Prohibido decir la verdad en Estados Unidos
Por Arthur González.
Contra Cuba se fabrican constantemente campañas respecto a la supuesta falta de libertades de todo tipo, el objetivo es satanizar a la Revolución por no doblegarse ante los Estados Unidos y ese es el precio que deben pagar los cubanos por ser dignos y soberanos.
En otros países aliados de los yanquis nunca se dice una sola palabra para condenar las violaciones a esas libertades y el derecho de los ciudadanos a decir la verdad, porque: “Haz lo que digo, pero no lo que hago” y en eso el número uno lo tienen los Estados Unidos, algo que el propio dictador presidente pone de manifiesto diariamente.
El 13 de septiembre del 2025 la Dra. Michelle Bravo, especialista en neurología, fue despedida de la Universidad de Miami (UM) después de compartir una publicación negativa de otra persona, sobre el asesinato del influencer ultra conservador Charlie Kirk, admirado por Donald Trump. Lo que compartió la Dra. Bravo fue: “Lo que le hicieron a Charlie Kirk se le ha hecho a innumerables bebés, niños, niñas, niños, mujeres y hombres palestinos… Y cada vez que eso sucedía Charlie Kirk salía a decir:
“Me encanta esto, quiero más de esto. Quienes hicieron esto son geniales, los adoro y deberían seguir haciéndolo para siempre. Como dijo Malcolm, las cosas han vuelto a la normalidad”.
Ese mensaje refleja la mentalidad fascista al exaltar los crímenes genocidas del gobierno de Israel y el asesinato de centenares de inocentes y que Estados Unidos apoya.
Para reforzar la falta de libertad de pensamiento y expresión que prevalece en Estados Unidos, basta señalar que la página de Instagram de la Dra. fue eliminada e incluso su perfil en el Sistema de Salud de la Universidad de Miami y con total desfachatez dicha Universidad condenó su publicación y mediante un comunicado expusieron: “La libertad de expresión es un derecho fundamental , pero las expresiones que consienten o avalan la violencia o que son incompatibles con nuestras políticas y valores, son inaceptables”.
Parece que no han visto lo programas de los llamados influencer residente en Miami que incitan a la violencia y ejecutar asesinatos contra las personas que simpatizan con la Revolución cubana, y nunca les han cerrado sus canales en YouTube, Facebook y otros sitios en Internet.
Otros ejemplos que avalan la falta de libertad en Estados Unidos fue la retirada del popular programa nocturno de Jimmy Kimmel, que hizo la cadena ABC, el pasado 17 de septiembre 2025, a partir de los comentarios hechos por el presentador sobre Charlie Kirk, posterior a que la empresa Nexstar Media, dueña de la red de canales por todo Estados Unidos asociados a las grandes cadenas, anunció que no emitiría más su programa debido a esos comentarios. Jimmy Kimmel desde 2003 conducía en vivo por la cadena ABC un programa nocturno líder en audiencia entre los shows de entretenimiento, que se hizo viral por sus entrevistas y sketches. Kimmel ha recibido premios Emmy por su labor en la comedia televisiva, caracterizada históricamente por su estilo satírico.
Como el gran dictador y rey del mundo el delincuente Donald Trump ejecuta varias maniobras legales, chantajes financieros y campañas de presión pública sobre diferentes empresas, a fin de que hagan cambios que beneficien al partido republicano, con el fin de reforzar su poder dictatorial. Él silencia las ideas y decide quién puede hablar o escribir, situación que pone en riesgo las libertades plasmadas en la Primera Enmienda de la constitución.
Tuvo la osadía de demandar a los diarios The Wall Street Journal y a The New York Times, por 15,000 millones dólares por supuestos daños, difamación y ser “portavoz virtual” del Partido Demócrata. Esta demanda incluye a la editorial Penguin Random House y a cuatro periodistas del Times, dos de los cuales escribieron un libro para Penguin titulado “Lucky Loser: How Donald Trump Squandered His Father’s Fortune and Created the Illusion of Success” (Perdedor afortunado: cómo Donald Trump desperdició la fortuna de su padre y creó la ilusión del éxito). Quizás Trump pretenda recuperar parte de los de 83,3 millones de dólares que deberá pagar por difamar y agredir sexualmente a Elizabeth Jean Carroll, periodista, autora y columnista estadounidense.
Ante las presiones y chantajes políticos, la poderosa empresa Disney llegó a un acuerdo en la demanda por difamación de Trump contra ABC el pasado diciembre, en lugar de defenderse ante los tribunales, y la Paramount actuó de forma similar con la demanda de Trump contra CBS en julio pasado. Es la ley del terror en el país de las “libertades”, algo nunca visto anteriormente.
Según afirmaciones del dictador Trump, “es un esfuerzo para restaurar la integridad del periodismo”, pero seis abogados expertos en la Primera Enmienda, aseguran: “en verdad se trata de un deseo personal para silenciar la cobertura informativa crítica y limitar la libertad de expresión, mediante la presentación de demandas legalmente dudosas”.
La profesora de Primera Enmienda en la Facultad de Derecho de Harvard, Rebecca Tushnet, afirmó que dicha demanda “es una declaración de desprecio por la verdad, al público estadounidense, al proceso judicial y a todo lo que merece nuestro respeto en la tradición estadounidense”. A su vez, Tim Richardson, del grupo de libre expresión PEN América, dijo que la demanda es parte del “peligroso patrón de Trump de buscar castigar a cualquier editor que cuestione su narrativa, con la esperanza de agotar recursos financieros, infundir miedo y disuadir las coberturas que no le gustan”.
¿Es o no la actitud de un dictador?
Las persecuciones continúan y para mejor evidencia basta decir que la cadena televisiva en español acaba de despedir a Karen Padin, directora sénior de Talento, después de una publicación en Instagram de una caricatura sobre el fallecimiento de Kirk, en la que las personas en reciben en el cielo al comentarista le preguntan: “¿Valió la pena, Charlie?”. “Se tenía que decir y se dijo, no es un debate, es un espectáculo, no solo barato, pero bajo, radical, inescrupuloso, pero, más importante, triste, devastador y violento”, hecho que de inmediato fue denunciado por varios seguidores de Trump en su movimiento Make America Great Again (MAGA).
El carácter dictatorial de Trump se puso en evidencias, otra vez, durante la conferencia de prensa que dio el 19 de septiembre 2025 desde su despacho en la Casa Blanca, cuando en una actitud irrespetuosa similar a la del Rey de España, durante una de las Cumbres Iberoamericanas, cuando le dijo al presidente de Venezuela Hugo Chevez: ¿Por qué no te callas? En este caso el dictador yanqui molesto por la pregunta realizada por una periodista, la expresó en tono descompuesto: “Cállese. Es usted realmente desagradable”, no hablaré con usted hasta que la llame”. En la misma conferencia tuvo respuestas groseras y prepotentes contra otros dos reporteros, a uno le espetó: “No puedes quedarte sentado y pensar que eres una persona maravillosa. No lo eres”, apuntó. “Francamente, eres un periodista terrible”.
En días pasados Trump respondió de igual manera a un periodista australiano, a quien amenazó de quejarse con el presidente de esa nación, durante el próximo encuentro que tienen programado durante su visita a Washington.
Por su parte el secretario de Estados Marco Rubio, confesó públicamente a la prensa el 16 de septiembre, antes de salir hacia Israel, que le negarán las visas a todas las personas que celebraron el asesinato de Kirk, porque no queremos en el país a alguien que piensa que está bien que haya sido asesinado en la plaza pública.
¿Se olvidaron que Estados Unidos le ordenó a la CIA asesinar al líder cubano Fidel Castro y hasta celebraron varias veces su muerte?
A darle clases de ética y moral a otros, porque de eso ellos no saben.
Recordemos a José Martí cuando escribió:
“La prensa no es aprobación bondadosa o ira insultante, es proposición, estudio, examen y consejo”.
Tomado de Heraldo Cubano

