Internacionales

Gladys Marín Millie, a 17 años de su partida física

Por Iván Ljubetic Vargas.

Entre más transcurre el tiempo en vez del olvido, aumenta el cariño, la admiración y el respeto para la maestra normalista, que entregó su vida entera a la causa de los más humildes, de los explotados.

El domingo 6 de marzo se cumplieron 17 años de la partida física de la querida compañera Gladys Marín Millie. Partida física, porque sigue viviendo en la memoria colectiva del pueblo chileno.

Cuando vivimos momentos estelares de nuestra historia, cuando pese a los intentos de los reaccionarios de todos los colores, la Convención Constituyente avanza creando una nueva Constitución, no podemos olvidar que  en 1999, siendo Gladys Marín candidata a la Presidencia de la República del Partido Comunista de Chile, planteó en su Programa. “I.- Construir un Nuevo Estado Democrático.- Un nuevo Estado democrático debe surgir de un Plebiscito que derogue la Constitución de 1980 y convoque a una Asamblea Constituyente que elabore una Constitución. El proyecto de allí surgido deberá, a su vez, ser sometido a Plebiscito” (Proyecto de Izquierda. Chile de Verdad. Candidatura Presidencial Gladys  Marín. Santiago- Chile 1999)

Sus inicios

Gladys Marín Millie había nacido en Curepto, el 16 de julio de 1941. Su madre, Adriana Millie, era  maestra primaria. Su padre, Heraclio Marín,  campesino. Pronto el padre abandonó la familia y doña Adriana debió hacerse cargo de sus cuatro hijas.

En 1945 la familia se trasladó a la localidad de Sarmiento;  después a Talagante. En esa ciudad, Gladys asistió a la escuela primaria y participó en organizaciones cristianas,  llegando a ser Presidenta de la Acción Católica.

La enseñanza media la recibió en el Liceo N.º 5 de Santiago. Ingresó a la Escuela Normal Nº 2 de Santiago. Se distinguió entre el alumnado por sus cualidades de líder, siendo elegida Presidenta de la Federación de Estudiantes Normalistas

En 1957 se tituló como profesora. Ese mismo año ingresó a la Juventudes Comunistas.  Ejerció como maestra en la Escuela Nº 130 para niños con deficiencias mentales, que funcionaba al interior del Hospital Psiquiátrico, en la avenida Santos Dumont.

En 1963, se casó con Jorge Muñoz Poutays, entonces estudiante de Ingeniería, a quien había conocido en 1959 Tuvieron dos hijos: Rodrigo y Álvaro.

En 1965, tuvo lugar la VI Conferencia Nacional de las Juventudes Comunistas. El Secretario General Mario Zamorano fue promovido al Partido. Gladys Marín pasó a ser la máxima autoridad de las Juventudes Comunistas.

En ese mismo año fue elegida diputada comunista  por el Segundo Distrito de Santiago, que estaba formado por entonces por las comunas de Renca, Conchalí, Recoleta, Independencia, Colina. Tiltil, Talagante, Curacaví, Quinta Normal y Barrancas (actual Pudahuel). Gladys tenía por entonces 23 años de edad.

En 1966 se desarrolló el V Congreso Nacional de las JJ CC, y en 1969 el VI Congreso. En ambos, Gladys Marín fue reelegida Secretaria General.

Reelegida diputada comunista por tercera vez

En las elecciones parlamentarias 1969 volvió a ser electa diputada por el Segundo Distrito. En 1972 en el VII Congreso de las Juventudes Comunistas de Chile, nuevamente Gladys Marín resultó reelegida Secretaria General.

En marzo de 1973 se  efectuaron  importantes elecciones parlamentarias en las que la posición pretendía obtener una contundente victoria y poder derrocar constitucionalmente al Presidente Allende. No lo lograron. Gladys Marín, por tercera vez postuló en el Segundo Distrito y salió elegida con una alta votación, ejerciendo ese cargo hasta el golpe fascista.

Exilio y retorno clandestino

Luego del golpe fascista del 11 de septiembre de 1973, contra su voluntad y acatando  instrucciones de su  Partido, se asiló en la Embajada de Holanda, donde permaneció ocho meses  y  luego salió al exilio.   Jorge Muñoz, su compañero, quedó en Chile. En  diciembre de 1976 fue detenido por agentes de Pinochet y hasta hoy forma parte de la lista de  patriotas detenidos-desaparecidos.

En enero de 1978 tuvo lugar en Budapest (Hungría) un Pleno del Comité Central de las Juventudes Comunistas de Chile. Informó Gladys Marín. Ese mismo año retornó  clandestinamente a la patria. Con audacia y valor luchó contra la dictadura.  Encabezó la dirección interna del Partido hasta el XIX Congreso clandestino,  realizado en San Sebastián en mayo de 1989. Fue una de las combatientes  que, de verdad, contribuyeron a que terminara la noche del terrorismo de Estado. En marzo de 1990 finalizó la dictadura.

En ese Congreso, se eligió un nuevo Comité Central, que designó a Gladys Marín  Secretaria General del Partido.

