Cuba, cuando la “cosa” está dura
Por Orlando Oramas León* / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.
Se acerca el verano en Cuba, y con ello el período vacacional, en medio de difíciles condiciones marcadas por dificultades de diversa índole, y tras ellas el golpe demoledor del reforzado bloqueo de Estados Unidos contra la isla caribeña.
El país pasó por jornadas de fuertes lluvias que provocaron daños en viviendas y estructuras, pero también en cultivos y saldo de cuatro víctimas fatales. Antes había enfrentado la trágica explosión en el hotel Saratoga y enterrado a 47 de sus ciudadanos.
Los modelos de pronósticos auguran nuevas precipitaciones el próximo fin de semana, para las cuales las autoridades se alistan en base a la experiencia acumulada ante estos fenómenos y la colaboración de la población.
Son días calurosos los que están y los por venir, y ello hace todavía más molestos los largos apagones que se repiten a lo largo de la geografía cubana debido a roturas en las plantas termoeléctricas, necesarios mantenimientos y la falta de diesel para producir energía distribuida en estaciones de apoyo.
Los trabajadores eléctricos laboran de sol a sol, innovando y buscando potencia a máquinas de vieja tecnología que la carencia de recursos financieros, vinculadas a los cerrojos del cerco de Estados Unidos , han impedido sustituir, mientras el país trabaja según sus posibilidades en el cambio de matriz energética.
A ello se suman aprietos en el abastecimiento de alimentos de la canasta básica asociados a problemas con las navieras, también sujetas a presiones y sanciones del bloqueo de Washington.
También los cubanos resienten problemas con el transporte público en una secuela de tribulaciones que encajan con el memorando del subsecretario de Estado Lester. D Mallory a la Casa Blanca en 1960, y que devino política oficial y vigente hacia Cuba.
“Deben emprenderse todos los medios posibles con prontitud para debilitar la vida económica de Cuba […] negar dinero y suministros a Cuba, disminuir los salarios monetarios y reales, provocar el hambre, la desesperación y el derrocamiento del gobierno”, decía entonces la propuesta del alto funcionario del Departamento de Estado.
Resulta en definitiva un panorama complejo que se complica con la propia crisis económica mundial asociada a la Covid-19 y más recientemente al conflicto entre Rusia y Ucrania.
“Tenemos la convicción de que siempre vamos a vencer, aun en la peor de las situaciones; tenemos capacidad y lo vamos a hacer», aseguró la víspera el presidente Miguel Díaz-Canel en reunión con ministros, gobernadores provinciales y otros dirigentes nacionales.
Allí se debatió lo que más le duele al gobierno y en particular a los ciudadanos. Las soluciones no vendrán de golpe, pero se trabaja para conseguirlas, enfatizó el mandatario. Y subrayó que el gobierno cubano ganará todas las batallas “siempre con la verdad”.
Que todo el mundo tenga la certeza, afirmó, de que se está trabajando intensamente para superar todas estas adversidades. “Esas afectaciones no son ocasionadas por negligencia, ni por despreocupación, ni porque exista la intención de molestar o de no atender cada problema”, añadió y volvió a señalar la mano larga del bloqueo de Washington como el mayor obstáculo para el desarrollo de Cuba.
“La cosa está dura”, es una frase frecuente por estos días entre los cubanos, curtidos en afrontar incluso días peores, como aquellos más letales y de transmisión de la Covid-19. que Cuba supo encarar, y hoy consigue a la mayoría de sus ciudadanos inmunizados y con vacunas propias.
(*) Periodista cubano, autor de los libros “Raúl Roa, periodismo y Revolución”, “Pohanohara, cubanos en Paraguay” y “Cuentos del Arañero”.
Foto de portada: Yander Zamora.