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Vasapollo: la nueva condena del Papa Francisco al neocolonialismo alienta a África a vencer el desafío del imperialismo

Por Aurelio Tarquini.

“El Papa Francisco se expresó hoy de forma clara y definitiva, renovando, sin lugar a dudas, una vez más su condena de toda forma de colonialismo y su pleno apoyo a la defensa de la autodeterminación de los pueblos de África”. El profesor. Luciano Vasapollo, decano de economía de la Universidad La Sapienza de Roma y fundador de la “Escuela de economía decolonial, antropológica y socialista”, comenta así, en conversación con FarodiRoma, el nuevo llamamiento de Bergoglio pronunciado en la Plaza de San Pedro, en el contexto de una catequesis dedicada a Daniele Comboni, el obispo misionero que a finales del siglo XIX cambió radicalmente la actitud de la Iglesia católica hacia África.

“La esclavitud ‘cosifica’ al hombre, cuyo valor se reduce a ser útil a alguien o a algo”, explicó el Pontífice, expresando la conciencia de que “desgraciadamente, sin embargo, la esclavitud, como el colonialismo, no es una memoria del pasado”. “En África, tan amada por Comboni, hoy desgarrada por numerosos conflictos, después del político, se ha desatado un colonialismo económico igualmente esclavizante. Es un drama ante el cual el mundo económicamente más avanzado a menudo cierra los ojos, los oídos y la boca.”

Luego, Francisco renovó su llamamiento, ya hecho durante el encuentro con las autoridades, en Kinshasa, el 31 de enero de 2023: “Dejen de asfixiar a África: no es una mina que explotar ni un suelo que saquear”.

Vasapollo también recordó el mensaje de Francisco en el foro “Colonialismo, descolonización y neocolonialismo: una perspectiva de justicia social y bien común”, que tuvo lugar los días 30 y 31 de marzo en la Casina Pío IV del Vaticano por iniciativa de la Academia Pontificia para Ciencias Sociales: “El sometimiento y explotación de los pueblos mediante el uso de la fuerza o la penetración cultural y política es un delito, porque no hay posibilidad de paz en un mundo que descarta poblaciones para oprimirlas. Esto, de hecho, nunca será posible si no hay una integración real de los pueblos excluidos en los sistemas políticos de representación, a través de un sistema de cuotas, y si sólo el poder hegemónico ocupa el espacio político”.

“Francesco – explica el profesor de La Sapienza – identifica claramente el neocolonialismo como un colonialismo que ha cambiado en sus formas, sus métodos, sus justificaciones. Como muchos otros fenómenos políticos y económicos, escribió Francisco, se virtualiza, se camufla, se oculta, lo que hace difícil identificarlo y eliminarlo”.

Éstas son las características del colonialismo contemporáneo. Como si, subrayó el Pontífice, “varios siglos de experiencias históricas sangrientas e inhumanas no hubieran servido para madurar una idea global de liberación, autodeterminación y solidaridad entre las naciones y los seres humanos”. Ahora todo es más sutil y existe el riesgo de que las causas reales que llevaron al colonialismo sean sustituidas por lecturas históricas que justifiquen la dominación con las supuestas deficiencias naturales de los colonizados”.

“Una vez más – señala Vasapollo – el Papa destaca la lucha por la autodeterminación y contra el colonialismo de ayer y el colonialismo de hoy. Y pide resistencia contra el colonialismo económico, que es peor que el anterior, porque representa una forma de explotación violenta, que no sólo tuvo lugar en suelo africano. Este discurso del Papa Francisco nos empuja a reabrir un análisis, una reflexión, que hemos hecho varias veces por nuestra parte, sobre la resistencia al unipolarismo, al norcentrismo y, por tanto, a las formas de imperialismo”.

“Una reflexión sobre las palabras muy claras del Papa Francisco, de este gran revolucionario, nos hace comprender cómo su análisis de los desequilibrios que se siguen produciendo en el mundo actual nos muestra que están claramente asociados a que hay países que tienen una una riqueza absolutamente desproporcionada con respecto a otras, situación que pone de relieve el poder que está al servicio de la desigualdad, por tanto de la opresión, de la explotación por parte de los países dominantes, o más bien de las potencias coloniales, un colonialismo que tiene nombre y apellido, es decir, los responsables de la perpetuación de la pobreza extrema, la desigualdad, la ausencia de libertad, la ausencia de derechos: esto significa que la denuncia del Papa Francisco contra el colonialismo trae consigo la necesidad de la independencia del imperialismo, que se debe lograr mediante la autodeterminación de los pueblos de África, de los pueblos del Sur”.

“Es este contexto – explica Vasapollo – el que analizamos como el terreno de las luchas contra el unipolarismo. Vemos, por ejemplo, que se está creando en el Sahel una nueva zona de cooperación, de solidaridad, que representa ahora la máxima expresión actual contra el imperialismo europeo, particularmente el francés, que hoy puede interpretarse como la respuesta contra la subordinación, contra la injerencia. de las potencias dominantes y, por tanto, un estímulo para los países y los pueblos, y aún más para las clases subalternas de África, a buscar formas alternativas de desarrollo y cooperación que se basen precisamente en la complementariedad y en la soberanía política y económica nacional sobre la autonomía correspondiente. formas de resistencia. Todo esto – concluye Vasapollo – desde nuestro punto de vista nos anima, con las palabras del Papa Francisco, a superar la opresión unipolar a través del pluripopularismo, que representa hoy el principal desafío”.

Tomado de Faro di Roma.

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