a entender el fenómeno venezolano en su diversidad y complejidad.
Pensar en la doctrina Monroe y su disputa etimológica, conceptual y procedimental con el pensamiento bolivariano de integración latinoamericano, puede ayudarnos a comprender lo que ocurre actualmente en la región.
Y en aras de hacerlo corto y no un tratado de historia para un público de especialistas, solo diremos que la doctrina Monroe (1823) busca la división de latinoamericanos y caribeños para poder controlar en mejores condiciones su política interior, manejar sus economías y recursos tanto humanos como naturales en beneficio de los EEUU. Por el contrario, las ideas bolivarianas y San martinianas invocan la unidad de los pueblos del sur, para otorgar equilibrio al universo.
Este equilibrio para la época, estamos hablando del siglo XIX, se interpretó desde la construcción de estados nacionales, basados en ideales de justicia, igualdad y fraternidad, frente a las monarquías. En la actualidad la principal contradicción estriba, en la disputa entre esos estados nacionales tras 200 años de su creación y el mercado que busca la eliminación de soberanías, fronteras y leyes para convertir el “todo” en una mercancía.
El “gringo”, como se les llama comúnmente a los hostiles vecinos del norte, han sido consecuentes en la aplicación del pensamiento imperial, 198 años de mirada aguileña y rapaz de la doctrina Monroe sobre nuestras tierras, aguas y sembradíos, una historia de injerencia, intervencionismo, pero también de construcción y aprendizaje en la resistencia por parte de pueblos y gobiernos.
Ellos no suspenden doctrinas, o pensamiento en política exterior, las actualizan. Como prueba de ello tenemos la invocación de la Ley de enemigos extranjeros promulgada en 1798 utilizada recientemente en contra de las y los migrantes venezolanos, para justificar la violación de sus DDHH y el debido proceso judicial.
Estamos hablando amigas y amigos lectores de una normativa de 227 años de antigüedad, de tiempos de la posguerra de independencia norteamericana, sacada de la chistera para justificar la separación de familias enteras, hijos arrancados de brazos de padres y madres violando todas las convenciones internacionales en materia de protección de niñas, niños y jóvenes. Las violaciones del gobierno salvadoreño de Nayib Bukele y Donald Trump a las y los migrantes quedará para los anales históricos de la injusticia.
En la historia hallaremos huellas que develan el presente y el futuro dada la geopolítica internacional actual, esta apuntaría hacia escenarios en los que cada vez es más factible la agudización de la tensión hasta desencadenar en algún tipo de confrontación militar de variable intensidad.
Venezuela experimentó a principios del siglo pasado un bloqueo armado, perpetrado por países europeos, bajo la excusa de reclamaciones al pago de empréstitos en detrimento del gobierno de Cipriano Castro en el año 1902.
Se produjeron enfrentamientos armados y la movilización general del pueblo venezolano en defensa del territorio; como dato anecdótico encontramos la solicitud de alistamiento militar del Dr. José Gregorio Hernández, recientemente declarado Santo por la iglesia católica, pareciera que este sentimiento movilizante y cohesionador, sería el imperante en las calles del país.
Tradicionalmente estamos llamados a pensar que las elites de gobierno estadounidense en su disputa con la República Popular de China y la Federación de Rusia necesitarían de una región tranquila, sumisa a sus intereses como ocurriera a lo largo del siglo XX, por lo que conflictos prolongados o de alcance impredecible en su otrora “patio trasero” no les serian convenientes.
Sin embargo, ante el avance de los BRICS en el campo político, económico y militar, habrían conducido al Pentágono a cambiar drásticamente su política exterior hacia Latinoamérica y el Caribe y decidirse a combinar máxima presión interna (golpe de estado o magnicidio) y externa (bloqueo naval total) para acabar con la Revolución Bolivariana.
