Internacionales

Muere Henry Kissinger, el mejor servidor del Imperio

Por Raúl Antonio Capote* / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.

Vivió 100 años la eminencia gris de la política y la diplomacia estadounidense, acaba de fallecer Henry Kissinger en su casa de Connecticut. En este caso, la muerte no borrará nada, no limpiará la memoria, quedaran para siempre las cicatrices que dejó a su paso.

Lo llorarán sus iguales, dice el poeta¹, pero festejarán o al menos, sentirán alivio, los que nunca se olvidan, los inocentes, los damnificados, los que gritan de noche, los que blasfeman y arden.

Figura indispensable, sin dudas, en la historia de la diplomacia estadounidense, fue un destacado protagonista de la escena internacional del siglo XX.

Secretario de Estado de los EE.UU., consejero personal del presidente Nixon para asuntos de seguridad nacional, miembro del Partido Republicano durante los 50 años, asesor de varios presidentes, tanto demócratas como republicanos, colaborador líder de organismos gubernamentales e instituciones privadas.

Se graduó en 1950 en Ciencias Políticas y en 1952 y 1954, alcanzó la maestría y el doctorado en Ciencias Políticas en la Universidad de Harvard.

Fue el representante de los Estados Unidos en las negociaciones para terminar la guerra de Vietnam, que finalizó en 1973, año en el que recibió el Premio Nobel de la Paz, a pesar de su complicidad con los bombardeos masivos sobre Camboya y Vietnam.

No podemos olvidar jamás que, el «brillante» asesor y diplomático, sostén de Franco en España, contribuyó, con su política, a que Pol Pot, líder de los Jemeres Rojos, llegara al poder en Camboya, participó en el establecimiento de varios regímenes criminales en América Latina, como el de Augusto Pinochet y la dictadura de Videla en Argentina, fue también uno de los artífices de la Operación Cóndor y de la guerra sucia de Washington en todos los escenarios del mundo.

Muchas de las acciones diplomáticas estadounidense, están asociadas a su persona, participó en las negociaciones sobre la limitación de las armas estratégicas, que terminaron con la suscripción, en 1972, de los tratados entre Estados Unidos y la Unión Soviética sobre la restricción de este tipo de armas y la defensa antimisiles.

Fue uno de los principales forjadores del acercamiento de EE.UU. a la República Popular China, que propició la visita a China del presidente Nixon en 1972.

Trabajó activamente, en defensa de los intereses de la Casa Blanca en el Medio Oriente.

Entre 1984 y 1990 asesoró a los presidentes Ronald Reagan y George W. Bush en la preparación de sus reuniones con Mijaíl Gorbachov.

Recientemente, en una entrevista con el diario The Wall Street Journal, publicada en agosto de 2022, al referirse a tensiones internacionales de la actualidad, Kissinger alertó de que su país se encontraba al borde de una guerra de incalculables consecuencias con Moscú y Pekín, alentada en parte por Washington.

Sirvió bien al Imperio, no pocas «victorias» en la arena internacional se debieron a su gestión, diseñó la injerencia de EE.UU. y la defendió con pasión, lo llorarán sus iguales, los otros, los muchos, los masacrados y excluidos, los familiares de los desaparecidos, los pueblos del mundo, lanzarán un vade retro, lo menos respetuoso que admitan las circunstancias.

1 Mario Benedetti. Obituario con hurras.

(*) Escritor, profesor, investigador y periodista cubano. Es autor de “Juego de Iluminaciones”, “El caballero ilustrado”, “El adversario”, “Enemigo” y “La guerra que se nos hace”.

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