Cuba

Mujeres al Sur: A un año de alzar sus voces

Por Yaimi Ravelo / Resumen Latinoamericano Corresponsalía.

“(…) la mujer tiene otras funciones en la sociedad. La mujer es el taller natural donde se forja la vida. Son por excelencia las creadoras del ser humano. Y digo esto porque, lejos de ser objeto de la discriminación y de la desigualdad, la mujer merece especiales consideraciones de la sociedad.”

Fidel Castro (29 de noviembre de 1974)

Sopesaba en Cuba después del 11 de julio del 2021 tristeza y coraje. Más allá del estrés social cuando persisten las crisis y la vieja política estadounidense intentó mella la popular resistencia de los cubanos, aquel hecho provocó la necesidad imperiosa de defender a la nación de la violencia, proteger a todos los cubanos y cubanas de los puntos sin retornos, alejar a los hijos de la patria del odio importado. Es mal llamado cubano el que fomente el odio hacia el hermano de la tierra que los vio nacer.  

Cuando se desata en los pueblos hambre de odio y surge lo más vil de los seres sin escrúpulos, sin Patria pero con Amo, surge también como lluvia que alivia la más cruenta sequía, la nobleza, la dignidad, la belleza. Convertidas en hijas, hermanas, amigas, compañeras, madres o abuelas. Y no es que el odio sea cosa de hombres. Parir vida, esperanza y futuro provoca en la mujer el deber de resguardar sus frutos de la muerte, proteger la paz.

Graciela Ramírez Cruz ha parido desde su alma muchos hijos e hijas desde que vive en Cuba hace casi treinta años, nacidos de proyectos y mil batallas codo a codo con los cubanos.  Su alto vuelo en las luchas contra las injusticias generó en ella después de ese 11 de julio otra razón para dar vida a la solidaridad y a la esperanza.  

“Decir lo que sentimos las mujeres, como mejor lo sabemos hacer, crear un espacio para comunicar, no solo para las mujeres cubanas, sino para todas las mujeres de la Patria Grande. Para rescatar la memoria, para no olvidar jamás por qué luchamos. En honor a las que ya no están, a las que dieron su vida por luchar contra las injusticias. Son tantas las batallas por librar, tantas mujeres que aún hoy están sin voz. Démosle voz a nuestras mujeres”, -le escuché cuando proponía crear una nueva trinchera para nuestras mujeres desde la sororidad.

Mujeres al Sur arriba a su primer año este 26 de julio. La corresponsalía de Resumen Latinoamericano en Cuba se propuso acercarse al corazón de éstas mujeres que muestran en cada capítulo el compromiso con la historia, el rescate de la memoria y dar voz a las mujeres que siguen luchando por sus derechos y contra la injusticia.

“En realidad la idea de dar vida a ese espacio de podcast surge el 4 de julio, nadie imaginaba los sucesos del 11J. Pero veníamos de situaciones muy complejas y con un año de ataques a la Cultura y al Gobierno Cubano. Disputar un espacio de comunicación siempre entraña grandes desafíos, más aún si se hace con infraestructura básica, con un feroz bloqueo que dificulta enormemente el trabajo de los medios, elementales recursos y atravesando la mayor arremetida mediática contra Cuba”, -relata Graciela Ramírez Cruz, asesora y alma del proyecto.

“Las portadas de la prensa en el mundo vaticinaban una supuesta rebelión contra el Estado Socialista. El montaje de imágenes de la primavera árabe situaba en el Malecón habanero lo que había sucedido años atrás en lejanos países. Hasta el Obelisco de Buenos Aires se convirtió por obra y gracia de las Fake News en parte del montaje escenográfico cubano.

“Y salimos el 26 de Julio con Rebeldes, para honrar el Día de la Rebeldía Nacional, recordando a Fidel, Haydee Santamaría y Melba Hernández en la voz de la querida periodista Marta Rojas* y para honrar el legado de Evita, nuestra Eva Perón que un año antes del Asalto al Cuartel Moncada fallecía en Argentina dejando un legado absolutamente extraordinario en favor de la mujer y los humildes con sólo 33 años de edad.

“Las manifestaciones violentas del 11 de julio nos habían transversalizado, como comunicadoras y como mujeres era prioritario hablar de ello. Para explicarlo recurrimos a la periodista Rosa Miriam Elizalde*, una de las más calificadas analistas y estudiosas sobre los intentos del imperialismo de asestar Golpes suaves en la región, la manipulación mediática y el terrorismo en las redes sociales”.

Escucha”Rebeldes” en Spreaker.

“Ese disparador nos definió como Mujeres al Sur, hablando en forma directa desde las voces de sus protagonistas, las mujeres de la Patria Grande”, -cuenta Graciela Ramírez con orgullo.

Según la gestora del proyecto, “la singularidad del espacio se da en su carácter internacional realizado por profesionales cubanas y argentinas y en la multiplicidad de los temas que aborda con mucha altura y sin tapujos”.

Para ella, de alguna manera el interés que despierta Mujeres al Sur no sólo en Cuba; sino en los países que están replicando los episodios: Argentina, Costa Rica, Uruguay; se debe a esa singularidad, a la sencillez, la ausencia de artificios o poses edulcoradas cuando hablan de los problemas, desafíos y también de los logros.

Ana Silvia Fernández, Julieta García, Alejandra García, Lisandra Ronquillo, Patricia María Guerra, Ania Terrero, Daylén Vega, Yusmilis Dubrosky, Lizbeth Labañino y María Camila Maury son las jóvenes que acompañan a Graciela en este viaje por el mundo de las redes sociales.

Mujeres al Sur: La génesis desde sus voces

-¿Cómo se gestó el proyecto?

