La gota de agua que se transformó en Denuncia
Por Yaimi Ravelo / Resumen Latinoamericano-Cuba.
“Denuncia: Dar a la autoridad judicial o administrativa parte
o noticia de una actuación ilícita o de un suceso irregular”.
(Real Academia Española)
Cuando Dairelis y Pedro Armando, los padres de Natali, pusieron en nuestras manos su historia, jamás imaginamos que sus testimonios serían parte de la denuncia que llegó al corazón del Parlamento Europeo.
En la Cumbre de los Pueblos que se celebró en Bruselas los días 17 y 18 de julio del año en curso, las organizaciones de juristas, sociales, sindicales y políticas europeas, latinoamericanas y estadounidenses presentes lanzaron el llamamiento para realizar un Tribunal Internacional contra el Bloqueo a Cuba.
Los firmantes denunciaron el carácter extraterritorial del bloqueo y la inclusión de la isla en la demoníaca lista de Washington de países patrocinadores del terrorismo, que refuerzan el carácter violatorio del Derecho Internacional de la política estadounidense hacia Cuba.
El Tribunal Internacional sesionó los días 16 y 17 de noviembre, integrado por jueces y fiscales de gran prestigio internacional pertenecientes a países de la Unión Europea e incluso de Estados Unidos.
Hablar en primera persona siempre me ha resultado incómodo, y aunque el periodismo lo califica como crónica, hoy debo hacerlo.
La sala JAN2Q2 del Parlamento Europeo se veía gigante, quizás por la presencia de tanta gente importante -no por los cargos que ocupan- sino por la convicción de oponerse a una de las injusticias más grandes en la historia de la humanidad.
Un sentimiento genuino hacia Cuba era oxígeno entre los participantes; europarlamentarios, jueces, fiscales, funcionarios del gobierno de Cuba, dirigentes de movimientos de solidaridad, cuerpo diplomático, militantes, periodistas, fotógrafos. Todos escuchaban atentos cada denuncia, las evidencias, las palabras de los testigos, la honestidad en sus rostros, la verdad en sus manos.
En esa atmósfera épica de profundo respeto por mi nación, sentía que conmigo estaban mis compañeras de equipo, mi medio de prensa, mi propio movimiento de solidaridad con mi patria, todas y todos en mi pequeña humanidad, con ese compromiso enorme de hablar en nombre de todos ellos y por Natali, por las familias que como las de Dairelis y Pedro Armando necesitan realizar un tratamiento de salud que ponga a salvo la vida de un ser querido sin la agresión de la política exterior estadounidense hacia Cuba.
A las 11:15 de la mañana estaba en el estrado, el programa indicaba: Presentación del documental “La gota de agua“, producido por Resumen Latinoamericano y dirigido por las realizadoras Iriana Pupo y Yaimi Ravelo.
El impacto de aquella sala y estar acompañada por la europarlamentaria de Portugal Sandra Pereira y el Secretario General de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado de Cuba, Homero Acosta me estremeció. Sentí que mis compañeras estaban allí junto a ellos, aunque solo me vieran a mí envuelta en un pañuelo palestino. Mis manos temblaban no por el frío de Bruselas, jamás imaginamos que nuestra Gota de Agua tendría el honor de inundar aquella magna sala.
Me colmó el orgullo cuando vi el rostro bello y la fuerza de Natali en las enormes pantallas de la JAN2Q2, lloré por enésima vez con el nudo en la garganta que desata el testimonio de sus jóvenes padres.
Primó en ese gran espacio oval la solidaridad hacia Natali y todas las niñas y niños de Cuba que padecen de cáncer y otras dolencias severas, por todas las madres y padres cubanos que sufren tanto cuando sus hijos no pueden acceder a una medicina necesaria porque el bloqueo lo impide.
Finalizó la exhibición. Recibí el abrazo de muchos que entre lágrimas dijeron de cerca y de lejos: es una gran denuncia. Copias con subtítulos en inglés, francés, portugués e italiano fueron solicitadas para compartirlo. Minutos después mi trabajo como fotógrafa y redactora continuó para dar cobertura a todo lo que acontecía ese primer día.
Tribunal Internacional contra el Bloqueo a Cuba
Llegó el día 17. Un gran triunfo simbólico y político por las características de este Tribunal Internacional:
“Ningún Bloqueo en la historia de la humanidad ha sido tan amplio, tan duradero y constante como el que el gobierno de los Estados Unidos le impone a Cuba hace más de seis décadas”, declaró el juez alemán y Magistrado Norman Paech en la fundamentación de la sentencia.
Según la conclusión del equipo de jueces,“las afectaciones intencionadas para acabar con la vida de las personas se equiparan con un genocidio”.
El Tribunal Internacional contra el Bloqueo condenó por genocidio al gobierno de los Estados Unidos por su intento de socavar y exterminar la dignidad y la vida de los cubanos, desde la sala JAN2Q2 del Parlamento Europeo.
La condena, aunque no tiene ejecución jurídica, está avalada por un dictamen regulado por las leyes y normas jurídicas que rigen el derecho internacional y sirve como herramienta para fortalecer el basamento legal para desde el Parlamento Europeo continuar la condena al gobierno de los Estados Unidos por genocidio.
Fotos: Yaimi Ravelo / Resumen Latinoamericano (desde Bruselas).
Foto de portada: Gentileza de la Embajada de Cuba en Bélgica.