Estados Unidos mantendrá a Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo
La portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., Kristina Rosales, fue enfática: “Cuba sigue en la lista, no hay ningún cambio, no hay ningún anuncio ni ninguna novedad”, y recalcó que cualquier decisión al respecto sería informada únicamente por Estados Unidos, y no a través de un tercer país.
A pesar del reclamo creciente de la comunidad internacional, para que el Gobierno de EE. UU. retire a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, la portavoz del Departamento de Estado de ese país, Kristina Rosales, acaba de anunciar la decisión de la Casa Blanca de perseverar en la iniquidad y la mentira.
La vocera respondió a la petición, en la ONU, del mandatario colombiano Gustavo Petro, quien solicitó retirar a Cuba de la lista.
Rosales fue enfática: “Cuba sigue en la lista, no hay ningún cambio, no hay ningún anuncio ni ninguna novedad”, y recalcó que cualquier decisión al respecto sería informada únicamente por Estados Unidos, y no a través de un tercer país.
Tiene razón la funcionaria yanqui, solo su Gobierno es responsable de tal arbitrariedad, y solo su Gobierno responderá ante el juicio inevitable de la historia.
La respuesta va dirigida a los cientos de países, a los millones de personas en el mundo, y en su propia nación, que consideran incuestionable el compromiso de Cuba en la lucha contra el terrorismo, y una falacia el uso de esa lista como herramienta de presión para castigar la dignidad de un país.
No es fortuito que, semanas antes, utilizaran a uno de los principales operadores de la ultraderecha cubanoamericana, Orlando Gutiérrez Boronat, para potenciar una campaña dirigida a intentar comprometer a Cuba en el supuesto envío de mercenarios a la guerra en Ucrania.
La película, digna de los peores filmes producidos en los estudios hollywoodenses, con actores de cuarta, guion de quinta y presupuesto millonario, a pesar de su estruendoso fracaso taquillero, pretendió para intentar calzar el discurso que presenta a la Mayor de las Antillas como un país terrorista, o que apoya ese flagelo.
Tampoco es casual que, antes del anuncio de la portavoz del Departamento de Estado, varios medios de comunicación comenzaran a hacer pública la matriz de opinión de que Cuba, después de su “incursión en la guerra”, había quedado con “pocos amigos” en EE. UU. que apoyaran su exclusión de la lista.
No obstante, diga lo que diga la Casa Blanca, la verdad desnuda vale más que toda la mentira, por bien vestida que figure; y la verdad está de parte de la isla solidaria, digna y rebelde.
Tomado de Granma/ Foto de portada: Getty Images.