Alejandra: -“Recuerdo, como si fuera ayer, el mensaje que envió Graciela con la necesidad de crear un proyecto urgente. Fue cuestión de minutos, y ya estaba un grupo creado en Whatsapp con otras diez periodistas, comunicadoras, diseñadora, psicóloga, que desde el día uno recibió el nombre de Mujeres al Sur.

El proyecto surge en medio de un momento crítico, desde el punto de vista social y económico. En el país comenzaba a circular con fuerzas la variante Delta de la Covid-19, existía un miedo terrible al contagio, había estrictas medidas para evitar su proliferación en el país. Por eso, estuvimos obligadas a dar los primeros pasos a través de Whatsapp: crear una identidad, una imagen propia, idear un primer capítulo, definir entrevistadas, definir tema, definir día.

También surgió en medio del colapso de algunos hospitales del país debido a la altísima demanda de oxígeno, y en medio de un desabastecimiento abrumador, causado por la pandemia y los efectos del cerco económico de Estados Unidos.

En medio de todo aquello, que nos afectaba a todas -como mujeres, como profesionales y como responsables muchas de mantener a nuestros hijos, padres, abuelos, hogares y mascotas-, nos enamoramos del proyecto. El momento de pensar en nuestras realidades, y en cómo estarían pensando y viviendo las mujeres de otras latitudes en América Latina en un momento como ese, era impostergable”.

Anita: -“El Proyecto nace desde una iniciativa de Graciela Ramírez, quien propone un programa en formato “podcast” donde se aborden distintas problemáticas de nuestros países y de género. Particularmente me encantó la idea de realizarlo desde ambos países y sumar las voces de nuestra Patria Grande. A pesar de estar desbordada de trabajo, no podía decirle que no a Graciela ni a esta maravillosa propuesta tan necesaria en estos tiempos. Ahí nomás me sumo a un grupo de WhatsApp donde fuimos confluyendo todas”.

Daylén: -“Todo inició con un mensaje de Graciela Ramírez vía WhatsApp que decía: ‘quiero comentarte una idea’.  Inmediatamente me enamoré del proyecto, Gra* quería mi opinión sobre lo que se gestaba y al dársela, me invitó a unirme. Ahí comenzó mi historia con Mujeres Al Sur. Primero como asesora para el trabajo en redes y luego también como editora junto a Lisandra Ronquillo”.

Lisandra:“Mujeres al Sur nació en un grupo de Whatsapp que todavía se llama Mujeres en Podcast. Graciela Ramírez (Gra) nos escribió algo así como: Chicas quiero comentarles una idea. Con esa frase comenzamos a pensar nuestros 15 minutos cada 15 días. Los colores del proyecto no podían ser otros que el morado, asociado a las luchas por la igualdad de género, y el verde, relacionado a la reivindicación de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer.

Entonces las 11 mujeres que formamos parte del proyecto no nos conocíamos, pero nos conectaron largas madrugadas de trabajo pensando guiones, editando audios, diseñando banners, buscando historias en diferentes países de América Latina. Después de 27 episodios puedo afirmar con toda seguridad que seguimos construyendo nuestra identidad como producto comunicativo. Es difícil encerrar a Mujeres al Sur en una etiqueta, un tema, un sonido específico. El mayor placer radica en conectar con todas esas mujeres, que desde sus realidades denuncian, cuestionan, transforman y revolucionan. Los episodios se parecen a ellas y eso nos hace inmensamente felices”.

Julieta: -“Ese primer encuentro que tuvimos en Whatsapp a muchas no las conocía físicamente, tenía una experiencia con Lisi* y a Annia la estimaba, la admiraba, pero mi relación con Annia no pasaba de un saludo. A Yumi*, a Day*, a Patricia físicamente no sabía quiénes eran. A Camila y Lizbeth tampoco, aunque a Lizbeth si porque uno la conoce desde niña pero no habíamos intercambiado saludos. Digamos que de todo este equipo yo solo conocía a Graciela a quien admiraba, pero no tenía la idea de la clase de editora que es Graciela Ramírez, ni de ese ser tan humano, solidario, desde el punto de vista espiritual y aterrizado; que es Graciela.

La conocía y admiraba por su lucha por el regreso de Los Cinco, por la solidaridad con Cuba, pero fuera de eso no tenía idea de quién era esta mujer tan grande. Y entonces de ese primer encuentro –relata Julieta-, salió el título del podcast, el sopt del podcast: ‘15 minutos cada 15 días para abrazarnos, empoderarnos y caminar juntas en sororidad’. También salieron los colores con que haríamos nuestros logos, Yumi no estaba en ese momento, no teníamos diseñadora y justo llego a apagar el fuego en la madrugada de ese 25 para 26. Ya estaba el podcast editado pero sin diseño.

Yumi en apenas horas tuvo el diseño y salió al aire Mujeres al Sur con la identidad, fue un parto, así como tuve a mi hijo 25 horas de parto”.

Yumi: -“Ser convocada para ser parte del equipo de Mujeres Al Sur fue un llamado de responsabilidad y compromiso. Soy fotógrafa de profesión, y si hablamos del diseño debo mencionar que llego a mí de manera autodidacta, empírico, casi sin darme cuenta. Ser fotógrafa me ayudó muchísimo, pues en la fotografía como en el diseño gráfico se trabaja con reglas similares.

Representar a la mujer latinoamericana desde la  ilustración fue tener claro que tenía que crear un sello donde la diversidad de la mujer debía estar presente siempre. Nuestra América Latina es tan diversa como los colores. Y es algo que, a pesar de constituir un reto, me encanta.