Al ciudadano de USA igual que a sus gobernantes políticos y empresariales les complace ver las guerras lejos de sus fronteras, lejos de sí, lejos de su: “democracia liberal” carente de legitimidades. Como lo refiere el investigador Juan Carlos Monedero, en su obra: Política para indiferentes (2024) “la democracia formal sin contenidos reales de igualdad está hueca”, yo añadiré que la democracia estadounidense es un agujero en sí misma.
Ambas posturas, la tradicionalista y la modernizadora representados en las figuras del enviado especial para negociaciones entre la Casa Blanca y Miraflores Richard Grenell y el Secretario de Estado Marco Rubio han chocado en el Caribe.
Es de tal nivel la crisis del sistema capitalista, que los EEUU se están viendo empujados a reforzar su presencia militar en la región bajo el pretexto de luchar contra el narcotráfico.
La elite estadounidense entiende que, de no tener acceso a los recursos naturales, financieros y humanos provenientes del sur, su modelo de desarrollo, sus capacidades para medianamente competir con China en términos de mercado se vendrían abajo.
El modelo capitalista estadounidense estaría en peligro de quebrarse, de desmoronarse y de experimentar cambios en la arena política.
Es por ello que cada decisión de apariencia local, a veces desestimada por la opinión pública, de los gobiernos caribeños son evaluados con mayor rigor por terceros, bajo parámetros globales: nuestras cotidianidades impactan en el mundo globalizado, estemos conscientes o no de ello, es como el movimiento de la tierra: ocurre, así no lo percibamos, dado las magnitudes del movimiento.
El futuro de la soberanía de nuestros pueblos, independientemente de posiciones ideológicas o partidistas se jugará en las aguas del Caribe (el Mare Nostrum) o exportando nuestros productos bajo una bandera confederada o resistiendo juntos o por separado la balcanización de la patria. La elección está en nuestras manos, si de ti dependiera: ¿qué escoges amiga, amigo lector?
EL MUNDO, YA CAMBIÓ, PERO HABRÁ RESISTENCIA.
En Latinoamérica y el Caribe hemos observado con especial interés el desarrollo de la política exterior estadounidense, bajo el mandato del no menos que excéntrico presidente Trump. Lenguaje procaz, amenazas de micrófonos, son acompañadas por acciones concretas en el campo económico y militar en una estrategia que procura el reposicionamiento de los EEUU como potencia mundial. En dicho proceso, la elite reconoce un retroceso en la palestra internacional, frente a otros actores y bloques de cooperación multilateral.
El norte global de tradición imperialista entiende que el mundo está cambiando y que estos vientos de cambio no les son favorables; el surgimiento del sistema multipolar y pluricéntrico, avizorado prematuramente por el Presidente Chávez amenaza seriamente el modelo de centro y periferia para la nueva distribución internacional del trabajo delineado desde Washington y Bruselas.
Los BRICS, a pesar de todas las contradicciones latentes en su seno, han logrado desde una especie de órgano ejecutivo a través de la Organización de Cooperación de Shanghái otorgarle infraestructura a la nueva arquitectura de comercio internacional. China dejó de ser una eterna promesa de futuro, para convertirse en la referencia del presente a seguir, pero el viejo orden no lo permitirá con facilidad en sus inmediaciones.
A este escenario de aparente debilidad, el sistema mundo capitalista ha diseñado una estrategia de dos caminos: la guerra arancelaria y la guerra hibrida en la que claramente pueden observarse campos de batalla de una conflagración mundial en fase embrionaria:
En cuanto a Medio Oriente o Asia Occidental: en llamas por el genocidio israelí en Gaza, la República Islámica de Irán se encuentra alerta ante provocaciones tras su indiscutible victoria militar y moral en la guerra de los 12 días; Yemen en resistencia ante el bombardeo a su infraestructura y el martirio de su primer ministro Ahmed Ghaleb al Rahawi ante las bombas sin fronteras del sionismo; la tentativa de guerra civil en el Líbano tras la decisión del gobierno de avanzar hacia el desarme del movimiento Hezbollah, aunque los ataque de Israel al sur del país han cohesionado el espíritu de unidad, de un país que se debate entre resistir o dejar de existir.
