Culturales

FIC Gibara 2023: ¿Que 20 años no es nada?

Desde la tribuna del Festival Internacional del Cine Pobre, que fundó y presidió Solás, se exhortó a la democratización y la libertad del cine.
Hace unos días se celebró la edición 17 del Festival Internacional de Cine de Gibara (FIC), para honrar los 20 años de su fundación.

El FIC Gibara 2023, fue una vez más la fiesta del cine y de la cultura, que ansía la conocida Villa Blanca de la provincia Holguín, en el oriente cubano. Tuvo lugar del 1 al 5 de agosto con el auspicio del Ministerio de Cultura, el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), colaboradores internacionales, locales y los Gobiernos de ese territorio.

Dos décadas después
Quién dice que 20 años no es nada, frente a esta tradición hermosa de sembrar cultura cinematográfica y hacer posible los sueños de los creadores. El que fuera conocido como Festival Internacional del Cine pobre de Gibara, es hoy Festival Internacional de Cine de Gibara, un espacio para la vanguardia artística.

Esta vez, la novedad fue la entrega del “Premio Lucía de honor” para el actor, productor y cineasta cubano Jorge Perugorría, quien estuvo al frente del festival de 2016 a 2022.

Jorge Perugorría Rodríguez o El Pichi, es un popular actor de Cuba, quien trascendió internacionalmente con el personaje de Diego, en la película cubana “Fresa y Chocolate”, dirigida por Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío, en 1993.

El actor, productor y cineasta cubano Jorge Perugorría, recibió el Premio Lucía de honor / Foto: Periódico Ahora

Perugorría, comenzó su carrera cinematográfica en 1991, desde “Bocetos”, obra del Director Tomas Piard. Antes, desde 1985 expresó su potencial artístico en la pieza teatral “Historia de un flemón” y desde entonces su talento e incansable trabajo, es manifiesto en todas las artes. Fue también amigo del desaparecido director cubano, Tomás Gutiérrez Alea (Titón), su gran maestro.

El actor cubano más reconocido actualmente por el cine internacional, Jorge Perugorría, fue el Presidente de Honor a partir de esta edición 17 del FIC Gibara 2023. Según trascendió en conferencia de prensa en esa localidad, es destacada su participación en el relanzamiento del Festival, particularmente cuando la pandemia de Covid-19 paralizó al mundo.

El Premio Lucía de Honor fue entregado a actores y cineastas cubanos e internacionales de gran relieve estético, comenzando por una de las protagonistas del filme: Eslinda Nuñez. Le siguieron actores y directores cubanos como Adela Legrá, Enrique Pineda Barnet, Salvador Wood, Mirta Ibarra, Daisy Granados, Fernando Pérez, el actor y productor puertorriqueño Benicio del Toro y el benemérito actor cubano Mario Limonta.

El galardón “Lucía de Honor”, es un relieve simbólico por la obra de la vida, inspirado en la icónica película de igual nombre realizada por Humberto Solás en 1968. Lucía, está considerada por la crítica mundial entre las diez películas antológicas del cine del Tercer Mundo.

Celebración del Séptimo Arte
En la fiesta del cine concursaron en idioma original, por las categorías de largometraje y cortometraje de ficción, largometraje y cortometraje documental, asimismo obras de animación y videoarte. Lo hicieron todas las obras cubanas y del mundo, previamente subtituladas al español, que hayan sido concluidas desde 2021, hasta el presente. Lo que da margen a quienes durante la pandemia, se mantuvieron creando.

En la red social Facebook y desde la Villa Blanca, Sergio Benvenuto Solás, director general del certamen, adelantó que fue un evento multicultural, colmado de cine, música y expresiones artísticas variadas, para respaldar la calidad de las obras propuestas por un grupo de programadores de importantes festivales internacionales.