Si hablamos de los colores del proyecto que son el morado y el verde, debemos recordar lo que estos colores representan en la historia de la mujer. El violeta o morado es el color oficial del feminismo. Y tomó más fuerza cuando la fábrica, Triangle Shirtwaist se incendió en 1911, dejando alrededor de 146 muertos, la mayoría mujeres que no pudieron escapar, ya que se encontraban encerradas bajo llave en las instalaciones. En el lugar se creaban camisas para hombre, de color morado y se ha contado que el humo del incendio fue violeta. Así este color se convirtió en la representación de la lucha por la equidad de género. Otro de los significados que se le da es que es el resultado de la mezcla de los colores estereotipo de género: rosa y azul.

Por otra parte, el verde representa la lucha por el aborto seguro. Es reconocido como la Marea Verde y tiene como origen Argentina. Este color se porta en el cuello o en el brazo para declarar que se está a favor de la despenalización del aborto, así como de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.

El color verde en Latinoamérica simboliza la lucha por la garantía de los derechos sexuales y reproductivos de todas las mujeres y a favor del aborto seguro, legal y gratuito.”

Camila:“En mi caso, llegué al proyecto cuando ya estaba formado. Recuerdo que Gra me contó sobre el proyecto, me incluyó en los grupos de Whatsapp, y justo en el momento en que iba a comenzar, di positivo a la COVID – 19, así que estuve unos 15 días observando, aprendiendo las dinámicas antes de incorporarme y comenzar el trabajo con las redes sociales.”

-¿Qué sintieron como mujeres comunicadoras ser convocadas para este proyecto en defensa de los derechos de las mujeres latinoamericanas?

Daylén: “Es una oportunidad de tener y dar voz a las mujeres latinoamericanas y las mujeres en general. Mujeres al Sur nos permite como comunicadoras ser el puente de difusión de esas historias silenciadas. Es un reto y un desafío constante político y comunicacional, porque aunque la producción es básicamente cubana y argentina, en el programa confluyen muchas historias y muchos contextos políticos, geográficos y culturales.”

Patricia: -“Fue una tarde extremadamente importante para mí. Saber que Graciela me había tenido en cuenta para un proyecto de esta magnitud, fue muy reconfortante. Ella nos dejó una gran idea en nuestras manos y mentes, nos prestó su apoyo a deshora, solo nos restaba articularnos y empezar a trabajar para concretar la propuesta. Entre Mujeres al Sur y yo hay como un paralelismo de entregas: por un lado, me apasionó contribuir a narrar sonoramente a las mujeres de la región y desde ahí intento concentrar todas mis fuerzas durante la semana para que cada episodio quede mejor y por otro, siento que el podcast se personifica de tal manera que es capaz de retribuir todo ese empeño que le ponemos.

Puedo decirte que, desde el 26 de julio de 2021, sigo siendo yo con otros pedazos de mujeres lo mismo negras, que originarias, ecologistas, creadoras, escritoras. Pienso que vamos acumulando los matices personales de otras historias y vamos creciendo no solo en lo profesional sino humanamente.

Particularmente, siento que mi manera de ver la vida ha cambiado en muchos aspectos, es como si Mujeres al Sur me hubiese abierto un campo tremendo de realidades humanas a explorar y me haya hecho entender cuán admirables son las personas que te permiten hurgar en sus vidas, remover sus asuntos más privados y relatarlos a una audiencia multicolor.”

Alejandra: -“Fue un gran reto. Al principio, estaba llena de preguntas: cómo podrían once mujeres llenas de ideas ponernos de acuerdo a través de un chat, cómo contactaríamos a las fuentes, cómo involucrar las realidades de las mujeres de toda la región.

Pero nos movió la necesidad y el entusiasmo. Y aunque el trayecto ha sido un constante saltar de obstáculos, hemos logrado superar cada uno de nuestros temores y responder a cada una de nuestras preguntas. Desde el inicio, logramos llegar a fuentes especializadas, a víctimas, a creadoras, emprendedoras, líderes… nos han concedido testimonios duros, emotivos. Y todo fue posible gracias a la necesidad que ven las mujeres cubanas, argentinas y de la región a tener espacios como este.”

Lizbeth: -“Un verdadero orgullo y una nueva vía de estudio en lo personal.  Siempre me ha interesado el feminismo como práctica de militancia pero con el proyecto me he visto en la necesidad y deseo de estudiar más el feminismo y su vertiente popular”.

Anita: -“Desde un primer momento me sentí honrada: que una mujer con la ética y el compromiso de Graciela me convocara me llenaba de orgullo. A eso se sumaba la idea que desde que la oí me pareció excelente, y la posibilidad de llegar a aquellos a quienes no se les da espacio, darles voz a aquellas a las que el sistema pretende callar.”

Camila: -“Me había graduado de Periodismo hacía apenas un año, mi tesis de licenciatura estabas atravesada por la teoría de género, el podcast era una oportunidad de continuar investigando en este sentido y desarrollarme profesionalmente, de manera consecuente con mi formación previa. A un año de estar viviendo la experiencia, siento que el enriquecimiento ha sido enorme, no solo como periodista, sino también, como mujer.”

Lisandra: -“En primer lugar, me sentí muy honrada de formar parte de ese proyecto. El periodismo con enfoque de género me llamó la atención desde que comencé la carrera de Periodismo en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.

Mi ejercicio de culminación de estudios sobre la Iglesia de la Comunidad Metropolitana de Cuba en Matanzas, un espacio que predica la religión desde un enfoque inclusivo y respetuoso de las identidades sexuales y de género, me permitió conversar con teólogas, reverendas y activistas de Cuba, México, Puerto Rico y Estados Unidos. Esas mujeres me enseñaron una valiosa lección desde la mirada de las disidencias sexuales y de género en el ámbito latinoamericano: la diversidad que encierran palabras como feminismo, sororidad e interseccionalidad.