La región posee múltiples focos de atención cuyo epicentro es la política belicista de Tel Aviv en su sueño de construir un Israel bíblico, que abarcaría a la mayoría de sus vecinos árabes. En esencia, su política exterior se encontraría signada por la guerra y la apetencia de nuevos territorios, la carencia de constitución ni fronteras definidas otorga indicios sobre nuestras afirmaciones.
La política exterior de Israel es la guerra…
En cuanto a Europa: como segundo teatro de operaciones, apreciamos la decisión del eje Paris-Berlín-Varsovia de continuar el apoyo militar a Kiev, pese a los avances del ejército ruso en el campo militar y la realización de las recientes rondas de negociación cara a cara entre los presidentes Trump y Putin.
Mientras Zelensky y los neonazis estén en el poder habrá guerra, ya que es el único medio que poseen para mantenerse al frente del país. Desde hace años se gobierna de facto, ante la ausencia total de elecciones democráticas en un clima de reclutamiento forzado a jóvenes y adultos mayores.
La realidad es que la vieja Europa le apuesta a la guerra, siendo muy probable el aumento de suministros bélicos, así como de personal militar perteneciente a la OTAN, personal de apoyo, préstamos para la compra de maquinaria bélica y mercenarios será la formula dar continuidad a la guerra.
En cuanto al continente asiático: encontramos a China como el gran contrincante estratégico de los EEUU, y es que la propuesta de Beijing al mundo en cuanto a la comunidad de futuro compartido y el sistema de gobernanza mundial, hace temblar al establishment occidental.
Cortar las rutas de comunicación de la iniciativa de la franja y la ruta mediante el uso de conflictos locales o que afecten el abastecimiento de energía, es un asunto de vida o muerte para la economía de los EEUU, veremos en el corto plazo un recrudecimiento de conflictos étnicos o locales, posadas justo en las rutas de conexión o adyacencias.
En un escenario de guerra en el sudeste asiático como el recientemente acaecido entre Tailandia y Camboya, India y Pakistán o el hipotético cierre del estrecho de Ormuz, son y serían situaciones que obligarían a China a tomar una serie de iniciativas más allá del campo diplomático, ¿es posible una proyección estratégica militar china en el futuro?
En cuanto a Latinoamérica y el Caribe: en el marco de la II Cumbre de la CELAC, realizada en la Habana-Cuba en el año 2014, fueron declarados nuestros territorios como zona de paz y libre de armas de destrucción masiva. Sin embargo, ésta loable acción diplomática no ha sido más que eso, limitándose a las palabras.
Siguen las bases militares en Colombia, Puerto Rico es un lugar común para la experimentación de armas, Panamá observa la reactivación de instalaciones militares cercanas al canal y finalmente los despliegues de la IV flota sobre el Caribe, combinados con declaraciones públicas de militares sobre la necesidad de asegurar los recursos naturales de la región y una retórica belicista tienden una bruma de tensión e incertidumbre.
EEUU necesita de Latam y el Caribe para seguir en marcha, de no tener acceso a nuestros recursos están condenados a perder la guerra económica con China.
A tales efectos, la desactivación de UNASUR y el Consejo de Defensa Suramericano han limitado los avances regionales en cuanto a políticas de seguridad integral.
En la actualidad, se encuentran apostados en el límite del mar venezolano un despliegue naval de los EEUU con capacidades misilísticas apuntando a un enemigo inexistente. El despliegue anunciado recientemente por la casa blanca que contemplaría los 4.000 efectivos, para, según declaraciones de la administración Trump: combatir el comercio de estupefacientes, derivada de la presunta relación entre el Cartel de Sinaloa y el Gobierno Bolivariano, se encuentra en marcha.
