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Argentina: Pese a la falta de acuerdo con el FMI, preparan un pago a cuenta de la deuda

Por Marcelo Di Bari.

El gobierno se dispone a realizar un pago parcial cercano a los U$S 1.700 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI), a cuenta de los vencimientos correspondientes a este mes. Ese monto, que cubre poco más del 60% de las obligaciones previstas, sería abonado una muestra de buena voluntad para no entorpecer las negociaciones con ese organismo, que buscan una reformulación del acuerdo de facilidades extendidas celebrado el año pasado.

El estancamiento de las discusiones provocó que el FMI haya demorado el desembolso previsto inicialmente para la primera quincena de junio, según lo resuelto en el acuerdo de facilidades extendidas celebrado el año pasado. Sin ese dinero, el gobierno no cuenta con recursos para responder a los vencimientos derivados del programa anterior, el stand by concedido en 2018 al gobierno de Mauricio Macri.

La razón es simple: los desembolsos de uno coinciden con los pagos del otro, para que Argentina siempre cuente con dinero que le impida caer en default con la entidad. Ese “calce” significará que en los hechos la devolución del préstamo original se postergue cuatro años, hasta el vencimiento del nuevo crédito.

En el cronograma original, Argentina debía realizar dos pagos de capital en junio, los días miércoles 21 y el jueves 22, por un monto cercano a los U$S 2.700 millones de dólares. Para hacer frente a esa obligación y a otras pactadas para julio, el FMI iba a girar U$S 4.000 millones. Pero esta remesa nunca fue autorizada por su directorio.

Ante ese panorama, el gobierno ya tiene decidido echar mano al remanente de DEG (la moneda virtual en la que se efectúan las transacciones con el Fondo Monetario) disponibles en la caja del Banco Central. Ese saldo es el que quedó de las asignaciones y pagos realizados en las etapas anteriores del programa.

Lo que está en juego es la continuidad del acuerdo que alcanzaron en marzo de 2022 la directora del FMI, Kristalina Georgieva, y el entonces ministro de Economía, Martín Guzmán. Allí se estipulaban revisiones trimestrales para verificar que las autoridades argentinas cumplieran exigentes metas en lo referente a la reducción del déficit primario, el cese de la emisión monetaria y la acumulación de reservas internacionales.

Sin embargo, después de un estricto cumplimento alcanzado el año pasado, en el primer trimestre de 2023 las cuentas no cerraron. El gobierno argumentó que las consecuencias de la fuerte sequía redujeron a la mitad la cosecha agrícola y produjeron una caída en los ingresos de divisas cercano a los U$S 20.000 millones.

Argentina y el FMI: discusiones técnicas y políticas

Las discusiones técnicas empezaron a mezclarse con las circunstancias políticas. Después de la corrida de abril que dejó los tipos de cambio no oficiales al borde de los 500 pesos, desde el Ministerio de Economía se empezó a negociar un adelanto de desembolsos para dotar al Banco Central de un colchón de reservas que le permita disminuir la incertidumbre. Además solicitó luz verde para que parte de ese adelanto pueda ser utilizado para intervenir en el mercado cambiario y evitar la volatilidad.

Por ahora la respuesta del FMI fue un “ni”. Su staff técnico que lidera el venezolano Luis Cubeddu cree que si las divisas entregadas se gastan en frenar una estampida del dólar, la entidad no podrá cobrar sus acreencias. Por eso no emite dictamen a favor ni en contra y espera una resolución de las esferas más altas, encarnadas en Gita Gopinath, la vicedirectora del Fondo que tomó a su cargo las líneas directivas de las discusiones con Argentina.

Pese a las dudas y las demoras, las reuniones virtuales continúan. “El FMI continúa las conversaciones con las autoridades argentinas sobre el fortalecimiento del programa del país. Los equipos están trabajando duro”, dijo la vocera de la entidad, Julie Kozack.

Los tiempos electorales complican cualquier resolución. El ministro de Economía, Sergio Massa, postergó su viaje para hablar con Gopinath hasta que los negociadores de ambos lados lleguen a un principio de acuerdo sobre esas cuestiones.

A la vez, en Washington quieren saber en qué rol llegará Massa, teniendo en cuenta que su nombre da vueltas como uno de los posibles presidenciales de Unión por la Patria y que hasta podría renunciar a su cargo para entrar en campaña. La respuesta se conocerá el sábado, cuando se cierren las precandidaturas para las elecciones.

Tomado de Tiempo Argentina/ Foto de portada:  Johannes P. Christo/ Reuters.

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