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En Miami sigue el cucarachero y la violencia en espiral (III)

Por José Luis Méndez Méndez* / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.

Que Francis Suárez, el belicoso Alcalde de Miami, está obsesionado con el boyante negocio de la criptomoneda, no es noticia, que ha relegado sus obligaciones para promover dentro y fuera de sus fueros este negocio, tampoco lo es. Pero, como era de esperar, las autoridades de Miami anuncian que se han puesto  en guardia frente a estafas con criptomonedas.

Es tal el peligro y frecuencia de los hechos, que la fiscal general de Florida, Ashley Moody, ha divulgado un folleto con los indicios para detectar las estafas con criptomonedas, que en todo Estados Unidos totalizaron más de 200 millones de dólares en 2021, según cifras oficiales. “El rápido aumento en la popularidad de las criptomonedas ha llamado la atención de los delincuentes que intentan explotar la tendencia para estafar a los floridanos”.

El Alcalde de Miami, importa el problema y la Fiscal General tiene que darle solución al pedirle a los ciudadanos estar alerta cuando les ofrezcan “grandes rendimientos de las inversiones” en criptomonedas y les advirtió que “los respaldos y testimonios de celebridades pueden falsificarse fácilmente”. Será el rudo Francis Suárez, una de ellas.

La Alcaldía de Miami, debe hacer un estudio, que identifique las causas de la espiral de violencia, que se vive en su ámbito. Uno de los casos, más recientes es la de un hombre invitado a la boda de su sobrina fue muerto por disparos de la policía en plena fiesta después de haber actuado de manera violenta, la familia indignada denunció que la acción policial fue “injustificada” y aseguró que no parará de reclamar justicia hasta llegar “a la verdad completa”.

La muerte de Daniel Knight, de 39 años, causó una gran conmoción a los asistentes a la boda y desató la protesta de los testigos, debido a que Knight no estaba armado y estiman que la policía es incapaz de dominar y controlar una situación sin el uso de las armas. Todo comenzó cuando una mujer no identificada, llamó por la noche desde el lugar donde se celebraba la fiesta nupcial al teléfono de emergencia para denunciar que un hombre descamisado, borracho y “muy violento” estaba comportándose “cada vez peor” y enojándose con quien le llamaba al orden, según la grabación de la llamada divulgada.

La persona que llamó dijo que el hombre había tomado a una persona por el cuello y arrojado a otras al suelo donde poco después se presentó una dotación de la policía de esa ciudad. Un agente le aplicó una descarga con su pistola eléctrica, pero Knight arremetió contra él, lo hizo caer al suelo y lo golpeó estando caído y este policía respondió con su arma de fuego, según el relato policial. Los paramédicos se lo llevaron a un hospital, donde luego falleció. La familia, que busca que se conozca “toda la verdad” de este suceso, indicó en un comunicado que “el único crimen” del fallecido fue “beber alcohol y pasar un buen rato”.

El caso anterior, según los reclamantes, fue debido a los excesos de la policía, pero como la violencia no cree en cuello blanco, se recuerda aún que el hijo del representante federal y ex alcalde del Condado Miami-Dade, Carlos Giménez, fue arrestado después de que la policía dijera que abofeteó a un comisionado de la Ciudad de Miami, en el Morton’s Steakhouse, un popular restaurante de carnes de Coral Gables, en esa ciudad.

Sin mesura ni cordura por la investidura de los participantes en esta trifulca que no aclara el motivo, según la oscura versión de este reciente episodio de la larga telenovela de la política de Miami. Pero los dos hombres implicados –el comisionado de Miami Alex Díaz de la Portilla, hermano del político Raúl Díaz y Carlos J. Giménez, un abogado y cabildero, son miembros de poderosos dinásticos clanes políticos.

Después del desenlace policiaco, con total falta de ética y de práctica varonil, ya es conocido que entre hombres los problemas no se dirimen con comunicados. Pero Alex, tiene otro estilo. En un comunicado provocador  titulado “Cobarde CJ Giménez”, Díaz de la Portilla sugirió que le habían tomado por sorpresa, no que le habían abofeteado cara a cara. “Fue más bien un movimiento de muñeca por detrás de mí mientras almorzaba cuando se acercó cobardemente a mí por la espalda y se alejó. Este tipo no tiene fama de ser muy valiente. En realidad, es bastante cobarde y parecía estar bajo la influencia de alcohol”, acuñó.