Igualmente, el director del Festival Internacional de Gibara, dijo que: “Cuando en 2016 Jorge Perugorría toma las riendas del Festival Internacional del Cine Pobre, el certamen gibareño, hoy referente de proyecto multicultural comunitario, culminaría una etapa en la que esencialmente una errática bianualidad lo había dañado y desarticulado del resto de los certámenes cinematográficos. Perugorría logró que el evento recuperara su ciclo anual y con su impronta y liderazgo llevó a #FICGibara a alcanzar un pico extraordinario en 2019.”

En la página #FICGibara, también se expresa que: “Varios cineastas coincidirían en la necesidad de crear un espacio de exhibición para todas las obras procedentes del cine joven y más crítico, sobre todo después de la desaparición de la Muestra Joven del ICAIC, que cumplía con tales funciones”.

A propósito, se cita el trabajo de Jorge Luis Lanza Caride , del periódico cubano “5 de Septiembre”. “Con la aparición de espacios como La Muestra Joven ICAIC en el 2001, el Festival Internacional del Cine pobre, de Gibara (hoy Festival Internacional de Cine de Gibara); El Almacén de la Imagen, de Camagüey, La Muestra Itinerante del Caribe, entre otros, la producción fílmica independiente ha alcanzado una visibilidad sin precedentes.

En ese sentido hay que reconocer la contribución realizada por los eventos cinematográficos realizados en las provincias con mayor escasez de recurso y menos notoriedad mediática para promover la obra de los creadores independientes, como el Festival de cine Yurumí de Matanzas, el extinto Sur imagen, con gran impacto en nuestra ciudad, el Festival de Invierno de Santa Clara, el Taller de la crítica cinematográfica de Camagüey, el Santiago Álvarez in Memoriam, entre otros.

Afirma Jorge Luis Lanza Caride que, “el Centro Provincial de cine en Cienfuegos ha convocado a un panel sobre la memoria histórica del cine independiente en Cuba, sus retos y desafíos en el actual contexto”. “En coherencia con una mirada inclusiva y desprejuiciada, a tono con los nuevos tiempos y las ventajas derivadas del Decreto 373 para el Fomento del Cine independiente en Cuba”.

El programa cinematográfico contuvo -un siempre provechoso- evento teórico con libre acceso, así como las aclamadas actividades comunitarias con la contribución de otras manifestaciones artísticas, que hacen de esta fiesta del cine un evento popular sin igual.

La amplia cita multicultural, fue precedida por un desfile de inauguración por la calle Independencia, donde los anfitriones, artistas invitados, y el pueblo de la ciudad costera, disfrutaron del evento.

Solás
Gracias al empeño fundacional del director cubano Humberto Solás, quien legó un aporte teórico a través de su imprescindible “Acerca de una estética del Cine Pobre” o del “Manifiesto” inaugural, fue definido un concepto.

“Cine pobre no quiere decir cine carente de ideas o de calidad artística, sino que se refiere a un cine de restringida economía que se ejecuta tanto en los países de menos desarrollo o periféricos, así como también en el seno de las sociedades rectoras a nivel económico-cultural, ya sea dentro de programas de producción oficiales, ya sea a través del cine independiente o alternativo”, dijo Solás, Premio Nacional de Cine Cubano, en 2005.

Cuando en 2016, conceptualizó cómo pudiera el cine, salir definitivamente de la barbarie, dijo que este tipo de iniciativa, “repercute en una gradual democratización de la profesión, al desequilibrar el carácter elitista que ha caracterizado a este arte vinculado inexorablemente a la industria”.

Igualmente el cineasta y gran visionario, supo cómo estimular la reducción de costos de producción, para insertar la cinematografía de grupos sociales y de comunidades, que nunca antes habían tenido acceso al ejercicio de la producción del cine. Al respecto afirmó que la experiencia de este propósito: “Nos permitirá luchar contra el espectáculo de la violencia gratuita cinematográfica, que envilece a las audiencias y especialmente a los espectadores más jóvenes”.

Ello –dijo- admitirá la polivalencia de estilos, legados y propósitos de un arte que no será patrimonio de un solo país, ni de una sola e impositiva concepción del mundo. “Para que esto ocurra eficazmente, habrá que derribar el muro del control de la distribución cinematográfica por un solo grupo de mayores o transnacionales, que genera la alienación del público, al no tener este acceso a las obras de sus autores nacionales”.

