Declaración para la Vigilia en el Edificio Metodista en Whashington DC para que Cuba sea removida de la lista de países que patrocinan el Terrorismo
“ Porque yo sé los planes que tengo para
vosotros –declara el SEÑOR–, planes para
prosperaros y no para haceros daño,
planes para daros esperanza y un futuro.”
Queridos hermanos y hermanas, esta tarde estamos aquí unidos con ustedes, desde Cuba, en diferentes iglesias y lugares. Los saludamos y les hablamos de todo corazón desde el Consejo de Iglesias de Cuba.
Hoy en todo nuestro país, desde nuestros hogares, en muchas iglesias locales y casas de oración nos unimos en la oración y en la esperanza, para que el Dios de amor, paz y justicia permita que se detenga el sufrimiento, el dolor y la angustia causados a todos los cubanos y nuestras familias en general.
Las sanciones y el bloqueo, que algunos llaman embargo, provocan situaciones difíciles para la vida cotidiana de todo cubano, llegando en ocasiones incluso a la muerte. La privación de alimentos, medicinas, falta de acceso a recursos económicos, salud y bienestar en general impiden el desarrollo digno y humano que cada persona requiere.
También impide a la iglesia llevar a cabo su labor evangelizadora y humanitaria al privarla del acceso a muchos recursos e intercambios. Afecta significativamente las relaciones fraternales entre hermanos y hermanas que profesan la misma fe y el mismo amor tanto en Cuba como en Estados Unidos.
Es totalmente contrario a la voluntad del Dios de amor y verdad que quiere la unidad y el intercambio de los pueblos en todos los sentidos, para que todos alcancemos la felicidad. El Bloqueo, las sanciones, tener a Cuba en diferentes listas, especialmente la lista de países que patrocinan el terrorismo no produce alegría, no produce fraternidad, no produce esperanza, sólo trae dolor a los pueblos.
Todo lo anterior es contrario a Dios. Nuestra voz es una voz más, uniéndose a la de los niños con cáncer que no pueden recibir los medicamentos adecuados, de los ancianos que no pueden acceder a los alimentos necesarios, de las personas en general que no
tienen pleno acceso al agua, de los científicos a los que se les niega el acceso a los recursos , información y conocimiento; la voz de niños cuyo talento artístico se ve frustrado por la falta de herramientas para desarrollar sus dones, de padres, madres y abuelos que dedican grandes esfuerzos para sostener la vida día a día en medio de la adversidad, la voz de los cubanos que solo piden vivir en igualdad, en armonía y en paz.
Es preocupante pensar que hay personas en posiciones de poder y autoridad que piensan que el Bloqueo y las Sanciones son lo correcto. Les pido que evalúen en su corazón, que evalúen en su razón; qué pasaría si sus familias, sus hijos, sus hermanos y hermanas, si sus amigos tuvieran que vivir bajo esas situaciones y bajo esas imposiciones. Quizás al mirar y ponerse en la situación de los demás puedan entender por qué ustedes y nosotros estamos hoy aquí.
Expreso a Dios mi inmensa gratitud por todos ustedes, por el pueblo americano y por esta gran nación.
Gracias, gracias, gracias, gracias, porque sabemos que no estamos solos porque Ustedes camina con nosotros. Sabemos que al final se hará realidad el sueño de paz, amor y armonía entre los pueblos, porque lo estamos haciendo desde hoy junto al Dios de la vida y de la esperanza, construyendo juntos por el bienestar de Cuba, por el bienestar de Estados Unidos, por el bienestar de todos. La vocación y la voluntad de Cuba es la paz
Rev. Joel Ortega Dopico
Presidente del Consejo de Iglesias de Cuba
Foto de portada: Bill Hackwell