Entonces, cuando Gra me incluyó en ese grupo de Whatsapp no me lo pensé dos veces. Mujeres al Sur nos ha permitido abordar temas como el orgasmo femenino, el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, las luchas antirracistas en la región, la herencia originaria de nuestros pueblos, las consecuencias de la violencia de género, la migración, las desapariciones forzadas, el feminicidio, el transfemicidio…la lista es larga y todavía nos falta tanto por indagar, denunciar y aprender. 

En el último episodio, la profesora y periodista Maribel Acosta describió una escena que define a mi entender al proyecto: ‘La metáfora de las mujeres alrededor de la hoguera contándose la vida y construyendo la vida’.”

Ania: -“Mujeres al Sur para mi es una oportunidad maravillosa. Tengo una columna de género en Cubadebate y poder ampliar esa mirada a todo el continente y hacerlo en formato podcast, -que actualmente es un formato en el boom de la comunicación- con otro grupo de mujeres talentosísimas es una oportunidad buenísima, una maravilla en manos de Graciela.

Al principio me asustó un poco como llevaríamos adelante el proyecto, pero realmente me sorprendió lo bien que fluyó el equipo y nos pudimos poner de acuerdo y así el proyecto fue avanzando. Aunque todos los días es un reto para que sea mejor, para que tenga más alcance y varíen sus dinámicas.”

-¿Es su primera experiencia profesional en un espacio sororo para redes sociales?

Patricia: -“Sí, es mi primera experiencia. Siempre me habían interesado estos temas, pero no había tenido la oportunidad de canalizar ese interés en un grupo de trabajo con estas características.”

Lizbeth: “Si, aunque realizo militancia como activista en redes desde hace algunos años relacionadas al feminismo pero desde la psicología”.

Anita: -“Yo soy la Presidenta de la Asociación Civil Caput, por la Cultura, la Comunicación y los Derechos Humanos. Tenemos una “Radio Caput” y un noticiero por WhatsApp. Hemos tenido experiencias de sororidad en redes sociales desde nuestros medios, y también conversatorios y charlas temáticas, pero nunca un “podcast”, y menos aún de las características de Mujeres al Sur.

Un programa producido desde ambos países, con identidad y vuelo propio. Realizado por mujeres diversas, desde la edad, las vivencias, las profesiones, etc., que nos comprometemos y nos complementamos logrando un “podcast” de calidad y sin tabúes, siempre con la ética, la sororidad y la construcción de un mundo más justo como bases fundacionales.”

Lisandra: -“En mi caso sí. Somos 11 mujeres diferentes entre sí, cada una con talentos propios y competencias profesionales. Esa diversidad hace más divertida la experiencia. No siempre nos ponemos de acuerdo, tenemos debates intensos, pero estamos, como se dice coloquialmente, fritas con Mujeres al Sur.”

Daylén: -“No. Yo ya había hecho podcast antes. En CubaHoy y en otra plataforma: Ivoox. Pero Mujeres Al Sur ha sido totalmente diferente a lo que había hecho. Porque Mujeres Al Sur tiene una narrativa sonora muy rica en cuanto a la creación y una misión social, por llamarlo de alguna forma, de gran peso a la hora de construir la estructura dramática del relato.”

Alejandra: – “Sí. Es la primera vez que estoy involucrada en un proyecto como este. Es, además, la primera vez que participo en un podcast o que incluso participo como locutora. Y he disfrutado cada rol.”

Julieta:“La experiencia la tenia de un año antes apoyando con podcast a Resumen Latinoamericano en tiempos de pandemia”.

-Cómo confrontaron los sucesos del 11J y el relato mediático que se instaló en los medios y las redes en el mundo para salir con su 1er episodio de Podcast el 26 de julio, honrando el día de la Rebeldía Nacional, los Héroes del Moncada y el legado de Eva Perón. Rebeldes salió contra viento, mareas y ríos de tinta contra la Revolución Cubana. Como lo vivió cada una desde sus sitios de trabajo, sus redes sociales y sus familias.

Lisandra: -“Desde lo profesional el 11J fue un gran reto. El primer episodio exigió mucha responsabilidad también a la hora de abordar los sucesos del 11J. Afortunadamente contamos con el testimonio de la Doctora en Ciencias de la Comunicación, Rosa Miriam Elizalde. Tal vez ahora lo escuche nuevamente y me pregunte ¿Qué podíamos haber hecho mejor? ¿En qué nos faltó profundizar? En ese momento todo era nuevo para nosotras, buscábamos lograr un equilibrio entre la humanización que la Premio Nacional de Periodismo José Martí, Marta Rojas, le otorga a los sucesos de 1953 y el análisis de los acontecimiento del 11J, desde la estrategia desarrollada en redes sociales, a la que se sumaron diversos medios de comunicación.

Este día dejó varias lecciones. En primer lugar, las consecuencias a largo plazo de un bloqueo económico comercial y financiero desde hace más de 60 años, combinado con la crisis sanitaria desatada por la Covid-19, las más de 240 medidas aprobadas por el presidente estadounidense Donald Trump, las carencias de diversa naturaleza y el papel que juegan las tecnologías de la información y la comunicación en estos escenarios.

Pero también fue un llamado a mirarnos internamente, analizar los desaciertos de las políticas públicas y aterrizar en las realidades de los barrios pobres y de quienes sufren crudamente las consecuencias de todos estos fenómenos. No es un día para darnos brillo en el ombligo. Las campañas desarrolladas en el ciberespacio y por diversos medios de comunicación encontraron terreno fértil en las insatisfacciones de una parte de la población y sus necesidades inmediatas. Todos aquellos espacios que no ocupemos, las conversaciones incómodas que no tengamos, los problemas que no seamos capaces de reconocer pueden convertirse en un bumerang.