A estas apresuradas excusas, la Presidenta de México en rueda de prensa afirmó no conocer de tal nexo. “Es la primera vez que oímos de ese tema. Nosotros no tenemos ninguna prueba relacionada con ello” (La Verdad, 2025)
En este sentido, y ante la fuerza de los hechos, estamos conminados a pensar si el narcotráfico será la excusa para la intervención, como lo fueron los derechos humanos en Libia (2011) o las armas de destrucción en Irak (2003), la lucha contra el terrorismo en Afganistán (2001) y nuevamente los DDHH en Siria (2024)
A su vez, el contexto actual coincide con un debilitamiento de las fuerzas progresistas a raíz de la pérdida electoral en Bolivia, la inacción de Brasil centrada en la disputa comercial con EEUU y el clima de tensión política en Colombia con el proceso judicial al padre de los falsos positivos: Álvaro Uribe, personaje que exportó un modelo del terror por la región con el reciente negocio de los contratistas colombianos en todo del planeta.
En el campo regional la CELAC se encuentra paralizada por la falta de consenso para la toma de decisiones, aunque la gravedad de la situación ha hecho que su Presidente pro tempore Gustavo Petro de Colombia elevara con contundencia la voz en denuncia internacional sobre los riegos para la región. Finalmente, el ALBA busca la reconexión de los movimientos políticos y sociales en una agenda común, impulsada por la Habana y Caracas. De sus esfuerzos mucho depende el futuro en paz de la región.
Los objetivos reales de los Estados Unidos serían:
- El control de la principal reserva de petróleo mundial, con sede en Venezuela, sus más de 300 mil millones de barriles de petróleo y con las tasas de recuperación actual, indicaría que en la medida que se implementen nuevas técnicas de extracción, las reservas de Venezuela ascenderán considerablemente.
- Neutralizar el avance del progresismo y la izquierda: Fomentar la desestabilización regional, comenzando por Colombia al generar las condiciones para un golpe de estado por vía parlamentaria, judicial o castrense. De triunfar la fórmula del Fake News bajo la variante “Narcotráfico” otros países de la región probarían en carne propia la versión adaptada de la receta.
- Desarraigar la influencia creciente de China, Rusia y la República islámica de Irán en Latinoamérica y el Caribe. ¡Recuperar el espacio perdido! La elite estadounidense sabe que ha cedido espacios y desea recuperarlo. El capitalismo no necesita de la democracia tradicional de partidos, los ejemplos de China e Irán, junto a elementos colectivistas propios de sociedades americanas han arrojado a lo largo de 20 años interesantes experimentos de organización, resultado: el diseño de modelos emergentes de democracia local o territorial, hijos de la raíz zapatista, de mandar obedeciendo.
REFLEXIONES SOBRE EL ASEDIO A VENEZUELA.
La guerra híbrida, multimodal, transversal, multifactorial, y muchas otras calificaciones servirían para explicar el caso de Venezuela, pero a modo de facilitar la reflexión sencilla pero certera en la diana de la conciencia, solo diremos que la nación caribeña es un campo de experimentación en la que el imperialismo establece varias tácticas, rutas, caminos y planes de forma simultánea, paralela o complementaria.
Nos referimos a grupos de tarea, análisis estratégico y acción en la que confluyen esfuerzos en procura de generar el caos y el desgobierno, como base para la implementación de la doctrina de cambio de régimen.
Esta doctrina contemplaría, cualquier opción, para modificar no solo un gobierno, su alcance es más amplio, implica rediseñar la estructura del Estado, sin importar la soberanía y las leyes internacionales pasando por magnicidio, bloqueo, golpes de estado, el secuestro, hasta la interve,nción armada.
