El holocausto de Gaza y el reloj del fin del mundo
Por Raúl Antonio Capote */ Colaboración Especial de Resumen Latinoamericano.
El “Reloj del fin del mundo” marca 90 segundos antes de que todo acabe. El grupo Bulletin of Atomic Scientists hizo su anuncio anual en el que califica lo cerca que la humanidad está de su fin.
Mencionaron como razones, la amenaza nuclear en Ucrania, así como el intensificado conflicto en el Oriente Medio, el empeoramiento de los desastres relacionados con el clima y el peligro de la inteligencia artificial generativa.
Claro, los preclaros científicos, no podían dejar de mencionar “el asalto de Hamás del 7 de octubre en Israel y el conflicto en la Franja de Gaza” parece que los dueños del famoso reloj, tienen un problema de desconocimiento histórico o simplemente son víctima de la rescritura de los acontecimientos.
Acaso el reloj no marcó la hora señalada, a inicios del siglo pasado, cuando comenzaron los sionistas a usurpar la tierra de los palestinos o no registró la hora en que comenzó la Nakba.
Si un pueblo ha estado cerca de la destrucción total, ese ha sido el pueblo palestino, además, señores del reloj, el “conflicto” no comenzó el 7 de octubre del 2023, sino muchos años antes.
La destrucción y expulsión realizada en nombre de una ideología colonialista, nacida en Europa, profundamente antisemita, fascista en su esencia, el sionismo, busca ocupar tierras que no le pertenecen y establecer su dominio, con pasmosa tranquilidad, sobre los restos de miles de personas.
Digo antisemita y aclaro, porque de seguro alguien intentará corregir mi error, semitas son los pueblos que habitan Palestina, los árabes, incluso los judíos originarios y otros que durante miles de años poblaron ese territorio, la mayoría de los israelíes, no son de origen semita, son descendientes de europeos que abrazaron la religión judía.
Si algo tienen en común el sionismo y el nazismo es su creencia de que pertenecen a una raza superior, con determinados derechos genéticos, místicos e históricos, ambos, para lograr sus propósitos y conquistar el “espacio vital” que creen merecer, son capaces de cometer los más terribles crímenes.
Bien los saben los judíos perseguidos y asesinados, junto a polacos, gitanos, rusos, húngaros, etc., en la Europa de los años 30 y 40 de la pasada centuria, y bien lo saben los palestinos, despojados de sus tierras y asesinados a mansalva desde mediados de esa misma centuria hasta hoy.
El grupo de activistas ha utilizado un reloj desde 1947, para simbolizar la posibilidad de que la gente haga algo que acabe con la humanidad.
Al término de la Guerra Fría, el conteo llegó a estar a 17 minutos del Apocalipsis. En los últimos años, para abordar los rápidos cambios globales, el grupo ha pasado de contar los minutos que faltan para el fin del mundo a contar los segundos, según refiere NYT
El reloj se puede atrasar, en esos estamos de acuerdo, si los gobiernos y naciones trabajan juntos, sobre todos los países más poderosos, esos que tienen la capacidad para hacerlo, como Estados Unidos, China y Rusia.
Pero ¿Quién detendrá el reloj del fin del mundo en la Franja de Gaza? ¿Quién detendrá la mano de los asesinos? En esa tierra santa, las manecillas de la máquina, hace tiempo cruzaron la hora cero, para vergüenza de la humanidad.
(*) Escritor, profesor, investigador y periodista cubano. Es autor de “Juego de Iluminaciones”, “El caballero ilustrado”, “El adversario”, “Enemigo” y “La guerra que se nos hace”.
Foto de portada: Agenzia Nova.