Formar parte de un proyecto comunicativo como Mujeres al Sur me ha permitido escuchar también las realidades de otros países y las problemáticas que enfrentan. Por el año en el que nací, 1999, a veces es difícil entender los procesos sociales que comenzaron a gestarse en los años 60. Escuchar los horrores de la Operación Cóndor en América Latina o las historias de las más de 300 mil peruanas esterilizadas forzosamente durante el gobierno de Alberto Fujimori, te da una visión diferente. Desde la comunicación hay que encontrar un equilibrio entre en relato de nuestros padres y abuelos, con el de nuestras generaciones, que también tienen mucho que decir y grandes contradicciones que enfrentar.”

Patricia: -“Me estremecí cuando leí esta pregunta porque me transportó a aquellos días tan difíciles, de desconexión, de no comunicarnos entre todas pese a que aún faltaban muchos elementos por precisar. En algún momento temí a que no pudiéramos salir, pues faltaban entrevistas, ni siquiera teníamos la identidad gráfica terminada y de pronto, todo se concretó a una velocidad inimaginable. Todas concentramos nuestras energías para que naciera el primer episodio. En aquel momento, también tuvimos mucho de rebeldes.”

Anita: – “Efectivamente “Rebeldes” salió contra viento y marea. Desde el primer encuentro virtual de trabajo en el grupo de Whatsapp, cuando comenzamos a pensar y debatir el proyecto, el nombre, la dinámica que tendría el “podcast”, etc., nos propusimos salir el 26 de julio, honrando ese día tan simbólico, fundacional para Cuba, y ejemplo guía para los pueblos revolucionarios de muchos de los países de nuestra Patria Grande, y a su vez coincidente con el fallecimiento de Evita, una mujer que marcó y sigue marcando la historia argentina. A raíz de estos sucesos decidimos también abordar este tema en el episodio. Fue muy duro trabajar en ese contexto. Costó muchísimo. Mis compañeras “in situ”, viviendo y transmitiendo lo que sucedía, lo que los medios del imperio no cuentan. Acá desde la radio, las redes, y desde todos los espacios confrontando las mentiras, informando la realidad de Cuba. Resolvimos que esto no nos podía detener. Debíamos lograrlo, era 26 de julio, estábamos tocando historias que justamente demostraban que no podíamos quedarnos, y contra todos los contratiempos nació nuestro primer episodio, en honor a los héroes del Moncada, a Evita y a la verdad.”

Daylén: -“Rebeldes, nuestro primer capítulo se gestó en medio del contexto convulso de los sucesos del 11 de julio de 2021, donde el acceso a internet era prácticamente imposible desde Cuba y recordemos que en ese momento nuestra comunicación como colectivo era únicamente mediante Whatsapp porque estábamos también en un pico de contagios por Covid que tenía al país con medidas de aislamiento. Entonces, quedarnos incomunicadas justo cuando se creaba el 1er episodio era cosa de locos.

Aun así, Mujeres Al Sur saldría el día previsto. La madrugada del 26 no dormimos, se ajustaban los detalles, ese mismo día se crearon las redes, porque fue cuando el acceso a internet nos lo permitió, justo esa madrugada se gestó la visualidad porque además tuvimos el contratiempo de que la diseñadora que teníamos no pudo continuar con nosotras, entonces había que buscar nueva diseñadora, y estamos hablando de que ya eran las 12 de noche del 26 de julio. Fue una madrugada ardua de trabajo y siempre de creación colectiva.

Y así, el 26 de julio de 2021 a las 2pm hora de Cuba, salió Rebeldes, naciendo Mujeres Al Sur como podcast con todas sus cuentas en las plataformas sociales y con una visualidad que nos ha acompañado a lo largo de este año de trabajo y de enriquecimiento mutuo.”

Julieta:“Graciela nos convocó los primeros días de julio, luego de ello vinieron los sucesos que bien sabemos que fue algo muy manipulado, muy preparado, pero en aquellos días por primera vez una vive esa ola de agresividad.

Yo estaba por Guanabacoa con mi esposo –relata Julieta-, recuerdo que justo por Vía Blanca oímos a una madre que le decía a su hijo adolescente: ‘pero no te vayas para allá, para qué te vas a buscar líos, tú no tienes nada que ver con eso’.

Los amigos de todo el mundo comienzan a escribir queriendo saber la realidad, de ahí que nuestro primer episodio -previsto que se estrenara el 26 de julio- exige que expliquemos qué fue lo que sucedió. Es ahí donde se decide entrevistar a Rosa Miriam Elizalde, una excelente periodista, vicepresidenta de la Upec que se ha dedicado en los últimos años a estudiar los fenómenos de la manipulación y la agresión en el campo de la comunicación.”

Camila: -“Este fue el primer podcast, como no formé parte de su creación, recuerdo haber esperado su salida expectante. Cuando llegó ese minuto del podcast en que se tocaría el tema, me preguntaba cuál sería el modo escogido para tratar un suceso tan delicado, donde había tantas sensibilidades comprometidas. Definitivamente la manera en que Ania y Rosa Mirian guiaron nuestra posición fue magistral, este podcast resultó, incluso esclarecedor, de muchas dudas que habían quedado encendidas durante esos días de tanta confusión, y debate, fue una vía a través de la cual entendí que la voz de Mujeres Al Sur era tan influyente y conciliadora, y por tanto ya me sentía parte.”

Alejandra: -“El 11 de julio del 2021 ya teníamos definido muchos temas sobre nuestro primer capítulo. Sabíamos que debía ser un homenaje a 26 de julio y a sus héroes, que no podría faltarnos el testimonio de Marta Rojas, quien fue testigo de los sucesos de Santiago de Cuba, y que era también imprescindible evocar a Evita.

Pero tras los sucesos de ese día, este capítulo se volvió aún más urgente.