El director cubano Humberto Solás, nació en Cienfuegos y falleció en 2020, en Estados Unidos. Dirigió su largometraje “Lucía” en 1968, considerada por especialistas de la crítica cinematográfica internacional, como una de las diez películas más importantes de la historia del cine iberoamericano.

La estética de Humberto Solás, sustentada por la experimentación apasionada, amasa el legado clásico y explora en las corrientes de la vanguardia cinematográfica contemporánea.

Figuran entre sus emblemáticas obras para el cine: Manuela, Lucía, Simparelé, Cantata de Chile, Wifredo Lam, Cecilia, Amada, Un hombre de éxito, El siglo de las luces, Miel para Oshún y Barrio Cuba. Así como Horcón, que fue Premio Coral al mejor guion inédito inspirado en una idea de Rodrigo Gonçalves (Brasil), en el XX Festival Internacional del nuevo Cine latinoamericano, La Habana, Cuba, 1998.

Tribuna del Festival
Desde la tribuna del Festival Internacional del Cine Pobre, que fundó y presidió Solás, exhortó a la democratización y la libertad del cine.

Para ello escogió al poético paraje cubano de Gibara, en la provincia de Holguín. El enclave portuario de La Villa Blanca, constituyó en el Siglo XIX, un acceso importante por mar a la zona norte del oriente cubano. También posee uno de los más significativos conjuntos arquitectónicos coloniales de la provincia holguinera, venido a menos con el tiempo, pero con una evocadora e íntima belleza.

Gibara es desde el año 2002, la sede permanente del Festival de Cine creado por Humberto Solás y su Centro Histórico Urbano fue declarado Monumento Nacional en el 2004.

Para su prestigioso seguidor, Jorge Perugorría, el pueblo gibareño es el verdadero protagonista de este certamen, aferrados en mantener vivo el sueño fundador de Humberto Solás. Perugorría defiende con este espacio el poder transformador del arte en la sociedad, “el Festival va a mantener su espíritu creativo, como lo soñó Humberto, y por tanto confluirán en su desarrollo otras manifestaciones del arte y la cultura”.

 “Lo fundamental es que los eventos profesionales tengan la importancia de los últimos festivales, buscando el máximo nivel de calidad en las selecciones”, sostiene siempre Benvenuto Solás, director del FIC, con el enorme reto que significa hacerlo en un contexto económico complejo a nivel mundial.

En 2017 fue creado el “Premio Humberto Solás al cine en construcción”, otorgado bajo el Manifiesto de Cine Pobre. Consiste en 10 mil dólares y la postproducción de la película en México. Su objetivo es continuar el apoyo al cine comprometido, de bajo presupuesto, pero de alto nivel artístico, que defendió el impulsor de este espacio.

En su blog La Pupila Insomne, escribió Antonio García Borrero, crítico de arte, ensayista, e investigador del cine cubano: “Antes de morir, Humberto Solás tuvo tiempo de reinventar una ciudad nombrada Gibara. Puso en ello el mismo esmero con que preparaba la más fastuosa de sus películas: su Festival de Cine Pobre es un ejemplo de cine de autor devenido arquitectura espiritual; catedral donde cada año van a refugiarse un sinnúmero de soñadores sin más recursos que las quimeras”. Dijo García Borrero, quien es el Premio Nacional de Crítica, 2023.

Un festival de cine que restaura la fe en el Séptimo Arte y la certeza que han conseguido los gibareños, que no es sólo cultural, sino por todo lo que puede dar la influencia del arte en una localidad, al ofrecerle herramientas para que puedan realizar su sueño en Gibara, Cuba.

Una fiesta del cine que celebró su primera edición entre el 21 y el 26 de abril de 2003 y pronto festeja sus 20 años.

Tomado de TeleSUR/ Foto de portada: @CulturalHolguin.

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