El hijo de Giménez también lanzó un insulto antes de golpear a Díaz de la Portilla, según testificó en el acta de arresto un agente de policía que presenció el incidente. Sugiere rareza, que un policía estuviese en el lugar preciso en el momento oportuno para presenciar el incidente desde el principio.

Según el texto del informe del agente, se describe: “Oye, m***cón, ¿te acuerdas de mí?”, dijo Carlos J. Giménez justo antes de golpear a Díaz de la Portilla con la mano abierta en un lado de la cabeza. Eso en barrios no tan encumbrados como Coral Gables, se llama “pescozón” El agresor de 44 años, fue acusado de un delito menor de agresión. Fue liberado bajo fianza de $1,500 dólares y contrató a un abogado.

El agente, a quien no se nombra en el formulario del arresto, es el detective Stanley Paul Noel. Es miembro de la Sección de Investigaciones Especiales del Departamento de Policía de Miami y oficial de protección de dignatarios. Noel, según el acta del arresto, sujetó a Giménez por la chaqueta y le pidió que se calmara hasta que llegara la Policía de Coral Gables. Dijo que Giménez intentó “alejarse de mí”.

Al parecer lo que sucedió fue un conato de celos entre los enfrentados, se recuerda que CJ Giménez, es casado y padre de dos hijos, además abogado y cabildero del gobierno en el Condado Miami-Dade. Su padre, el ex alcalde de Miami-Dade, fue elegido para la Cámara de Representantes de Estados Unidos en 2020. Entre sus clientes anteriores está el ex presidente Donald Trump. La representación terminó cuando Trump se postuló para las elecciones en 2016.

El agresor Giménez, también aspiró a una candidatura para la Comisión del Condado Miami-Dade este año, con una posible postulación para el escaño del Distrito 6 que ocupa Rebeca Sosa, cuyo mandato está limitado. En ese momento, instó a Miami-Dade a hacer frente a una toma de posesión estatal de la junta de peaje del condado, la Autoridad de Autopistas de Miami-Dade.

Por su parte, Díaz de la Portilla es miembro de una de las familias cubanas de más alto perfil político del sur de la Florida. Ganó su puesto en Miami en 2019 y representa las zonas de Flagami, Allapattah y partes de La Pequeña Habana. El republicano fue miembro del Senado de la Florida de 2000 a 2010 y, antes de eso, prestó servicio en la Cámara de Representantes estatal. Tiene 57 años.

Uno de sus hermanos, Miguel Díaz de la Portilla, es un abogado especializado en el uso de la tierra y ex miembro del Senado de Florida. Otro hermano, Renier Díaz de la Portilla, también es abogado. Fue representante estatal en la Florida y es ex miembro de la Junta Escolar de Miami-Dade. Todos son hijos del agente principal de la CIA, Miguel Díaz Isalgue, quien realizó numerosas incursiones marítimas agresivas contras las costas cubanas durante la década de los años sesenta por la zona de Matanzas.

Los lazos de Alex Díaz de la Portilla con la familia Giménez se remontan al menos una década atrás, cuando trabajó como asesor del representante federal Carlos Giménez durante su victoria para la alcaldía del Condado Miami-Dade, en 2011, contra Julio Robaina. Fueron unas elecciones especiales para sustituir al alcalde Carlos Álvarez, quien había sido destituido por un amplio margen del electorado.

Aquí parece llegar la raíz de la actual trifulca, Díaz de la Portilla trabajó después con Tania Cruz, esposa de Carlos J. Giménez, en la exitosa campaña de Joe Carollo para comisionado de Miami en 2017. En 2012, según los registros de la División Central de la Corte Municipal de Boston, De la Portilla y Tania Cruz fueron arrestados ambos en un hotel de Boston.

Sospechosamente, el informe policial de la época dice que ambos ignoraron las solicitudes de seguridad para que dejaran de fumar en una habitación del hotel y se pusieron beligerantes. La fiscalía del Condado Suffolk desestimó el caso de delito menor antes de la comparecencia. Cruz dijo que ella estaba en Boston con Díaz de la Portilla cortejando a un cliente.

Así los intríngulis de estos casos de violencia, que ignora la ética inherente a los cargos que ostentan los implicados, el alcohol inhibieron lo reprimido y libero los demonios en estos “políticos” que pasaron a las páginas rojas del diario.

(*) Escritor y profesor universitario. Es el autor, entre otros, del libro “Bajo las alas del Cóndor”, “La Operación Cóndor contra Cuba” y “Demócratas en la Casa Blanca y el terrorismo contra Cuba”. Es colaborador de Cubadebate y Resumen Latinoamericano.

Foto de portada: EL País.

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