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El sistema BioCubaFarma y algunos porqués de sus potencialidades

Por Flor de Paz* / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.

Los 28 proyectos desarrollados por instituciones del Grupo empresarial BioCubaFarma, destinados al control de la Covid-19 en la isla en terrenos como el preventivo (vacunas), terapéutico y de diagnóstico, han hecho una contribución significativa a los resultados que el país exhibe hoy en relación con el impacto de la pandemia.

Con el empeño de alcanzar la mayor soberanía tecnológica, el Grupo, creado en diciembre de 2012, volcó sus esfuerzos durante los últimos dos años en dar respuesta a la crisis de salud provocada por el Sars-CoV-2 y sus variantes, y a los picos críticos de morbilidad y mortalidad sufridos en Cuba durante el 2021.

Conseguir los resultados actuales —a través de la aplicación de la pauta completa de inmunización con las vacunas Soberana o Abdala (3 dosis por cada persona) en 8 millones de cubanos, más la aplicación de 5 millones de dosis de refuerzo—, ha sido posible gracias al esfuerzo de cada uno de los científicos y tecnólogos que se entregaron al proceso que comprende llevar el medicamento al punto de poder ser aplicado en el brazo de cada habitante del país.

Pero ello requiere, en principio, de contar con un sistema científico-tecnológico, que en Cuba fue creado por Fidel Castro cuando constituyó el llamado Frente Biológico en 1981 y, más tarde el Polo Científico.

Hoy BioCubaFarma agrupa a todas las instituciones que emergieron en aquel contexto y que desarrollaron, entre sus productos más innovadores, los biotecnológicos, con un impacto significativo en el sistema de salud cubano, especialmente en el terreno de las enfermedades crónicas no trasmisibles.

Tal es la génesis de BioCubaFarma, integrada por 32 empresas, 80 líneas de producción, más de 20 mil empleados, exportaciones a más de 40 países, 740 registros sanitarios en 53 países y 20 entidades de ciencia y tecnología. El grupo empresarial lleva 101 proyectos biofarmacéuticos de I+D+i, de ellos el 32 por ciento dedicado a vacunas (53 por ciento preventivas y 47 por ciento terapéuticas).

De acuerdo con el Doctor Rolando Pérez, director de Ciencia e Innovación de BioCubaFarma, esta cuenta con 76 proyectos con patente propia, y el 26 por ciento son innovaciones, pues funcionan de manera diferente a lo que ya está en el mercado.

En este sentido, citó los dirigidos a la protección del cerebro frente a enfermedades neurodegenerativas y los encaminados a la manipulación del sistema inmune para el tratamiento del cáncer.

La línea de productos desarrollados por Biocubafarma —afirmó con toda certeza en conferencia ofrecida a los participantes en el recientemente celebrado Coloquio Patria— ha hecho una contribución significativa al control de la enfermedad en nuestro país.

Asimismo explicó que la construcción de alianzas entre instituciones cubanas y también con otras extranjeras es una alta prioridad para la empresa. “Somos por naturaleza una organización global que tiene redes de colaboración nacionales e internacionales como una manera de insertarnos en el ecosistema de innovación del mundo.

“Nuestros enemigos históricos hacen todo lo que pueden para que no tengamos mucho éxito en estas últimas, acotó el científico. “Pero tenemos muchos amigos en el mundo que están en la mejor disposición de cooperar. Los científicos suelen ser personas de mente abierta, siempre dispuestos a lo nuevo, desarrollan esa capacidad”.

Rolando Pérez reconoció la necesidad de comunicar la ciencia, “porque su éxito se debe a la comunicación social que de sus procesos y resultados se haga”.

(*) Periodista cubana especializada en temas científicos y Directora de Cubaperiodistas.

Foto de portada: Ricardo López Hevia / Granma.

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