Internacionales

La ilegalidad de confiscar activos rusos

Por Hedelberto López Blanch* / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.

La decisión de confiscar activos rusos y entregárselos a Ucrania como aprobó la Cámara de Representantes de Estados Unidos el pasado 20 de abril conllevará nefastas consecuencias para el derecho financiero global, para la economía internacional; sería otro impulso hacia la desdolarización mundial y una escalada en la guerra híbrida de Occidente contra Moscú.

Esa instancia estadounidense acordó un proyecto de ley que permitiría al presidente Joe Biden confiscar unos 6 000 millones de dólares de activos rusos bloqueados en bancos de ese país y enviarlos a Ucrania, acción ilegal que atenta contra el derecho internacional.

En el paquete de leyes sancionadas aparecen también la entrega de más de 95 000 millones de dólares en “ayuda” a Ucrania, Israel, Taiwán e Indopacífico, así como la posible prohibición de la red social Tiktok. Se espera que sea aprobada en el Senado y firmada inmediatamente por el mandatario estadounidense.

Los analistas aseguran que la arbitraria decisión tendrá repercusiones desalentadoras para el sistema financiero internacional y a la par acelerará el proceso de desdolarización mundial.

El director de la consultora Goncharoff LLC, Paul Goncharoff, puntualizó que la decisión está forzando la necesidad de desdolarización por parte de terceros países porque ahora se preguntarán ¿Estoy haciendo mi inversión en algo que será confiscado o bloqueado?

Señala Goncharoff que eso no es bueno para un país acostumbrado a vivir de una deuda cada vez mayor (ya sobrepasan los 34 000 billones de dólares) generada por personas que depositan su confianza y compran bonos del Tesoro.

La condición de mayor reserva mundial de Washington le ha permitido evitar las consecuencias inflacionistas de sus gastos, especialmente los militares.

Ahora la propia Casa Blanca está impulsando la desdolarización que además ha ido tomando fuerza poco a poco al promover varios importantes países sus transacciones comerciales con la utilización de monedas nacionales e irse alejando del billete verde.

Tras el inicio de la operación militar especial rusa el 24 de febrero de 2022, los miembros del Grupo de los Siete, conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido, y la Unión Europea bloquearon casi la mitad de los activos rusos en el extranjero, que ascendían a unos 300 000 millones de euros y dólares.

El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov señaló que la decisión era esperada y a la larga causará un daño irreparable a la imagen de Estados Unidos pues obligará a muchos inversores en ese país a pensar dónde guardar sus fondos ya que se viola la firmeza de la propiedad privada y la estatal.

El pasado mes de febrero, el Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó que los intentos de Occidente y sus aliados de confiscar los activos rusos conllevarían a un desastre en el sistema financiero global.

Julie Kozack, portavoz del FMI recalcó: “Desde nuestra perspectiva, es importante que cualquier acción tenga suficientes fundamentos legales para evitar riesgos potenciales, y estos incluyen riesgos de litigios, riesgos de contramedidas y riesgos para el sistema monetario internacional”.

De la mayoría de los activos rusos, unos 200 000 millones están depositados en el sistema Europeo de Compensación y Liquidación de Valores Financieros Euroclear.

Si la Unión Europea se une a las presiones de Washington, Moscú podría exigir la incautación de los fondos de Euroclear en depositarios de valores en Hong Kong y Dubai, a lo que continuarán demandas contra bancos occidentales que hayan perdido dinero invertido en Rusia. A través de ese mecanismo Euroclear podría vaciarse totalmente lo que sería una grave pérdida económica y financiera para Europa.

Como ha anunciado Moscú en varias ocasiones, Rusia tomará medidas y responderá acorde a la situación como pueden ser vender una parte relevante de sus activos occidentales, en particular bonos y acciones estadounidenses y europeas e invertir ese capital en actividades económicas de los países del Sur global, sobre todo entre los miembros del Grupo BRICS que ya suman 10 naciones.

Otra respuesta en estudio es la de vender grandes cantidades de dólares en el mercado de divisas e inducir de esa forma a una depreciación relevante del billete verde con efectos negativos en la balanza comercial del país norteño lo que traería aparejado mayor inflación, aumento del desempleo, la pobreza y los déficits fiscales para Washington.

De todas formas, los constantes zarpazos que lanzan desde la Casa Blanca para tratar de detener un sistema global multilateral indetenible lo que está provocando es un mayor daño a la ya desgastada imagen de Estados Unidos.

Corolario: En este mundo globalizado no hay cabida para el unilateralismo.

(*)  Periodista cubano. Escribe para el diario Juventud Rebelde y el semanario Opciones. Es el autor de “La Emigración cubana en Estados Unidos”, “Historias Secretas de Médicos Cubanos en África” y “Miami, dinero sucio”, entre otros.

Ilustración de portada: Adán Iglesias Toledo.

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