En el caso de Venezuela podemos observar siete (7) líneas de acción:
1. Golpe de Estado: Fue la ruta empleada en contra de Chávez en el año 2002 y siempre será una de los caminos predilectos del imperialismo. Dividir, comprar fuerzas locales y que los países se consuman en violencia, para a posteriori “establecer el orden” con fuerzas de paz.
Resultado: Las Fuerzas Armadas se mantienen leales al orden constitucional y al mandato de proteger la soberanía nacional. La fusión cívico-militar-policial y la organización comunal ha sido un muro de contención a la pretensión de copiar a la Chile de Pinochet.
2. Guerra económica: El acaparamiento de alimentos, medicinas e insumos de primera necesidad por parte del empresariado y empresas transnacionales que de la noche a la mañana abandonaron el país, pretendió generar niveles de malestar que dieran como resultado descontento en la población.
Resultado: Dicha estratagema tuvo mucho éxito para la oposición venezolana, ya que les permitió ganar en el año 2015, la mayoría de la Asamblea Nacional del país, génesis de lo que sería posteriormente el gobierno autoproclamado de Juan Guaidó.
3. Bloqueo: La República Bolivariana de Venezuela, tras la muerte del Comandante Chávez en el año 2013, comenzó a experimentar uno de los ataques más criminales e inmorales en su historia.
El bloqueo comenzó en el año 2014 con la Ley de defensa de los derechos humanos y la sociedad civil en Venezuela y tras una década de este flagelo en la que se acumulan más de 1.000 sanciones o Medidas Coercitivas Unilaterales se buscó la destrucción del Estado y la aplicación de un castigo colectivo al pueblo venezolano por defender un modelo de gobernanza propio.
Resultado: al 22 de agosto de 2025 existen 1042 MCU en contra de Venezuela, con una tendencia hacia el incremento de las sanciones con tal de frenar la recuperación del sector petrolero, que mediante musculo propio y apoyo de países solidarios ha logrado incrementar progresivamente sus cuotas de producción en la OPEP. Aún falta mucho para llegar a los 3 millones de barriles diarios como meta proyectada por las autoridades del país, pero ya Venezuela produce de forma sostenida una cifra cercana al millón de barriles.
A continuación, se comparte el resumen de sanciones, suministrado por Observatorio Venezolano Antibloqueo.

4. Terrorismo: Ante el fracaso de la ola de protestas de ultraderecha en los años 2014, 2017 y 2024 que contempló el uso de movilizaciones pacíficas combinadas con las acciones de grupos paramilitares, dicho esquema se debilitó al punto de ser rechazado por la mayoría de la opinión pública. Lo que no significa que esto restrinja el potencial accionar de grupos internos o externos movilizados por razones ideológicas o financieras.
El blanco predilecto ha sido los servicios públicos, podemos recordar el gran apagón eléctrico del año 2019, por lo que no puede desestimarse del todo un escenario en el que imperialismo busque un nuevo ataque al servicio eléctrico nacional, pero en esta ocasión combinado con algún tipo de acción complementaria.
Resultado: El terrorismo y la mediática serán una potencial formula dirigida a presentar la imagen de ingobernabilidad que alimente las “justificaciones” de intervención para llevar el orden y defender los valores de la democracia en estas tierras.
5. Aislamiento regional: Una Venezuela cercada en todas sus fronteras es una de las metas de la administración Trump, para ello debe dar al traste con la democracia en Colombia y extirpar la esperanza sembrada por el gobierno de Petro. Una agresión a Venezuela pasa por la apropiación y ocupación de Colombia, así lo confirmaría las recientes declaraciones de su Presidente:
“Los gringos están en problemas si creen que invadiendo Venezuela van a resolver su problema; arrastrarían a Venezuela a una situación al estilo sirio, solo que con el problema añadido de que Colombia se vería arrastrada al mismo desastre, porque estos grupos vendrían a apoderarse de la riqueza subterránea del país, sus minerales. Y eso significa más economía para la muerte, no para la vida” • Alma Plus TV. (2025, agosto 10).
