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El “breve” currículo de un Secretario de Estado

Por Raúl Antonio Capote*/ Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.

Una de las más controvertidas selecciones realizadas por el actual presidente de EE.UU., para integrar su gabinete, fue la de Marco Rubio para el cargo de Secretario de Estado.

Marco, es un viejo enemigo de Trump, pudiéramos dar detalles de su pasado político que así lo demuestran, pero su postura actual es una confirmación muy precisa de sus contradicciones con el mandatario.

Mientras Donald Trump lleva adelante una política antinmigrante que incluye las deportaciones masivas y el cierre de las fronteras, Rubio mantiene su línea de sanciones económicas y medidas coercitivas contra Cuba y Venezuela, lo que sabe muy bien que es la causa del aumento del flujo de emigrantes a EE.UU.

Su breve trayectoria deja mucho que desear después del fiasco de su gira por Centro América y el Caribe, donde no puso una, lo más destacado fue que mintió sobre Panamá y la gratuidad del paso por el Canal de los barcos yanquis.

Tiene en su haber el récord del Secretario de Estado con más enviados especiales de la Casa Blanca actuando directamente en importantes escenarios mundiales, o acompañándolo en su visitas y reuniones.

Durante las primarias republicanas de 2016, Rubio tuvo un enfrentamiento notable con Donald Trump, llamándolo «estafador» y cuestionando su carácter.

Rubio es seguidor de un enfoque neoconservador muy similar al del gobierno de George W. Bush y que difiere significativamente del propuesto por el actual presidente.

El Secretario fue uno de los principales defensores de la intervención militar en Siria. En 2019 criticó la decisión del mandatario de retirarse de ese país.

Durante su campaña presidencial en 2015 y 2016, Rubio censuró la propuesta del presidente para imponer tarifas adicionales a China y apoyó el comercio con ese país, el Acuerdo Transpacífico y otros acuerdos comerciales.

Como presidente del Comité de Inteligencia del Senado investigó las conexiones de la campaña presidencial de Trump con los servidores de inteligencia rusos y en 2017, respaldó el informe de Robert Mueller sobre el tema. Expresó que Putin “interfirió en las elecciones de 2016”.

Tras su periodo presidencial, Rubio criticó el manejo de Trump de los documentos clasificados e invitó a las autoridades a que se tomara acción sobre este hecho.

El actual Secretario de Estado calificó la política de su superior hacia China como deficiente. Se ha mostrado en contra de la debilidad del presidente para poner límites a las inversiones hacia EE.UU. y a las flexibilizaciones de las medidas contra Huawei.

En 2016, se mostró en desacuerdo con la sugerencia del presidente de que “EE.UU. no debería salir automáticamente en defensa de la OTAN si son atacados”.

En 2019 se unió a un grupo bipartidista de senadores que patrocinaban una legislación que “impediría al presidente retirarse de la OTAN sin la aprobación del Senado”.

Además, el 6 de enero de 2021, condenó los ataques contra el capitolio y los calificó como sucesos antiestadounidenses, anárquicos y de los peores de la historia de ese país.

Sin contar otros elementos menos “limpios”, que enlodan su biografía, se ha señalado que Rubio tiene conexiones con figuras políticas y narco-paramilitares en Colombia, lo que ha suscitado dudas sobre su integridad.

Entre 2005 y 2010 mientras era miembro de la Cámara de representantes de Florida, utilizó la tarjeta empresarial del partido republicano para costear gastos personales por valor de 100 mil dólares.

Se trata de solo una pincelada de la historia del político estadounidense, suficiente como para preguntarse ¿Qué hace Marco Rubio en la Casa Blanca?

(*) Escritor, profesor, investigador y periodista cubano. Es autor de “Juego de Iluminaciones”, “El caballero ilustrado”, “El adversario”, “Enemigo” y “La guerra que se nos hace”.

Foto de portada: Dayli Mail.

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