Medicamentos inteligentes se asoman a los predios de la farmacología moderna

Por Flor de Paz* / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.

La inteligencia artificial, una de las tecnologías más versátiles y promisorias de nuestra era —que mediante la combinación de algoritmos persigue el propósito de alcanzar y superar capacidades humanas— también es aplicada ahora en la creación de un medicamento contra el dengue.

Liderado por la ONG europea Drugs for Neglected Diseases Initiative (Iniciativa para las Drogas para Enfermedades Olvidadas), el proyecto recientemente lanzado, da cuenta de que esta tecnología tiene un lugar en el campo de la medicina.

Dicha organización, que busca tratamientos para enfermedades que generan poco interés, se asoció en el mes de abril con BenevolentAI, una empresa británica dirigida a la búsqueda de moléculas mediante la IA.

Desde inicios de 2020 esta tecnología comenzó a emplearse en el desarrollo de fármacos. La primera molécula, ya en fase de ensayo clínico, basada en IA fue “construida” por la empresa escocesa Exscientia, en asociación con la farmacéutica japonesa Sumitomo Dainippon, publicó el sitio Infomed.

De acuerdo con el doctor Thomas Borel, director para temas científicos de la Federación de Empresas del Medicamento en Francia (Leem), “la inteligencia artificial es un enfoque metodológico del tratamiento de datos que puede servir en varias etapas del proceso de desarrollo de la industria de los medicamentos”.

Aunque, contrasta la diferencia entre los asépticos laboratorios que conocemos, con microscopios, probetas y aparatos tradicionales de biología, con los dedicados a la IA, donde las computadoras trabajan sin descanso, analizando datos a una velocidad inimaginable para cualquier ser humano.

Sus “sustancias” son los datos que ya existen para obtener nuevas moléculas de una forma más rápida. Para conseguirlo, el equipo de Yann Gaston-Mathé, dirigente de la citada empresa francesa, utilizó una base de datos global con la información de 100 millones de moléculas.

A partir de estos datos, explicó el experto, creamos un modelo que va a generar automáticamente nuevas moléculas e identificar aquellas que puedan ser activas para objetivos biológicos de interés.

Por otra parte, Aqemia, una joven empresa surgida en la Escuela Nacional Superior PSL en 2019, en Francia, desarrolló una plataforma para descubrir medicamentos gracias a la física estadística inspirada de la cuántica.

Así, nuevos términos se incorporan al argot tecnológico en el terreno del desarrollo de medicamentos, como el de inteligencia artificial calificada como generativa, según Maximilien Levesque, investigador y fundador de Aqemia.

“Inventamos moléculas que van a pegarse a un objetivo biológico específico que es causante de una enfermedad. La inteligencia artificial se alimenta de la física: necesitamos conocer la naturaleza física de la molécula y del objetivo para calcular su afinidad”, refirió.

Los avances en la aplicación de la IA en la creación de medicamentos marchan a paso de gigantes. En esta dirección, la emprsa estadounidense Bristol-Myers Squibb llegó a un acuerdo con Exscientia el año pasado y podría entregarle más de 1 000 millones de dólares.

Asimismo, en 2019, el laboratorio suizo Novartis y el gigante informático Microsoft anunciaron un acuerdo de colaboración.

Pero, aun con estos impulsos, la química de laboratorio seguirá siendo predominante en la investigación de nuevos medicamentos, pues “estos nuevos desarrollos enfrentan dificultades sustantivas, como el acceso a datos que sean susceptibles de ser explotados y la necesidad de encontrar especialistas, que dominen, por un lado, la inteligencia artificial y, por otra parte, tengan conocimientos de farmacología”.

A ello se añade que “para que un medicamento sea aceptado, es necesario que los sistemas reguladores reconozcan el valor del algoritmo”, señaló Thomas Borel, de Leem.

(*) Periodista cubana especializada en temas científicos y Directora de Cubaperiodistas.

Foto de portada: TNE.