Por otro lado, el comunicado ofrecido por el gobierno de Guyana afirmando ser víctimas del tráfico de drogas y haber sido atacada una embarcación guyanesa desde Venezuela, representa un aumento en las ya de por si tensas relaciones entre ambos países generadas por la violación al Acuerdo de Ginebra (1966) para la resolución de la disputa territorial.
El papel de la Exxon Mobil ha sido el de promotor y financista del conflicto, por lo que se pueden esperar provocaciones fronterizas o noticias generadas por IA, dirigidas a promover los ánimos bélicos.
La derrota de la izquierda boliviana promoverá la reedición del Grupo de Lima, a modo de alianza de los gobiernos de derecha para promover la Doctrina del Cambio de Régimen en Venezuela y Cuba. En este caso, es muy probable que el epicentro de este eje sean las ciudades de la Paz y Santa Cruz de la Sierra en Bolivia.
Tomando en cuenta los guiones anteriores, la toma de una instalación diplomática venezolana para la juramentación de algún líder opositor como Presidente en el exilio pudiese estar en la agenda de esta alianza opositora en potencial formación.
Resultado: Se espera el pronunciamiento de líderes de derecha, respaldados por periodistas en rol de políticos regionales bajo la pretensión de justificar un bloqueo naval a las costas de Venezuela. La grave situación política interna de Argentina, imposibilitaría al gobierno de Miley a tomar una postura más beligerante contra Caracas.
6. Guerra cognitiva-comunicacional: El uso de la post verdad, Fake news o simplemente la mentira como arma en la política no es nada nuevo. Por el contrario, el engaño, timo y estratagemas desde el plano comunicacional han estado al servicio de los conflictos bélicos a lo largo de la historia. Lo diferente en la política exterior estadounidense, fue llevar el hecho a otra escala como ataques de falsa bandera o situaciones provocadas y “casualmente” registradas.
Los hechos así lo demuestran: el ataque en Cuba del acorazado Maine (1898) Pearl Harbor (1941), las torres gemelas y anteriormente el ataque en el golfo de Tonkín (1964), sin profundizar en el 11 de septiembre de 2001, demuestran que la guerra comunicacional se encuentra imbricada en la política exterior de los EEUU. Bajo un concepto de falsa moralidad, antes de desatar cualquier agresión, crean un escenario mediático dirigido a cambiar la mentalidad de su población o simplemente justificar internamente su comportamiento.
Nuestra Patria lleva tiempo siendo el objeto de la mirada imperial, deseosa de un cambio de régimen. La historia de intervención de EEUU, su injerencia en la política interior de Latinoamérica y en especial de Venezuela es de larga data.
Venezuela se enfrenta a un escenario de mucha complejidad e incertidumbre al situarse en el punto focal de las agresiones estadounidenses en la región, junto al pueblo de Cuba.
Para entender mejor la situación acudiré a un recurso literario: “EEUU y sus aliados poseen dos monedas, una en cada bolsillo: la primera es la moneda del terrorismo y la segunda es la falsa bandera… ya hay manos hurgando en procura de ambas, una de ellas será usada”.
La primera falsa bandera de la puesta de escena para la llegada de los marines a tierra firme pudiera ser el narcotráfico, la migración o la simple amenaza de que desde el sur decidimos pensar y obrar con espíritu y voluntad soberanista y pacífica.
La excusa de combatir el narcotráfico se cae por si misma ante el propio informe de la ONU sobre las drogas en el año 2025: Venezuela aparece como territorio libre de cultivos y centros de producción, siendo solo mencionada como ruta accidental de un 5% del total del tráfico que circula por el Caribe.
Resultado: Habrá potencialmente una provocación en el Caribe, con el sostenimiento del FAKE NEWS sobre drogas a modo de justificar un ataque “preventivo” y “Humanitario” o un golpe de estado “democrático” en Venezuela, con una férrea resistencia de sus habitantes.
