Internacionales

Estados Unidos: Mumia Abu Jamal, ¿injusticia perpetua?

Por Deisy Francis Mexidor (*) .

Mumia Abu Jamal es, quizás, uno de los presos políticos que más tiempo lleva en cárceles de Estados Unidos, de los 69 años que cumplirá el próximo 24 de abril más de cuatro décadas los ha pasado en cautiverio a causa de un delito que niega y sobre el cual reitera su inocencia.

Nacido con el nombre de Wesley Cook, ​este periodista y exmiembro del Partido Panteras Negras, fue condenado a pena de muerte en 1982 por el asesinato del oficial de policía Daniel Faulkner.

Su nombre volvió a las noticias en los últimos días. Activistas, amigos, partidarios el periodista afroamericano alzaron la voz, después que la jueza Lucretia Clemons, de Filadelfia, denegó el pasado 31 de marzo el reclamo de Mumia a un juicio justo, siguiendo un patrón que no ha variado.

La magistrada desestimó la evidencia de que el caso estaba viciado por sesgos judiciales y mala conducta de la policía y la fiscalía, y que los testigos claves recibieron soborno o coacciones para que mintieran.

Mumia, con varios problemas de salud, espera que la luz llegue. Su caso ha motivado múltiples campañas por su liberación dentro y fuera de ese país, pero la justicia sigue sorda.

En 2002 tuve la posibilidad de entrevistar a Mumia. Fue una incursión por correo dada la imposibilidad de un encuentro frente a frente. Pese a permanecer en el corredor de la muerte desde donde continuaba activo, escribiendo, haciendo un programa de radio…

Un amigo me sirvió de enlace para nuestro “diálogo” y sus palabras de ayer tienen la misma vigencia tras escuchar el reciente fallo de la jueza Clemons.

La entrevista la titulé: “Ellos no solo quieren mi muerte, quieren mi silencio” y fue publicada en el diario Juventud Rebelde, donde entonces trabajaba. El método de preguntas y respuestas fue el utilizado:

– ¿Quién es Mumia Abu Jamal visto por usted mismo?

– Soy solo un hombre como cualquier otro, luchando por su vida y su libertad, y que apoya lo mejor que pueda las justas luchas de otros por la vida y la libertad.

– ¿Dónde nació? ¿Por qué se vincula a la lucha por los derechos de los negros en los Estados Unidos?

– Nací en el ghetto negro del oeste de Filadelfia en 1954, en una familia pobre de la clase trabajadora. Cuando me sentí atraído por la lucha por la libertad negra, esta emergía en la conciencia popular, y estaba en boca de los jóvenes de todas partes. Hubo una explosión de pensamiento radical y como consecuencia de organización. La gente se agrupó en uniones de estudiantes negros y algunos trabajaban con otros grupos no estudiantiles. Yo leí acerca del Black Panther Party (BPP) y me sentí profundamente motivado por su militancia, cohesión y actitudes revolucionarias.

– Para un hombre que ha permanecido 20 años en el corredor de la muerte, ¿qué significado tiene vivir un año más, ahora con la noticia de que le fue conmutada la pena?

– Es otro año de lucha, otro año de pelea, no por la vida en una jaula, sino por la libertad. Es por eso por lo que siempre me he referido a “la vida” como un “lento corredor de la muerte”.

– Respecto a su proceso judicial, ¿qué espera que ocurra en los próximos días y meses?

– El proceso judicial es solo otro lugar de lucha. Está instrumentado por la clase gobernante y siempre lo ha estado, pero, ¿qué puede ser “esto”, con cerca de dos millones de ciudadanos presos, el 50 por ciento de los cuales son negros e hispanos? Los Estados Unidos tienen más personas en prisión que ninguna otra nación del mundo, aun por encima de países que los aventajan en población, como India o China.

Solamente un poder judicial imperial, dedicado a la oscuridad, la represión y la muerte pudiera contemplar tal cosa. Es por eso que yo he llamado a los Estados Unidos la cárcel de las naciones. Tiene el cinco por ciento de los habitantes del mundo y por lo menos el 24 por ciento de población penal del globo.

– Por lo tanto, ¿qué esperanzas tiene a partir de esta nueva decisión de la corte? ¿Cree que sean reconsideradas las evidencias presentadas en su defensa?

– Trato de no enfrentarme a la esperanza. Es algo abstracto. Es mejor solo trabajar por tu objetivo, pues la esperanza sola es unicamente una emoción.

– ¿Qué representó en su vida la etapa dentro del Black Panther Party (BPP)?

– El BPP fue un momento relevante en mi vida y una oportunidad extraordinaria para conocer y trabajar con hermanos y hermanas dedicados y consagrados. Fue y sigue siendo una maravillosa experiencia.

– Si tuviera que comenzar de nuevo, si la vida le diera esa posibilidad, ¿sería el mismo Mumia Abu Jamal?, ¿consagraría su vida a la misma causa?

– Sí, pero pelearía mucho más fuerte. Las causas a las que me he dedicado son justas y merecen defensores.

– ¿Por qué usted dijo: They don’t just want my death, they want my silence (Ellos no solo quieren mi muerte, quieren mi silencio?

– Porque es verdad. El sistema desea el silencio de todos sus cautivos y castiga a aquellos que se atreven a retar esta regla. Quiere que yo vaya a la horca en silencio.

– ¿Cómo es posible que en medio de este confinamiento y bajo la presión psicológica de una condena a muerte, usted no perdiera la capacidad para crear y hablar de la vida con optimismo? ¿En qué condiciones pudo escribir un libro como Life from death row (Vivo desde el corredor de la muerte)?

– Porque he visto muchas, demasiadas personas de mi raza hacerlo, y el ser negro en un Estado racista de supremacía blanca significa una amenaza constante de muerte. Si se examinara escrupulosamente la vida de Amadou Diallo, se pudiera aceptar que no estuviera en el corredor de la muerte; sin embargo, tres policías probaron que sí lo estaba, ejecutándolo en la puerta de su casa.

Lo único que faltó fue el proceso judicial. ¿Su crimen?: ser negro. Personas como Huey P. Newton, la gente de MOVE (Delbert, Michael, Chucky y Eddie Africa), Mutulu Shakur y muchos otros son una inspiración para mí debido a su resistencia y su ejemplo.

Junto a su esposa, Wadiya Hamal, fallecida en diciembre del pasado año

– ¿Qué escribe en estos momentos?

– Acabo de terminar un libro sobre tradiciones espirituales africanas y afroamericanas, donde se incluye la santería, por ejemplo. Saldrá muy pronto.

– ¿Cuáles son sus lecturas favoritas, personajes literarios, personalidades históricas?

– He leído mucho, así que es difícil fijar a un orador, personalidad o tipo de literatura que sean favoritos. Me gusta el trabajo del nigeriano Wole Soyinka, ficción y no-ficción. Él es, realmente, un dramaturgo y erudito de mucho coraje. Cuando se trata de figuras históricas, yo admiro a los que pelearon por la libertad, desde esclavos rebeldes como Nat Turner, Denmark Yeset y William Parker (de la rebelión cristiana de Pennsylvania en 1851) hasta figuras de tiempos posteriores como Malcolm X, Dr. Huey P. Newton, W.E.B. Dubois y Paul Robeson. Uno de los más grandes historiadores es C.L.R. James, de quien mucho he disfrutado su clásico Black Jacobins.

– ¿Su mayor virtud?

– Mi voluntad inconmovible.

– ¿Su mayor defecto?

– Mi voluntad inconmovible.

– ¿Sus inicios en el periodismo?

– Empecé mi carrera periodística como miembro del BPP, mientras trabajaba con otros para mantener la producción del periódico Black Panther. Yo hacía correcciones, hacía lay-outs, algunos artículos ligeros y así.

– En este minuto, ¿qué recuerda con mayor emoción?

– El nacimiento de mis hijos, el amor de mi esposa, las alegrías de la creación, las vicisitudes de la vida.

– ¿Cómo recibió usted la noticia de lo ocurrido el 11 de septiembre (de 2001) en Nueva York y Washington? ¿Cómo se contará la historia del mundo a partir del antes y después del 11 de septiembre?

– Tuve varias reacciones ante los sucesos del 11 de septiembre del pasado año; primero, desde luego, shock, incredulidad (…).

Mi primer pensamiento no fue para los árabes, o los llamados ‘terroristas islámicos’ (muchos de los cuales fueron entrenados por la CIA para cometer actos terroristas contra la antigua Unión Soviética) (…) No. Desde luego, todo no comienza el 11 de septiembre, aunque ha dejado una huella en la memoria nacional. Para un joven o una joven en Chile, el 11 de septiembre ya tenía un sentido en su memoria nacional, fue el 11 de septiembre de 1973 cuando los militares chilenos, apoyados por los imperialistas de los Estados Unidos cometieron terrorismo de Estado contra la democracia de esa nación y llevaron al poder a un régimen brutal y represivo. Así que ‘la Historia del Mundo’ no pudo empezarse ni detenerse el 11 de septiembre de 2001. Hay historia imperial, historia nacional e historia de los pueblos. Los imperios surgen y caen. Las naciones también están constantemente en estado de transformación. Solo los pueblos permanecen.

