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Gobierno uruguayo divorciado del pueblo

Por Liset García * / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.

El Frente Amplio (FA) mantiene su lucha por recuperar derechos ganados por el pueblo durante sus tres períodos de gobierno, que el actual ha dejado a merced de las medidas neoliberales, aunque en su informe de rendición de cuenta entregado al Legislativo para su análisis asegura que la prioridad son los sectores de educación, ciencia y tecnología, y seguridad pública, y estima la creación de miles de puestos de trabajo.

Es una muestra de que el papel lo aguanta todo, porque lo que se aprecia en materia de empleo, ingresos, incremento de los precios, y miles de ciudadanos alimentándose con las ollas populares, dice que el informe gubernamental de su labor en 2021 “no atiende los problemas de la gente, porque claramente se han divorciado de los problemas que la gente tiene”, aseveró Fernando Pereira, presidente del Frente Amplio, que agrupa a las fuerzas progresistas y de izquierda del país.

Pereira denunció especialmente la situación precaria que viven los docentes, que han visto decrecer sus salarios y al presupuesto del sector caer por debajo de lo que estaba en 2019. Además, según apuntó el líder del FA, “en el mejor de los casos, en 2025 dejará a trabajadoras/es con el mismo ingreso que en 2019”.

 Acerca de los montos asignados a la educación Pereira señaló a modo ejemplo, a la universidad pública más importante del país (UDELAR), la cual no tiene refuerzo presupuestal, mientras se le destinan cinco millones de dólares a la intendencia de Paysandú para construir un edificio para ese centro de altos estudios, hecho que calificó de “mamarracho”, que pretende favorecer a un intendente departamental, para que dé a la UDELAR un edificio que debiera construir la misma Universidad con presupuesto propio.

Aseguró que el FA prepara sus bases para crear consensos en torno a que este ejercicio que tendrá lugar en el Parlamento no genere la idea, como quiere el Ejecutivo, de que está resolviendo problemas pues cuando se habla con la gente, se queja de falta de medicamentos, alimentación, salario, trabajo. Y sentenció: esta “es la Rendición de las excusas”.

A propósito de la rendición de cuenta, el rector de la Udelar, Rodrigo Arim, ofreció una conferencia de prensa, en la que explicó las propuestas de la Universidad en función de los recursos solicitados al Gobierno. Dijo que la Universidad presentó a los legisladores sus prioridades, y espera que las bancadas no voten a favor de eliminar fondos que ese centro necesita dado el incremento de matrícula que se prevé, y la apertura de nuevas carreras en el interior de la nación.

El rector expresó que ”al Uruguay le faltan muchos estudiantes universitarios”, razón por la cual debería contar con más financiamientos no solo para asumir más cantidad de estudiantes, sino para que “jóvenes investigadores tengan espacios donde desarrollar su potencialidad”. Por otra parte, también señaló la necesidad de atender la solicitud de recursos para el Hospital de Clínicas de la Udelar, tal como los reciben el resto de los hospitales públicos.

Agregó que es “muy difícil pensar que la institución pueda atender bien, con la misma cantidad de docentes y funcionarios en general, a 5000 estudiantes más por año”, apuntó Arim. A tal panorama se suma que los profesores “vuelven a tener un atraso salarial importante en la comparación nacional”, y confirmó que tal como está formulada esta Rendición de Cuentas, para la Universidad “el incremento es cero”.

Al respecto, el presidente del FA destacó la media década perdida en materia de salarios, porque durante la crisis sanitaria provocada por la pandemia hubo un sector que se enriqueció hasta lo absurdo, y otro todavía está sufriendo sus embates y depende de las ollas populares. El horizonte no se vislumbra mejor hasta 2025 cuando termine su mandato el gobierno de Lacalle Pou.

El hecho es que aumentaron los impuestos, crecieron los precios de los combustibles nueve veces, y transfirieron recursos de las empresas públicas a la administración central, contrario a lo anunciado en la campaña electoral.

“En Uruguay estamos en crisis, pero es una crisis de desigualdad”, han dicho dirigentes sindicales de varias ramas en sus convocatorias a movilizaciones contra el orden imperante. La mayoría del pueblo dedica sus magros salarios, las jubilaciones y las pensiones al consumo, mientras que el dinero de los sectores empresariales es colocado en una cuenta bancaria.

Por eso, insiste Pereira, la sociedad uruguaya debe saber y analizar bien algo que se demuestra en la rendición de cuenta del gobierno: “que este modelo no funciona”.

 

(*) Periodista cubana. Colabora con Resumen Latinoamericano.

Foto de portada: Universidad de la República de Uruguay.

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