En las elecciones parlamentarias de 1997 fue presentada como candidata al Senado por la VII Circunscripción Santiago Oriente. Obtuvo 174.780 votos, el 15,69%, que correspondió a la cuarta mayoría nacional. Pero no fue elegida. Lo impidió la nueva ley maldita, el  sistema binominal,  impuesto por la dictadura.

En octubre de 1998 tuvo lugar el XXI Congreso del PC. Fue reelegida Secretaria General.

La primera querella contra Pinochet

Gladys Marín fue una incansable luchadora por los derechos humanos. El 12 de enero de 1998 interpuso, junto con el Eduardo Contreras, la primera querella contra el exdictador Augusto Pinochet.

Eduardo Contreras recuerda los hechos: “Nosotros llegamos con mucho ímpetu, pero tuvimos que pararnos y hacer cola”.

Y agrega: “Nos paramos un rato, 5 o 10 minutos, hasta que llegó el momento en que Gladys pudo acceder al mesón y a presentar el escrito. Lo timbraron, nos miramos todos, no había prensa, nos dimos vuelta y nos fuimos”.

Candidatura presidencial 

En las elecciones presidenciales del domingo 12 de diciembre de 1999 el Partido Comunista  llevó como candidata  a Gladys Marín. Gladys obtuvo el 3.19% de los votos válidamente emitidos.  Fue uno de los cinco candidatos de sus filas que el Partido  Comunista de Chile postuló en las 19 elecciones presidenciales en que ha participado. En las otras 14 ocasiones trabajó y votó por candidatos independientes, militantes socialistas, radicales, democratacristiano y humanista.

En el XXII Congreso realizado en Santiago del 31 de octubre al 3 de noviembre de 2002 pasó a ocupar el cargo de Presidenta del Partido Comunista. La primera mujer en tener ese honor.

El 25 de septiembre de 2003 fue internada en una clínica de Santiago. Se le diagnosticó cáncer cerebral. El 1 de octubre viajó a Estocolmo (Suecia) para ser intervenida en la Clínica Karolinka. El 19 de octubre llegó a La Habana (Cuba)  para iniciar un proceso de rehabilitación dispuesto por su amigo personal,  Fidel Castro.  En el 2004, aun permaneciendo  en ese país, fue nuevamente operada de una necrosis de tejidos.

En octubre de 2004 volvió a Chile. El 7 de noviembre   regresó a Cuba para retornar a Chile un mes después.

A las seis de la mañana del domingo 14 de marzo de 2004 aterrizó en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago el avión en venía desde Cuba, Gladys Marín, luego de permanecer cinco meses de tratamiento en la Isla. Llegó con un ramo de flores en sus manos y un rojo pañuelo cubriéndole la cabeza. Feliz se dirigió a los cientos de personas que la esperaban y dijo: “Estoy muy emocionada con el apoyo que me ha dado mi pueblo”.

Un domingo en que no brilló el sol

Con su proverbial valor, Gladys libró la batalla contra el cáncer hasta sus últimas fuerzas, rodeada del cariño de millones de demócratas de toda la tierra.

Falleció a la una de la mañana del domingo 6 de marzo de 2005 en su casa de Lo Cañas ubicada en la comuna de La Florida, Santiago. Sus restos fueron trasladados, entre  una impresionante cadena humana que se extendió desde su hogar al ex Congreso Nacional. Allí tuvo lugar un multitudinario velatorio. Miles y miles de personas llegaron a rendirle homenaje. El Gobierno decreto dos días de duelo oficial. Un periódico la llamó “la roja de todos”

Miles y miles de chilenos la sintieron suya. Por eso, esa multitud de gente sencilla y de personalidades, que le tributaron  el 8 de marzo de 2005 la más masiva despedida conocida hasta hoy en Chile.

Gladys Marín Millie,  maestra primaria, entregó sus lecciones de valor, heroísmo, consecuencia y claridad política,  a una escuela multitudinaria, cuyos alumnos  son aquellos que, siguiendo su ejemplo, construirán el Chile del mañana.

Reconocimientos 

Fue condecorada con la Medalla “Centenario de Lenin” en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

Recibió la Medalla Augusto César Sandino dada por el Movimiento Sandinista.

Le fue otorgada la Medalla Luis Emilio Recabarren, la más alta distinción del Partido Comunista de Chile.

El 12 de marzo de 2004, fue condecorada por el Presidente cubano Fidel Castro con la orden José Martí, la más alta distinción que concede el Estado cubano a personalidades extranjeras destacadas.

La Ley N. 20.852, publicada el 24 de julio de 2015, autorizó a erigir un monumento en su memoria.

Entre más transcurre el tiempo en vez del olvido, aumenta el cariño, la admiración y el respeto para la maestra normalista, que entregó su vida entera a la causa de los más humildes, de los explotados.

El recuerdo de esa mujer valiente y combativa está sembrado en la consciencia y el corazón de quienes luchan, como ella lo hizo, por construir la primavera de los pueblos. Por el  derecho de todos a vivir en paz; a compartir  el pan, la  felicidad  y la poesía.

¡Gladys, presente! ¡Ahora y siempre!

 

(*) Iván Ljubetic Vargas, es historiador y miembro del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren (CEILER).

Tomado de El Siglo/ Foto de portada: Juan Eduardo López/ Aton Chile.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *