Manolo Teniente: ‘Palestina es el futuro, el régimen de Israel es un estado artificial que dejará de existir en cuanto no sirva a los intereses occidentales’
Segunda parte de la entrevista realizada a Manolo García, militante internacionalista, que nos brindó sus crónicas desde la Global Sumud Flotilla.
Por Carmen Aneas
¿Qué nos quieres contar sobre la experiencia de estar en suelo israelí bajo la consideración de ser un terrorista? ¿Cómo viviste tu estancia allí? ¿Tuviste contacto o pudiste llegar a ver siquiera a alguna persona palestina que estuviera encerrada allí?
Hay dos momentos, uno la estancia en los muelles del puerto de Asdod, y luego el traslado a la cárcel de máxima seguridad de Ketziot. Como ya he dicho la actitud de los policías en los muelles donde nos desembarcaron era mucho más agresiva y brusca que la de los soldados. Primero por los empujones hacia donde querían llevarte y luego que te obligaran a arrodillarte con la cabeza mirando hacia el suelo, golpeándote si te movías. Después llegó el ministro de Seguridad, Itamar Ben-Gvir, gritando y llamándonos terroristas y asesinos de niños judíos. Cuando se marchó de allí apresuradamente porque todo el muelle empezó a gritar Free Palestine, se forzó aún más la postura de castigo en el suelo, atando a todo el mundo con bridas y las manos a las espaldas.
Afortunadamente para mí, entré entre los primeros grupos a la estación del puerto, donde había una gran comisaría montada y solo estuve en el suelo del muelle algo más de una hora. Otros compañeros pasaron allí toda la noche y parte de la mañana. Además, a determinadas personas, más famosas por su militancia pro-palestina, las estaban esperando y las maltrataron y vejaron. La estancia en la cárcel, la mayor en extensión del mundo, transcurrió entre protestas por las carencias que tenían. Antes de entrar en las celdas, nos pusimos el uniforme de la cárcel, una especie de chándal gris con camiseta blanca, y nos ofrecieron un pequeño cepillo de dientes con un tubito de pasta, una pequeña toalla de manos, y dos pastillas de jabón pequeñas. Pero las celdas las saturaron, tenían espacio para ocho personas en cuatro camas literas y metieron a trece personas, con lo cual se ocupó el poco espacio de suelo que quedaba con las colchonetas de las cinco personas que no tenían camas. Esto ocurrió en todas las celdas, con el agravante de que en algunas no hubo colchonetas para la gente que no tenía camas. La estancia en la celda era permanente, no había patio donde salir y tampoco podías moverte por la celda. Esta tenía unos veinte metros cuadrados, de los cuales dos eran para el baño, que constaba de un inodoro y un lavabo pequeñísimo. Al principio no nos dieron papel higiénico y nos despertaban frecuentemente por la noche para contar a los presos de la celda, actividad que evidentemente intentaba romper el descanso. Lo más grave, la negativa a suministrar la medicación necesaria a la gente que la necesitaba y cuyas pastillas o medicinas, habían sido requisadas. A través de protestas, cantos en favor de Palestina y golpes en las puertas de las celdas, se consiguió papel higiénico, y que después de tres días se empezara a dar medicación a quien lo necesitaba, después de que un guardia hubiera aseverado, que en aquella cárcel no había médicos para animales. Algunas protestas fueron castigadas con el desalojo de celdas y el castigo a permanecer cinco o seis horas, con los ojos vendados, las manos atadas a la espalda con bridas y grilletes en los pies.
No vimos a ningún palestino preso. La extensión de la cárcel debe permitir que haya muchos presos sin que puedan verse. Estábamos en una calle, a cielo abierto, aunque techado de barrotes, y a cada lado de la calle había celdas numeradas. Seguramente en una de esas calles nos tuvieron encerrados a los presos hombres y en otra a las presas mujeres de la flotilla.
En la cárcel nos hicieron pasar una especie de control judicial, igual que en el puerto, con el objetivo de dar apariencia de seguridad jurídica a lo que era un delito de secuestro de cerca de setecientas personas y la violación de la legalidad internacional.
Por otra parte, después de haber pasado por las cárceles de Franco, no me impresionaron las del régimen de Israel, sabiendo además que la presión y la solidaridad internacional les obligaba a liberarnos y que confiábamos que estaríamos allí entre tres y diez días como máximo.
Los movimientos sociales, a lo largo de la historia han sido esfuerzos de la ciudadanía, de grupos o comunidades que se unían para conseguir un fin, para luchar conjuntamente contra una opresión. Ahí tenemos: el sufragismo, los derechos civiles en EEUU, los movimientos ambientales en América Latina, la lucha contra el apartheid… Movimientos que consiguieron cosas, está la historia para recordárnoslos. La GSF ha supuesto lo mismo a nivel mundial. Esta vez se ha conseguido que lo que sucede localmente en un lugar, haya movilizado conciencias a lo largo y ancho del mundo entero, ante el estupor de ver que nuestros gobernantes no hacían nada. La lucha se ha internacionalizado. ¿Cómo describirías lo vivido en estos últimos meses?
Lo vivido ha sido extraordinario. Por primera vez, después de cerca de dos años de genocidio, las calles se han llenado masivamente de verdad, superando las grandes movilizaciones de 2003 contra la amenaza de guerra en Irak. La dimensión de la protesta internacional también ha sobrepasado la que se vivió en el mundo en los años 60 y 70 contra la guerra de Vietnam. Esa confluencia de lucha, en ciudades de todo el mundo, tanto en grandes ciudades como en pequeños pueblos, tendrá repercusión en la educación política de cientos de millones de jóvenes que han visto en directo la crueldad de los países occidentales y capitalistas, y lo vacío y falso de su discurso de defensa de la libertad, la democracia y los derechos humanos. Tenemos la enorme satisfacción de haber conseguido de alguna manera que gran parte de la movilización confluyera con el símbolo de la flotilla.
Me ha emocionado saber del movimiento sindical italiano, me ha producido mucha envidia. ¿Qué nos falta para una respuesta similar en nuestro país?
Yo creo que la situación en España es distinta a la de Italia. La clase obrera ha mutado en todo el mundo occidental, donde la financiarización de la economía ha supuesto el desarrollo de los sectores de servicios, y la disminución de los sectores industriales y agrícolas. En Italia tiene más peso su sector industrial en el PIB que España, y ello conlleva que la clase obrera más organizada y más sindicalizada tiene más peso. Además, los sectores sindicales alternativos en Italia también tienen más peso que en España. En Italia, el sindicato histórico de izquierda, la CGIL convocó una huelga general parcial de 4 horas y los sindicatos de bases una de 24 horas tres días después. Posteriormente, ante la detención de la flotilla, hubo una nueva huelga general de 24 horas, esta vez convocada de manera conjunta, en ambos casos con un fuerte apoyo. En España, los sindicatos alternativos, convocaron la huelga general de 24 horas en el mismo día que CCOO y UGT convocaban el paro general de 2 horas. Sin embargo, la huelga de 24 horas apenas se apreció, y el paro de 2 horas, aunque tuvo algún seguimiento sobre todo por secciones sindicales de CCOO, tampoco tuvo mucha repercusión. La clase obrera en España ha perdido cohesión, combatividad y referentes de izquierda. El fenómeno es profundo y complejo y no es solo superable desde el voluntarismo, hay que trazar estrategias de intervención sindical partiendo de un contexto completamente nuevo donde la composición de la clase obrera ha cambiado, ha cambiado la legislación laboral y también el sistema productivo.
Está claro el papel que ha desempeñado en los diferentes países la ciudadanía, los normales, la gente de a pie, ¿qué le está pasando a la política, a los gobiernos? ¿En qué ha fallado la diplomacia?
No creo que la política, los gobiernos o la diplomacia estén fallando. Vivimos en una sociedad de clases, donde según datos recientes, el 1% más rico de la población mundial, acaparó el 41% de la riqueza creada desde el año 2000. El 50% más pobre solo el 1%. Las clases dominantes actúan de manera para que esto suceda así. La política, los gobiernos y la diplomacia están al servicio de los más poderosos. Los proyectos de izquierda que cuestionan el orden social son minoritarios, porque como decía Marx, la ideología de las clases dominadas es la de las clases dominantes, que utiliza una serie de mecanismos de control ideológico, que antaño jugó con fuerza la iglesia y la educación, después jugó un papel muy importante el cine y la televisión y que, en los tiempos actuales, además de tener todos esos mecanismos históricos acumulados, tienen ahora también, a las grandes multinacionales dueñas de las redes sociales, que han convertido a estas en el principal instrumento de control social. Simplemente, a la ciudadanía no se la puede engañar, porque ve con sus propios ojos que están cometiendo un genocidio, se levanta y se enfrenta a unos gobiernos, en sentido amplio a unas clases dominantes, que apoyan el genocidio porque forma parte de sus intereses económicos y geoestratégicos.
En estos últimos tiempos, hasta nos ha parecido que el señor Borrell sacaba los pies del tiesto, ¿dónde está la Europa de las libertades?
Para una persona como Borrell que se considera socialista, era muy difícil de tragar que mientras se satanizaba a Rusia y se apoyaba a Ucrania, como país víctima que estaba siendo agredido por el vecino más fuerte, por otra parte mientras tanto, se santificaba el genocidio de Palestina bajo el eufemismo de que tenían derecho a defenderse. Era una posición no compartida por Borrell, lo de apoyar el genocidio, aunque sigue apoyando la guerra de la OTAN contra Rusia. La Europa de las libertades no existe, más allá de un eslogan vacío. La Unión europea fue un proyecto de unificación económica bajo parámetros neoliberales, que pretendía hablar de tú a tú a EEUU, y que ha acabado siendo el mayordomo de éste. La Europa de las libertades está en sus pueblos, que exigen el derecho a ser realmente libres y a menudo son reprimidos por ello. Las libertades, las reales que se disfrutan en cada país según su historia, están hoy en peligro en toda Europa y habrá que librar, país a país, una gran batalla para defenderlas.
Últimamente me parece que la política está llena de ‘gestos vacíos’. La presión social lleva a los gobiernos a hacer cosas, que son sólo gestos de cara a la galería. Ahí tenemos el ‘Furor’.
El Furor vino de rebote, por la movilización social italiana. Fue este país el primero que tomó la iniciativa de mandar un barco para proteger a la flotilla. Era un gesto para la galería, muy bien interpretado por el ministro de Defensa, aunque luego fuera prácticamente desautorizado por la primera ministra Meloni. Si el gobierno de derechas italiano mandaba un barco, no iba a ser menos el gobierno de izquierda de España, y luego Erdogan dijo que Turquía también mandaría su barco para protegernos. Pero los barcos nunca pretendieron garantizar el derecho a la navegación a los barcos de la flotilla, ello hubiera sido enfrentarse realmente al régimen de Israel. Iban en misión humanitaria, para, poniendo un ejemplo, si hundían nuestros barcos, ellos se apresurarían a recoger a los náufragos. En el caso del Furor, ni eso. Creo que los militares le hicieron una peineta al presidente del gobierno, retrasaron ostensiblemente su llegada a la zona de riesgo y nunca pasaron de la zona griega, desde donde decían podrían acudir al rescate si lo necesitábamos. En realidad, sí tuvimos necesidad de rescate, porque una noche se nos averiaron 4 barcos, y uno de ellos hubo que desecharlo porque tenía entrada de una vía de agua. Fue el barco turco, que estaba sobre el terreno, el que socorrió al barco, evacuando a las doce personas que iban en él, repartieron a 8 de ellas en otros barcos y evacuó a tierra a otras cuatro. Lástima que no nos ayudó el Furor, la ministra de defensa y el presidente del gobierno se habrían apuntado un buen tanto.
En la facultad de Derecho mi profesor de Derecho Internacional Público, Alejandro Rodríguez Carrión, nos hablaba en clase del poder tan grande que tenía Israel. Nos decía que era tal que podía poner de rodillas cuando quisiera a EEUU. Y seguimos así, pero no parece que sea sólo al gigante yanqui, ¿qué pasa con Naciones Unidas? ¿Para qué sirven sus resoluciones?
Conocía a Alejandro. En varias ocasiones lo invitamos a dar conferencias en CCOO, sobre todo en el escenario de la guerra contra Irak. Pero no comparto su apreciación. La clase dominante de Israel forma parte de la clase dominante de EEUU. Cuando EEUU apoya y es colaborador necesario del genocidio palestino, no es por la presión de Israel, sino en defensa de los intereses de su propia oligarquía. Israel, no habría podido librar una guerra contra Gaza que durara más de un mes sin el apoyo financiero y militar de EEUU. Es más, Israel no existiría sin EEUU. El régimen de Israel, proyecto demencial del partido sionista, solo tiene virtualidad porque al imperialismo de EEUU y de occidente, le interesa tener un enclave occidental, guardián de sus intereses en medio del Oriente próximo, región estratégica, como suministrador de gran parte de las energías fósiles que se consumen en el mundo y como sitio geoestratégico, para que EEUU mantenga su hegemonía en el mundo. Basta ver como los países árabes enemigos de Israel, han ido cayendo unos tras otros, por la agresión combinada de Israel, EEUU y otras potencias de la OTAN. Es el caso de Irak, Libia y Siria. Y el único país que puede hacer frente a Israel, Irán, está en el punto de mira, desde hace muchos años.
Las resoluciones de NNUU, dependen de EEUU. En primer lugar, las puede vetar para que no lleguen a existir y, en segundo lugar, las que deja que se aprueben no pueden aplicarse si no es con el concurso de EEUU. Las resoluciones de NNUU por tanto sirven a los intereses geográficos de EEUU, que es quien decide si se aplican o no.
Esto no empezó el 7 de octubre, aunque hay quienes quieren ligar lo que está sucediendo en Palestina a esa fecha. ¿Ves futuro en Palestina?, mejor dicho, ¿les van a dejar tener un futuro?, porque yo personalmente no veo viable, en las condiciones actuales, lo de los dos estados, no se sostiene ni sobre el papel.
Palestina es el futuro, el régimen de Israel es un estado artificial que dejará de existir en cuanto no sirva a los intereses occidentales. En la Palestina histórica viven seis millones de palestinos y otros seis millones de judíos. Además, en el entorno de Palestina, hay otros seis millones de palestinos descendientes de los expulsados en 1948 y que según resolución de NNUU tienen derecho a regresar a su casa y a sus tierras que fueron robadas por colonos sionistas. El concepto de judío es religioso. La mayoría de los judíos de Israel son asquenazis, es decir, eslavos y germanos procedentes de distintos países europeos incluyendo a Rusia. Conforman la clase dominante, tienen doble nacionalidad, la de Israel y la de su país de origen. ¡Y cuando hay dificultades se marchan de Israel! También están los judíos llamados mizrajíes, que incluyen a los sefardíes, y son de origen árabe o latino. Por último, están los falashas, judíos negros procedente mayoritariamente de Etiopía. Estas dos categorías conforman las clases más bajas en la pirámide social de Israel, mano de obra barata, que es étnicamente discriminada por mucho que sean también “hijos de Israel”. Los palestinos no son una religión son una etnia, en la que conviven musulmanes, cristianos y judíos, además de ateos. Y están defendiendo su propia tierra, no se irán de allí, como ha demostrado la heroica lucha del pueblo de Gaza. Mientras, Israel tiene fecha de caducidad, bien a partir de que EEUU deje de subvencionarla y protegerla cuando deje de interesarle, o bien cuando languidezcan las fuentes de energías fósiles, en un plazo que no va más allá de 30 años.
¿Nos das tu opinión sobre el acuerdo de paz?
No hay ningún acuerdo de paz. Hay un proyecto de paz, elaborado desde las propias filas del sionismo (EEUU-Israel). De ese proyecto solamente está acordada la fase inicial, es decir la fase de alto el fuego. Esta fase, que está refrendada por la resistencia palestina, tiene tres elementos claves: la retirada de las tropas sionistas en Gaza hasta detrás de la línea amarilla, la entrada de ayuda humanitaria suficiente para la alimentación de dos millones de personas y el alto el fuego en toda la franja de Gaza. Este es el único acuerdo, todos los demás temas pendientes sobre el futuro de Gaza y el futuro de Palestina, están pendiente de discutir. Lo que sabemos realmente, es que este primer acuerdo de alto el fuego está siendo violado diariamente por el ejército sionista, que el régimen sionista sigue ocupando territorios en Cisjordania para entregárselo a nuevos colonos sionistas y que los portavoces del régimen juran que nunca habrá un estado palestino, ni siquiera, como a algunas fuerzas políticas les gustaría, un estado palestino de mentirijilla, que mantuviera la colonización de Palestina, pero que no se note tanto como ahora. Hamás lo ha explicado muy claramente, frente a la exigencia de que el proceso de paz exige la entregas de armas, han garantizado que las entregarán todas ¡¡al primer gobierno democrático que salga de las urnas en el nuevo estado palestino!! Por tanto, las distancias entre los proyectos de paz entre colonizadores y colonizados, son abismales.
Pienso que lo que está pasando en Palestina está ligado al futuro del mundo que conocemos, están claras las estrategias, las divisiones, las jerarquías, ¿cómo ves el futuro que nos espera?
El futuro que nos espera ya está descrito hace tiempo en el concepto socialismo o barbarie. En la lucha de clases que no cesa, las clases explotadas y los pueblos oprimidos avanzan constantemente, pagando un gran precio, de dolor y muerte por ello. Pero el mundo sigue dominado por una oligarquía cada vez más reducida, pero muy poderosa, que sigue defendiendo sus intereses económicos por encima de la mayoría de la población mundial y sin importarle que la humanidad colapse, por la guerra nuclear o por la destrucción ecológica, fruto de sus políticas depredadoras. Es una carrera contrarreloj, si la lucha de los pueblos y las clases explotadas tiene éxito se conseguirá un mundo más igualitario y sostenible, si los frutos de esa lucha llegan tarde, hay un riesgo evidente de que la humanidad colapse. No se acabará el mundo ni la existencia del planeta, se acabará la humanidad, o regresaremos al neolítico si es que sobrevive alguien de la especie humana.
Hablar de futuro es hacerlo de juventud, el futuro les pertenece. En estas protestas estamos viendo mucha gente joven al frente, cogiendo las riendas de la situación. Tú que has estado en primera línea tantas veces, ¿cómo has vivido su implicación en esta lucha, su respuesta, sus ganas?
Ver a la juventud ocupando los primeros puestos en la lucha, es un bálsamo para el alma. En la lucha universal que se ha hecho contra el holocausto palestino, hemos visto a la juventud de todos los países en primera línea de la lucha. Un comentarista político italiano decía, que, por primera vez, en muchos años, la juventud estaba al frente, cuando ha estado ausente en otra variedad de movilizaciones que se han dado en Italia, y donde siempre la han protagonizado las personas veteranas ¡¡cada vez más veteranas!! No tengo suficiente información, me gustaría saber si es un fenómeno global, o específico del mundo occidental. Quiero pensar que no solo es global, sino que, además, en el llamado sur del mundo, la juventud es la principal protagonista de los cambios progresistas que se están dando. El futuro es de las personas jóvenes y ellas padecerán las terribles consecuencias de los peligros de guerra nuclear o colapso ecológico, o cosecharán los dulces frutos de una sociedad mucho más armónica. Su porvenir depende de su decisión y audacia en enfrentar el futuro.
Ya para terminar, no quiero hacerlo sin antes darte las gracias por hacernos partícipes de tu viaje, de tu lucha. Gracias por hacer real la frase de Gioconda Belli: ‘La solidaridad es la ternura de los pueblos’.
El agradecimiento es mío. La difusión del combate contra el genocidio y el apoyo propagandístico de las acciones de lucha, son una parte muy importante de esa lucha. Y además en vuestro caso, en el medio Nueva Revolución, he visto mucha seriedad, mucho rigor y mucha profesionalidad. Ha sido un placer y una gran ayuda para mi contar con vosotros. Para despedirme, discutiré el origen de la frase “La solidaridad es la ternura de los pueblos”. Antes que a Gioconda Belli, la frase le fue adjudicada a Pablo Neruda, en su esfuerzo por salvar a personas exiliadas de España que huían del fascismo. Y también ha sido adjudicada a Che Guevara y al comandante nicaragüense, Tomás Borge. Yo me inclino, sin tener una documentación precisa, que salió de la boca de Pablo Neruda. En cualquier caso, como las coplas, cuando el pueblo las hace suyas, ya son patrimonio de la humanidad. ¡Hasta la victoria siempre!
Fuente: Periodismo Alternativo