7. Intervención directa: Un escenario que no puede ser descartado, es la acción de grupos de intervención para procurar la reedición del esquema ARÍSTIDE o el secuestro del Presidente y altas autoridades del Gobierno Bolivariano. Al respecto los 03 acorazados apostados en el Caribe serían una fuerza tendiente a realizar algún tipo de ataque “quirúrgico” pero no como una fuerza de ocupación. Para ocupar Venezuela, necesitan de la participación del Gobierno de Colombia y Brasil, lo que pone a ambas administraciones en el ojo del huracán.
Resultado: Venezuela se encuentra en alerta ante las provocaciones y el uso de la mentira para trastocar la paz regional, su pueblo se muestra decidido a defender su derecho a la autodeterminación.
¿Qué puede hacer Venezuela? Desde los tiempos de Chávez, Venezuela entendió que la confrontación de ideas podría desencadenar un conflicto a otra escala, por lo que diseñó un sistema de defensa territorial con más de siete millones de milicianos, con la complementariedad de sistemas de defensa aérea de última generación de origen ruso, persa y chino respectivamente. Los sistemas S300, BUK e Iglà-S se combinan para una defensa en profundidad del espacio aéreo.
Por otro lado, las y los trabajadores petroleros poseen sus respectivos esquemas de seguridad integral, por lo que pueden dar por sentado que la producción petrolera ante un escenario de invasión sería totalmente paralizada y defendida como un patrimonio nacional.
Venezuela entiende que el poder militar de los estadounidenses en la región es formidable, pero también la voluntad del pueblo de Bolívar y que, de ser devorados por el tiburón, a este le causemos indigestión!, es la forma coloquial de decir que podrán entrar, su problema será en cómo salir, de un conflicto con una propensión a la regionalización.
La lucha contra el narcotráfico es un ardid, las motivaciones del despliegue militar la encontraremos en contemplar dicha acción como un proceso global en el que se redefinen las fronteras y las zonas de influencia en una nueva arquitectura mundial en pleno desarrollo o construcción.
El imperialismo se mueve en dirección al Caribe, busca la energía que le permita la subsistencia, de lograr resistir Venezuela, de privarles de tan valiosos recursos, no tendría forma de recuperarse. Podríamos estar presenciando los últimos suspiros del capitalismo como lo conocemos, para dar paso a una nueva forma de organización, ¡gobernanza mundial!
Tal es el nivel de las contradicciones que se viven en el presente que el sistema de naciones se quebró, la inercia se apodero de la ONU desde el uso indiscriminado del derecho a veto de los integrantes del Consejo de Seguridad para la toma de decisiones sensibles. Dejaron de decidir, dejaron que la ley del más fuerte se apoderara del sistema internacional.
El equilibrio del universo, podría estarse disputando en el Lago de Maracaibo, en el Golfo de México o en la Bahía de Guantánamo, lo cierto es que las y los latinoamericanos y caribeños tendremos una significativa cuota de participación.
Los gringos no tienen necesidad de venir y ocupar, podrán atacar la infraestructura, pero no ocupar, la carencia de proyectos y agendas comunes, junto a la falta de cooperación entre nuestros pueblos y gobiernos le hacen el trabajo al imperialismo de impedir nuestro propio crecimiento y liberación.
En el momento que entendamos que la premisa de: “En la unión esta la fuerza”, más allá de una consigna que sea oriente y columnas para la integración regional efectiva no tendremos que temer por intervenciones, y habremos otorgado al universo el equilibrio que este merece.
CONCLUSIONES
El aumento de la recompensa a la captura del Presidente Nicolás Maduro de 25 millones de dólares a 50 millones de dólares, es un intento por desviar la atención de los motivos reales del conflicto, pretendiendo personalizar la presión e injerencia al país, como se hizo en el pasado con las figuras de Saddam Hussein, Muamar el Gadafi y Bashar al Assad.