– ¿Qué opinión le merecen Cuba y su pueblo?

– Tengo una profunda admiración por la Cuba revolucionaria, que, de muchas maneras, es una inspiración para millones de personas en todo el mundo. Su militancia, a través del ejército, peleó en contra del régimen de apartheid en Sudáfrica, venciéndolos en Cuito Cuanavale, Angola. Su sacrificio como internacionalistas y su consagración abrió las puertas al cambio en Sudáfrica.

– ¿Qué imagen tiene de Fidel?

– Siento enorme respeto y admiración por su voluntad, su determinación y su humanismo esencial. Te haré una historia. Hace muchos años, en los ‘80, después de las salidas por Mariel, conocí media docena de jóvenes cubanos en la prisión estatal de Huntingdon que infringieron las leyes americanas.

Cuando les pregunté por Cuba, se les aguaron los ojos y ellos dijeron que era el país más lindo del mundo. Cuando les pregunté por Castro se pusieron con cara seria y dijeron que no les permitía cometer crímenes, ni hurtar, ni robar, pero cada hombre terminaba diciendo que tenía mucho ‘carisma’.

Eso me hizo pensar que estos hombres, muchos de los cuales eran criminales y antisociales en Cuba y en los Estados Unidos, le tenían no solo respeto a Castro, sino sentían orgullo.

Como marielitos probablemente no lo dirían abierta ni directamente, pero se les veía en los ojos y en las sonrisas con sentido y en su propio porte. Si un nacionalismo tan intenso puede estar arraigado en tales hombres, Castro debe ser un hombre verdaderamente extraordinario.

– ¿Qué opinión le merece el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba?

– El bloqueo es una cruel violación de los derechos humanos internacionales. Es, a largo plazo, la venganza de la clase adinerada gobernante, quienes no han colocado un bloqueo alrededor de Cuba sino para que el ejemplo de Cuba no gane adictos en el Caribe y en Latinoamérica. Para los imperialistas, toda la materia prima es de ellos para ser explotada y sin cuestionar, y cuando Cuba nacionalizó sus propios recursos, sus propias cosechas de azúcar para las necesidades del pueblo, de su nación, se volvieron locos.

La nacionalización, desde luego, no es una restricción para el comercio sino una restricción sobre la privatización para obtener ganancias. Los imperialistas no quieren, como dicen, ‘Comercio Libre’, sino la libertad de poseer y explotar los recursos minerales, agrícolas, orgánicos, genéticos del planeta para su solo beneficio. Nada contradice más el alegato de ‘Comercio Libre’ que la misma existencia de un bloqueo que restringe el comercio.

– Usted, que ha estado 20 años aislado, ¿cómo imagina que podrán solucionarse todos los conflictos que tiene la humanidad en este inicio del tercer milenio?

– Los conflictos humanos pueden resolverse con organización social, por información adecuada y por la razón humana. Cuando las personas estén claramente informadas de la naturaleza de fenómenos sociales, cuando se aclaren y no estén ofuscadas por intereses económicos poderosos, pero estrechos, se organizarán en torno a sus propios intereses. De esta forma pueden ser combatidos el racismo, la discriminación sexual, el chovinismo.

Esto no quiere decir que tal organización social pueda efectuarse fácilmente, ni que fuerzas estrechas no lucharán en contra sin misericordia, pero tiene que hacerse.

– ¿Qué es lo que más extraña de la libertad?

– Rosa Luxemburgo escribió que ella extrañaba el canto de las aves, la vida verde exuberante de los jardines botánicos y la belleza de la tierra salvaje de Córcega. Me recordaba las muchas veces que mi esposa y yo visitamos el parque Fairmont en Filadelfia, disfrutando el gran mar de vida verde. Lo extraño.

– ¿Confía en que triunfará, al final, la justicia?

– La justicia depende del pueblo, no del Estado. Con el pueblo, la justicia es inevitable.

Un mensaje enviado por Mumia a la periodista Deisy Francis Mexidor el 22 de febrero de 2007

(*) Este material incluye el texto casi íntegro de la entrevista a Mumia Abu Jamal. El original fue publicado en 2002 en el periódico Juventud Rebelde y su autora fue merecedora ese año del Premio de Entrevista del Concurso Nacional 26 de Julio de la Unión de Periodistas de Cuba.

Foto de portada: Archivo La Haine.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *