Nueva ficha al puzle del poblamiento de Suramérica
Por Flor de Paz*/ Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano
Huellas de los primeros pobladores de la Patagonia argentina han sido halladas en un registro de ocupación humana de 12 mil años de antigüedad en la localidad La María, al sur de la meseta central de Santa Cruz. El yacimiento incluye tecnología lítica (herramientas de piedra con diferentes tipos de rocas y minerales), restos de fogones y pinturas rupestres.
Fue descubierto por un equipo de arqueología —perteneciente a la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de la Plata, y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet)— que trabaja desde hace tres décadas en sitios de la comarca, dirigido por Rafael Paunero, de acuerdo con Página 12.
Entre las conclusiones de los estudios practicados en el lugar, la arqueóloga Catalina Valiza Davis subraya que cómo las sociedades nómades que vivieron en la región se movían de manera planificada dentro de territorios socialmente definidos.
“Sus prácticas sociales cotidianas incluían el trabajo, el juego, la obtención de recursos y la selección de lugares de acampe. También pintaban, manufacturaban ropa y herramientas”.
Ello explica los estrechos vínculos de esas poblaciones con paisajes, animales, plantas y minerales. Pues, “según las evidencias encontradas, cazaban guanacos, choiques y zorros; recolectaban plantas y huevos de ave, y se aprovisionaban de rocas y pigmentos”.
Los artefactos hallados en las excavaciones del sitio demuestran asimismo que sus pobladores “poseían conocimientos, habilidades y técnicas específicas que les permitían confeccionar instrumentos en piedra, hueso y madera”. También, “empleaban pigmentos para decorar, pintar las paredes, los toldos, las vestimentas y el cuerpo”.
En cuanto a las pinturas rupestres halladas en las cuevas de La María, Raúl González Dubox, arqueólogo del mismo grupo de trabajo, subraya que hay imágenes muy claras de animales y escenas de caza que podrían indicar la forma en que conseguían la comida”. Y añade: además, se observan muy bien los instrumentos o la distancia a la que está la presa del cazador.
“Creemos que estas poblaciones dejaban mensajes de todo tipo”, dice González Dubox mientras enfatiza en que las pinturas rupestres cumplían una función comunicativa más que decorativas, como suele pensarse con mucha frecuencia.
En este sentido, agrega que en algunas cuevas se aprecian numerosas imágenes de manos de niños y adultos superpuestas. “Intuimos que se trataba de mensajes tendientes a transmitir cierta sensación de confianza en relación con la seguridad del lugar para habitarlo”.
Aunque todavía son considerados varios modelos en la evolución del poblamiento del continente, a partir de rutas, cronologías y conexión entre poblaciones antiguas y modernas de Asia y América, investigaciones de la última década tienden a establecer un poblamiento temprano o pre-Clovis de Suramérica (de unos 25 mil años antes del presente) a través de la costa pacífica. También se sabe que hubo movimientos por el interior del territorio, facilitados, probablemente, por un gran número de ríos.
(*) Periodista cubana especializada en temas científicos y Directora de Cubaperiodistas.
Foto de portada: Página 12