El mensaje sería: Por Osama Bin Laden ofrecimos 25 millones, por Maduro ofrecemos el doble, lo que es un llamado a mercenarios y perros de la guerra a intervenir en Venezuela.
Venezuela en pleno rechaza las pretensiones injerencistas y de vulneración de la soberanía nacional, la raíz del conflicto no es el Presidente Maduro, es simplemente la excusa diseñada para escribir un capítulo más en la larga novela de intervenciones de EEUU al sur de la frontera.
De prosperar la tesis del narcotráfico como justificación para la intervención extranjera en nuestra América, veremos el uso extensivo de dicho argumento, como lo fue en el pasado la defensa de los derechos humanos y la libertad de expresión en el Medio Oriente.
Las sanciones serán aún más agudas, a modo de agresión sostenida al sistema económico nacional, conjugado a la inflación inducida para estimular el descontento y la presión social, que derive en la aceptación de un hipotético cambio de régimen por vías no democráticas e ilegales.
La elite estadounidense en su ataque sostenido a Venezuela, motivó una revisión del estado y el desarrollo de políticas antibloqueo en campos como la producción de alimentos, minería e industria farmacéutica con asistencia técnica, científica y financiera de países BRICS. Venezuela hoy posee más fortalezas que hace 10 años.
El pueblo venezolano en su inmensa mayoría defiende la institucionalidad democrática, valora su derecho a la autodeterminación, reconociendo los retos derivados del bloqueo, especialmente en materia de salarios y control de la inflación, la disputa actual se centra en el plano económico.
La presencia militar estadounidense en el Caribe, responde a intereses geopolíticos del tablero mundial, en el que incuestionablemente enfrentamos conflictos, como nunca antes después de la guerra fría.
Estamos observando en tiempo real, lo que en unos años diremos que fue un conflicto mundial, esperemos poseer las fortalezas para mantener la guerra lejos de nuestras fronteras o sortear el conflicto de la mejor manera, en defensa de nuestra cultura, tradiciones y gran familia latinoamericana y caribeña.
Nota: Para entender un poco mejor el espíritu de corte histórico que moviliza a los venezolanos en un abrazo que va más allá de partidos políticos, grupos de interés o posturas dogmáticas, recomiendo ver la interpretación de Simón Bolívar en los preparativos de la Batalla de Carabobo (1821) realizada por del actor Juvenal Vielma en la serie Carabobo, caminos de Libertad del cineasta venezolano Luis Alberto Lamata, aquí el link: ARENGA DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLIVAR | CARABOBO, CAMINOS DE LIBERTAD – YouTube
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Alma Plus TV. (2025, agosto 10). Petro advierte que agresión a Venezuela sería ataque contra la región. Recuperado de https://www.almaplus.tv/noticias/25545/petro-venezuela-agresion-ataque-region-latinoamerica
Carabobo, Caminos de Libertad. (2021, 17 de noviembre). ARENGA DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLIVAR | CARABOBO, CAMINOS DE LIBERTAD [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=cGu2KKDOrK8
Collon, M. (2012). Los 7 pecados de Hugo Chávez. Hermanos Vadell Editores.
Monedero, J. C. (2024). Política para indiferentes: El desgobierno de las palabras. Fondo de Cultura Económica.
Observatorio Venezolano Antibloqueo. (2025). Sistema Estadístico Antibloqueo. Recuperado de https://observatorio.gob.ve/sistema-estadistico-antibloqueo/
Valdez, L. (2025, agosto 9). México rechaza acusaciones de nexos entre Maduro y el Cártel de Sinaloa. La Verdad Noticias. https://laverdad.com.mx/2025/08/mexico-rechaza-acusaciones-de-nexos-entre-maduro-y-el-cartel-de-sinaloa/
Tomado de Observatorio Venezolano de Fake News.