Recuerdo que las redes dejaron de funcionar y no pudimos volver a comunicarnos hasta un par de días después. En ese momento, me encontraba en una zona donde ocurrieron hechos vandálicos, y sentí mucho miedo.

Nada justifica la violencia, y, por más que se esforzaron por decir que se trataba de “protestas pacíficas”, yo vi sangre, vi palos, y vi mucho odio. Esa no era Cuba en las calles, y Mujeres al Sur tenía la obligación de contarlo. En Rebeldes -así nombramos nuestro primer capítulo- decidimos incluir el testimonio de la periodista cubana y experta en redes sociales Rosa Miriam Elizalde.

Ella explicó cómo hubo mucho oportunismo de medios extranjeros y de una pequeña élite de Miami, para hacer de nuestras angustias un catalizador de la violencia, y para mostrar a Cuba como un estado fallido, vulgar, violento.

Mujeres al Sur demostró que nuestra isla es todo contrario.”

-¿Cómo hacen cada programa? Cómo dividen su tiempo entre sus trabajos y sus hogares, varias son madres y tienen uno o dos niños…

Daylén: -“Mujeres Al Sur es más que un trabajo, un ejercicio de crecimiento, es parte de la cotidianidad de nosotras como mujeres y como comunicadoras. Siempre estamos creando y pensando cómo abordar un tema u otro, incluso bebiendo de nuestras cotidianidades para traducirlas en relato sonoro y en colectivo “contar” lo que vivimos las mujeres.

Se construye cuando los nenés se duermen, a ratos entre las labores hogareñas, incluso en medio de enfermedades. No es fácil, porque lleva tiempo y dedicación, pero merece la pena cada espacio dedicado, cada tiempo, cada desvelo. Porque lo sentimos muy de nosotras, es un hijo, es nuestro bebé que ahora cumple su 1er añito y que nos toca como madres seguir encaminándolo y ayudándolo a crecer.”

Patricia: -“Estamos divididas en dos grupos de trabajo, y creo que eso nos permite avanzar en cada capítulo. Tras esos 15 minutos que se publican cada 15 días hay realmente mucho de sororidad entre nosotras porque somos capaces de apoyarnos y de asumir incluso más trabajo dentro del podcast, mientras algunas compañeras tienen responsabilidades laborales o investigativas en otros sitios u obligaciones en sus hogares.

Es una tarea difícil, pero Mujeres al Sur nos atrapa a tal magnitud que no sentimos como un peso toda la obra de construcción del capítulo, sino que lo disfrutamos y nos llenamos de las fuerzas que nos transmiten nuestras entrevistadas.”

Anita: -“En primer lugar, debo decir que cada programa se hace con mucho amor. Parece “cliché”, pero es fundamental para que puedan congeniar todas las ocupaciones que tenemos y lograr un producto de calidad.

El trabajo de edición es impresionante y maravilloso. Antes, durante y después está la labor de redes y fundamental también la labor de diseño. Todas aportan lo mejor de sí mismas y nos complementamos muy bien. En mi familia somos cinco. Tenemos tres hijos, dos varones de 19 y 8 años y una nena de 16. Claramente las necesidades de cada uno son distintas: sus problemas, sus demandas y nuestras preocupaciones. Creo que es muy importante estar con ellos y compartir con cada cual según su necesidad. Maximizo el tiempo para atender lo cotidiano, disfrutar los momentos con mis hijos y cumplir con mis trabajos. Mi premisa es disfrutarlo, intentar tomar las cosas con calma, aunque se desborden. Mujeres Al Sur es una tarea que insume tiempo, pero a la vez llena el alma y eso es maravilloso. De alguna manera una siempre encuentra espacios  para las cosas que ama. Entre tareas escolares y juegos hay silencios para grabar. Incluso, tanto con mi compañero como con los chicos más grandes, de pronto hasta puedo compartir parte del trabajo y pedirles opinión. Mujeres al Sur es parte de mi familia.”

Lisandra: -“En el equipo de Mujeres al Sur hay madres, profesionales, cuidadoras de ancianos, en algún momento Patricia y yo, dividimos lo tiempos entre la tesis para finalizar la carrera de Periodismo y el podcast. Pero estos 15 minutos se convirtieron en una especie de oasis creativo donde también contar esa cotidianidad. Yo creo que para eso ha sido muy importante la definición de roles dentro de las dinámicas de trabajo. Así vamos distribuyendo los tiempos entre gestionar las entrevistas, transcribir, armar los guiones, diseñar, editar y promocionar en redes sociales.”

Yumi: -“En casa todos forman parte del proceso creativo, respetando ese momento en el que estoy inmersa en los temas que vamos abordar en el podcast. Antes de diseñar me gusta investigar sobre el tema. No me quedo con lo primero que leo busco diferentes fuentes y opiniones. Soy muy pasional.”

-Llegan al 1er año de emisión en el que abordaron temas tan diversos como complejos en lo político, social y cultural. A qué se debe el interés que despiertan?

Lisandra: -“Esa es una pregunta que se responde en nuestro capítulo 27, titulado Mujeres al Sur, donde quienes nos escuchan y han formado parte de los episodios cuentan cómo llegaron al podcast y qué retos tenemos las mujeres latinoamericanas por delante. Personalmente me atrae mucho la palabra interseccionalidad. ¿Cómo se interrelacionan la nacionalidad, la profesión, la situación económica, política y social, el color de la piel, la identidad sexual y de género, la etnia, la religión, el idioma y tantos elementos en cada individuo? Esa diversidad es clave a la hora de seleccionar los temas.”

