Cuba

Operación Carlota: La orden de Fidel fue cumplida a cabalidad

Por Raúl Antonio Capote */ Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano

Transcurrían los primeros días de noviembre de 1975 y la situación en la hermana nación de Angola se agravaba por momentos, la ansiada independencia, por la que había luchado durante años los patriotas angoleños, estaba en peligro.

Mediante el Acuerdo de Alvor, en el que participaron las tres principales fuerzas guerrilleras: el Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA), dirigido por Agostinho Neto; el Frente Nacional para la Liberación de Angola (FNLA), de Holden Roberto, y la Unidad Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), encabezada por Jonás Savimbi, se debía poner fin a las hostilidades.

El 16 de enero de 1975 se firmó en Lisboa el tratado para la independencia, pero no fue hasta el 11 de noviembre de ese mismo año, que Angola pudo proclamar de manera oficial su independencia.

Sin embargo, acercándose a la fecha acordada, fuerzas invasoras procedentes del norte y del sur del país trataron de tomar la capital, Luanda, para impedir que el presidente Agostinho Neto proclamara la independencia como se había pactado.

Tropas sudafricanas avanzaban a toda marcha desde el sur, apoyados por mercenarios, las unidades del FNLA y la UNITA se aprestaban a poner fin al gobierno popular encabezado por el MPLA.

Neto, solicitó ayuda a la Mayor de las Antillas. Se iniciaba el 5 de noviembre del propio 1975 la Operación Carlota, la mayor epopeya internacionalista cubana en África.

El cinco de noviembre de 1975 por decisión del Comandante en jefe, Fidel Castro, se creó un batallón de tropas especiales del Ministerio del Interior (MININT), reforzado por artilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).

El 6 de noviembre, Fidel, en el acto de despedida al batallón, efectuado en la Escuela del Partido “Ñico López”, impartió la misión de combate: paralizar la ofensiva que libraban las fuerzas sudafricanas contra los angolanos y ganar tiempo para el traslado por vía marítima de unidades mayores.

Luego de la reunión, partirían las tropas especiales hacia el continente africano el 9 de noviembre de 1975. El general de ejército Raúl Castro Ruz los despidió en el aeropuerto “José Martí”.

Muchos de los hombres reunidos en el teatro donde se efectuó el acto, contaban con un rico historial internacionalista, hombres humildes, salidos del pueblo, dispuestos a darlo todo, con absoluto desinterés por la Revolución.

Junto a las FAR, el batallón de tropas especiales del MININT, libró combates exitosos entre los que sobresalen Ebo y los Morros de Medunda, que marcaron el inicio de la ofensiva de las FAPLA y la retirada de los sudafricanos.

Uno de los mártires de aquella epopeya, caído en combate el 15 de enero de 1976, Jorge Luis Estevanell Díaz, en carta escrita desde Angola a la familia expresó:

“En esta lucha de clases de verdad, del futuro contra el pasado, las debilidades no cuentan, con tranquilidad hay que decir que, por la libertad de este pueblo, que vive en el atraso más atroz, estamos dispuestos a morir mil veces si mil vidas tuviéramos”.

El comandante en jefe en el acto por el XV aniversario del ministerio del interior, el 6 de junio de 1976 dijo de aquella tropa:

“Los combatientes del BON de Tropas Especiales, cumplieron cabalmente su misión, a las pocas horas de arribar a Luanda, marcharon hacia el frente y el avance hasta entonces relámpago de los sudafricanos fue detenido”

Los sudafricanos, los mercenarios y los traidores mordieron el polvo de la derrota.

(*) Escritor, profesor, investigador y periodista cubano. Es autor de “Juego de Iluminaciones”, “El caballero ilustrado”, “El adversario”, “Enemigo” y “La guerra que se nos hace”.

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