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Liberan a Mahmoud Khalil, figura clave de las protestas propalestinas en la Universidad de Columbia

Mahmoud Khalil, figura clave de las manifestaciones propalestinas en el campus de la Universidad de Columbia, fue liberado la noche del viernes 20 de junio tras más de tres meses detenido, por orden de un juez estadounidense que se opuso al Gobierno de Donald Trump.

“Trump y su Gobierno eligieron a la persona equivocada”, declaró Khalil, vistiendo un pañuelo palestino (keffieh), a su salida del centro de detención de inmigrantes en Jena, Luisiana, que calificó como un “museo de las políticas racistas de Estados Unidos”.

“Nadie debería ser encarcelado por denunciar un genocidio”, añadió.

Desde su arresto en Nueva York el 8 de marzo, por su papel como portavoz de las protestas contra la guerra en Gaza en el campus neoyorquino, Khalil se convirtió en símbolo de la intención del presidente Trump de silenciar este movimiento estudiantil.

Tras ser detenido por agentes federales de inmigración (ICE), Khalil —nacido en Siria de padres palestinos y residente legal permanente con tarjeta verde— fue trasladado a casi 2000 kilómetros, al centro de detención en Luisiana.

La semana pasada, el juez federal Michael Farbiarz, del estado de Nueva Jersey, cerca de Nueva York, dictaminó que el Gobierno no podía mantener detenido a Khalil basándose únicamente en las declaraciones del secretario de Estado, Marco Rubio. Rubio había afirmado que su presencia en EE.UU. podría tener “posibles consecuencias serias para la política exterior”.

Trump acusa al Poder Judicial de “socavar la seguridad nacional”

Sin embargo, el Departamento de Justicia respondió que no sería “ilegal” detener a Khalil bajo otros cargos, lo que llevó al juez a aplazar inicialmente su liberación.

En un nuevo giro de esta saga judicial y política, el juez Farbiarz ordenó finalmente el viernes la liberación inmediata de Khalil. La decisión fue duramente criticada por el Gobierno de Trump, que acusó al Poder Judicial de “socavar la seguridad nacional”.

Según las condiciones de su liberación, Khalil no podrá salir del país, salvo en caso de que decida una “autoexpulsión”, y deberá restringir sus movimientos a ciertos estados, como Nueva York —donde reside— y Michigan, de donde es originaria su esposa. Ella dio a luz a su hijo, Deen, mientras Khalil estaba detenido.

“Después de más de tres meses, finalmente podemos respirar aliviados y saber que Mahmoud vuelve a casa, junto a mí y a Deen, que nunca debió estar separado de su padre”, expresó su esposa Noor Abdalla, quien acusó al Gobierno de Trump de intentar “silenciar” a quienes “denuncian el genocidio israelí contra el pueblo palestino”.

“Es una victoria, pero nunca debió haber sido arrestado”, dijo a la AFP Elora Mukherjee, profesora de Derecho en Columbia, quien aseguró que la medida legal usada para detener a Khalil “nunca” se había aplicado a un residente legal, según sus investigaciones.

Un caso emblemático de la ofensiva de Trump contra las universidades

El caso de Khalil es emblemático de la campaña del Gobierno de Trump contra universidades a las que acusa de no proteger lo suficiente a los estudiantes judíos durante las protestas contra la devastadora guerra de Israel en Gaza.

Más ampliamente, se enmarca en su ofensiva contra la ideología denominada «woke», un término usado de forma despectiva por sectores conservadores para señalar lo que consideran un activismo excesivo en favor de las minorías.

El amigo de Khalil, Mohsen Mahdawi, cofundador de un grupo de estudiantes palestinos en Columbia, fue arrestado el 14 de abril por agentes de ICE y liberado bajo condiciones dos semanas después, por decisión judicial.

A inicios de mayo, un juez también ordenó la liberación de Rumeysa Ozturk, una doctoranda turca de la Universidad Tufts (Massachusetts), arrestada por ICE tras confirmar un artículo en su periódico universitario que criticaba el manejo de las protestas por parte de su institución.

Durante la ceremonia de graduación de Columbia, a finales de mayo, la presidenta de la universidad fue abucheada por estudiantes que le reprochaban no haber defendido a Khalil —detenido en una residencia universitaria— y por ceder a las presiones del Gobierno de Trump.

En contraste, el presidente de Harvard fue ovacionado por su defensa de la libertad de expresión y la autonomía académica ante la ofensiva de Washington.

Tomado de Cubadebate (Fuente: France 24)

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