Alejandra: -“Se debe a que no es común que existan espacios como este, con una identidad propia, con voces diferente cada vez, con contenidos interesantes, con un diseño propio. Se debe a que cada una de las que formamos parte del proyecto vamos creciendo junto con él, y damos más, y aportamos más con cada nuevo capítulo. Un año después de ese crecer constante, Mujeres al Sur es una única voz que ya gana espacios y prestigio en Cuba, Argentina y en muchos países de la región.”

Daylén: -“Creo que en mundo hay muchas necesidades de información sobre los temas referentes a las Mujeres, creo que hay mucho silencio cómplice, y Mujeres Al Sur aborda esos temas incómodos de Latinoamérica, pero que también son la realidad de otras regiones. Y lo sorprendente es que incluso despierta interés de jóvenes y hombres, porque contrario a lo que muchos pudieran pensar, nuestra audiencia no es exclusivamente femenina.”

-¿Han logrado realizar Alianzas con otros grupos?

Lisandra: -“Las Alianzas más hermosas e inmediatas han sido con nuestras protagonistas, porque a largo plazo se convierten en una red para contactar con otras mujeres de América Latina. Una de las experiencias más interesantes que vivimos al principio fue Eróticas, donde mujeres leyeron a otras mujeres sin tabú sobre el erotismo femenino. También nos sucedió con Ecologistas, donde conversaron activistas desde los Andes peruanos, la ciudad de Quito en Ecuador y la Isla Culebra en Puerto Rico, tres ecosistemas totalmente distintos. La serie ¿Dónde están? Conectó a familias marcadas por las desapariciones forzadas en Argentina, México, Guatemala, Colombia, Chile y Uruguay…Así sucede con todos los episodios. Crear alianzas es parte de lo que nos hace tan felices dentro de este proyecto.”

Lizbeth: -“Si, grupos de Solidaridad con Cuba se han unido para apoyarnos y satisfacer las necesidades que hemos tenido en torno al alcance del podcast y la posibilidad de ponerlos en las plataformas bloqueadas en acceso para Cuba como: Applepodcast; Iheartradio, Spotify.

Los grupos son Fire this time de Canadá, así como Azza y Janine amigas de la Solidaridad Internacional, y Codepink directamente con Madea Benjamin. Hemos hablado la posibilidad de crear una versión en inglés del podcast en aras de que llegue al público anglosajón.”

Alejandra: -“Lo que más agradezco de Mujeres al Sur son las alianzas. Con el pretexto de lograr entrevistas, hemos creado una red de apoyo única. Y las primeras fuentes nos conectan con otras, y los amigos de sus amigos saben, han escuchado algún capítulo, han visto alguno de nuestros diseños.

Cada vez es más fácil lograr testimonios, llegar más allá de las fronteras de América Latina. Hemos recibido solicitudes de ampliar el espectro y que Mujeres del Sur ya no sean solo del Sur, sino del Mundo.”

-Este 1er año ha sido sumamente complejo:  ataque brutal contra el gobierno cubano, efecto del recrudecimiento del bloqueo  en medio de una pandemia, la difícil situación económica, las dificultades con los alimentos, las medicinas y el transporte, sumado a los apagones. En quiénes se inspiran y encuentran las fuerzas para salir cada 15 días al aire con las voces de las Mujeres al Sur?

Alejandra: -“Me inspiro en mi madre, mi abuela, mis amigas, mis vecinas, mis colegas, y en mí. Lograr que se conozcan las realidades de las mujeres de nuestras sociedades y en específico, las personas imprescindibles para sentirnos plenas.”

Lisandra: -“Los ejemplos más inmediatos deben ser nuestras madres y abuelas. Ellas tienen historias que contar y nos han transmitido esa sabiduría después de años enfrentando contradicciones y dificultades propias de sus tiempos. Las mujeres latinoamericanas son también nuestra gran inspiración. Nos falta mucho por escuchar, abordar en el programa, profundizar. Ahora mismo tenemos pendientes temas como el emprendimiento, la mujer rural, el conflicto en Palestina, la mística de nuestros pueblos…Por último y no menos importante, la inspiración la encuentro también en nuestro colectivo de 11 mujeres diversas, independientes y empoderadas.”

Daylén: -“Nos inspiramos en quienes nos escuchan, en quienes confiaron – y confían – en nosotras para abrir sus vidas y exponerlas en un espacio radial de 15 minutos, en quienes nos rodean, nuestras madres, abuelas, hijas, compañeras, en las mujeres que vemos en la calle, en nuestros centros laborales, en las noticias. Mujeres Al Sur es un poco como los mosqueteros: Una para todas y todas para una.”

Julieta: -“La inspiración está en la realidad de las mujeres que entrevistamos, muchas están en situaciones más precarias que las nuestras. Seguir soñando con cada trabajo me hace muy feliz, cada vez que uno hace una entrevista y sientes que estas aprendiendo. Por otra parte te inspiran esas mujeres que se sienten reconocidas y sientes que les diste una inyección para seguir adelante.”

Camila: -“Mi mayor inspiración es Gra, a quien debo estar hoy en el Podcast y muchas otras enseñanzas acerca de su espíritu y fuerza. La otra motivación está en las entrevistadas, en el tiempo que ellas dedican a contarnos su historia. Me da mucha energía tomar fragmentos de sus palabras y reproducirlas en historias, para que nuestra audiencia las recuerde, o sienta deseos de ir al podcast otra vez.”

-¿Cómo avizoran el futuro de las mujeres en la región?

Lisandra: -“Es difícil definirlo. Ahora mismo se libran importantes luchas sobre la autonomía de los cuerpos, los liderazgos de las mujeres, contra la violencia de género, por las identidades sexuales y de género, contra todo tipo de discriminación, el feminicidio, el trasfemicidio. Cada mujer libra sus propias batallas, pero sus luchas conectan a su vez con la de muchas otras que padecen esas problemáticas.

Los feminismos, tan diversos, tiene el gran reto de reconciliarse entre ellos, escucharse, aprender de otros, incluso de aquellos que no abrazan la palabra feminismo. Por eso me gusta tanto la palabra sororidad, implica sensibilidad ante el dolor del otro, la conciencia de las contradicciones propias pero la solidaridad con quienes ahora mismo intentan transformar sus realidades.”

Patricia: -“Cada día se nos plantean obstáculos que muchas veces conllevan a lamentables realidades, como los feminicidios, las violaciones, las prohibiciones…sin embargo, la mujer latinoamericana es fuerte, empoderada, segura, luchadora y eso con todos sus matices lo hemos intentado mostrar en nuestros episodios. Mientras exista la necesidad de levantar la voz contra las injusticias, es porque aún en el mundo no se ha interiorizado realmente que lograr la equidad entre mujeres y hombres no debe constituir un mérito aplaudible, sino que debe entenderse como parte de un proceso de construcción social colectiva y consciente que nos abrace a todos y a todas.

El avance de la derecha y con ella, de políticas fascistas en nuestra región, impondrán inexcusablemente retrocesos a nuestra lucha; por eso la unión entre mujeres y hombres progresistas sigue siendo el imperativo. No callarnos, no soltarnos de las manos para caminar juntos y juntas, no descansar hasta que el panorama regional muestre cambios concretos y evidentes.”

Alejandra: -“La región está en un momento frustrante: Los políticos insisten en decidir sobre los cuerpos de las mujeres, continúan las desapariciones, las violaciones, la discriminación, y no creo que haya mucha mejoría en un futuro cercano. Mientras eso ocurra, e incluso, aunque exista una única mujer violentada o vulnerada en la región, Mujeres al Sur estará, y tendrá un tema que lanzar cada 15 días.”

Julieta: -“El futuro de Mujeres al Sur es más trabajo –sonríe-. Sí, hay que ponerse las pilas, hacer mucho más cosas, ir a la presencialidad. Todas debemos nuclearnos aún más y seguir haciendo por este proyecto. Cuando escuchas un capitulo como el 27, que viene siendo el resumen de un año, te das cuenta que el compromiso que tienes es mayor, por tanto, tu trabajo debe ser superior. Y ahí debemos nuclearnos cada una de nosotras y dar más de ese potencial que tenemos.”

Camila: -“Alguien que quiero, me ha comentado varías veces la siguiente reflexión: Cada generación es más consciente y avanzada que la anterior, nuestros padres eran más progresistas que nuestros abuelos y nosotros lo estamos siendo más que nuestros padres, y nuestros hijos nos superarán. Me encanta pensar que así será y que las mujeres de hoy estamos abriendo los oídos de las que vendrán.”

Daylén: -“Creo que hay un despertar, pero falta mucho trabajo por hacer, mucha conciencia que generar. Mucho respaldo que dar. En la unión está la fuerza y es algo que hay que interiorizar, el cambio y el respeto parten de la individualidad para tornarse colectivo. Las mujeres TODAS debemos estar unidas para alcanzar igualdad social, respeto, dignidad.”

Si me preguntaran qué las hace especiales tendría que responder: escúchenlas. Son 11 mujeres diferentes, de diversos físicos, edades y subjetividades, desde sus cotidianidades se apropian de las experiencias y problemáticas por las que puede transitar cualquier mujer. Confluye la empatía y la solidaridad, hermanan principios y valores, forman una familia en sororidad.

26 en 26

REBELDES y SOBERANAS

CANTORAS y RESILIENTES

VALIENTES, LIBRES, PRESENTES

Mujeres que peinan canas.

Trabajo arduo. Semanas

De desvelos seductores.

NEGRAS, ALIADAS, AMORES

Traspasando las fronteras

ESCRITORAS, GUERRILLERAS

Más que Podcast brotan flores.

Germinan, SOBREVIVIENTES

Con poder de RESCATISTAS.

FEMINISTAS, ACTIVISTAS

con relatos contundentes.

Mujeres son continentes.

CINEASTAS, CUIDADORAS,

LIDERESAS y CREADORAS,

Sin mediar la geografía.

Con la igualdad como guía

Y siempre siendo sororas.

NOSOTRAS somos el puente

Que da voz a esa mujer

Que entrega todo su ser

Por un mundo diferente.

La narración congruente

de FAMILIA, ECOLOGISTAS,

MIGRANTES, MADRES, artistas

Mujeres ORIGINARIAS

Podcast de historias varias

Once, todas… feministas.

Daylén Vega

“El feminismo es una forma

de vivir individualmente

y de luchar colectivamente”.

Simone de Beauvoir

Notas:

*Marta Rojas, notable periodista y escritora cubana, dio cobertura al Juicio a los Moncadistas y fue la mujer que publicó el alegato de Fidel “La historia me absolverá. Falleció en La Habana, el 3 de octubre del 2021.

*Rosa Miriam Elizalde: Periodista cubana. Vicepresidenta Primera de la UPEC y Vicepresidenta de la FELAP. Es Doctora en Ciencias de la Comunicación y autora o coautora de varios libros. Ha recibido en varias ocasiones el Premio Nacional de Periodismo “Juan Gualberto Gómez” y el Premio Nacional “José Martí”, por la obra de la vida. Fundadora de Cubadebate y su Editora jefa hasta enero 2017. Es columnista de La Jornada, de México.

*Lisi, Yumi, Day, Gra, diminutivos de Lisandra, Yusmilis, Daylén y Graciela.

*Lizbeth Labañino, hija de Ramón Labañino, uno de los Cinco Héroes de la República de Cuba.

Fotos e ilustraciones: Yusmilis Dubrosky / Mujeres al Sur.

 

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