Internacionales

Miami, sus historias no contadas (III)

Por José Luis Méndez Méndez * / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.

La violencia doméstica en Cuba es otra de las líneas falaces de los tarifados dedicados a denigrar cuanto acontece en el panorama nacional, se omiten los esfuerzos y resultados obtenidos para eliminar esa lacra social, que son los violentos domésticos, así como los programas para incentivar la defensa femenina en el hogar, las leyes promulgadas para mitigar y sancionar a los comisores, el trabajo sistemático de concientizar a las familias y dignificar esa célula básica de la sociedad. En Miami, por el morbo del disfrute de cualquier suceso violento, tienen numerosas historias no contadas.

Las víctimas de este tipo de violencia, no tienen que ser casados, basta con que convivan juntos de manera temporal o permanente, como tendencia la mujer es la víctima, pero se registran casos de hombres agredidos, en ocasiones trasciende a la pareja, afecta a los ascendientes y descendientes, incluso a quienes formaron parte de la familia y ya no están.

Desde 2008, este tipo de agresión ha aumentado en Miami, las estadísticas avalan que en casos de divorcio, 1 de cada 4 mujeres han experimentado ese tipo de violencia durante su tiempo de vida. Este abuso emocional se mantenía como un asunto privado, sin embargo el aumento de casos y el de las formas de manifestarse, ha trascendido y es imposible mantenerlo encerrado en el marco de querellas domésticas, abundan desde la muerte hasta la incitación al suicidio como forma de escape, pasando por golpizas, abusos mentales, denigración, difamación y otras expresiones.

Se emplea la fuerza mental y física para dominar a la pareja, a los hijos y  a otros familiares, es mantener sometido a su entorno, sembrar el pavor y hasta disfrutarlo.

En Miami, en comparación con lo que realmente ocurre, pocos casos van a demandas, menos a juicio y mucho menos la sentencia se hace firme, durante el proceso las demandantes retiran el reclamo por temor a represalias, por influencia de allegados o simplemente por arrepentimiento por estimar haber dado motivos para el origen del incidente.

En Miami Gardens, una ciudad de un poco más de cien mil habitantes, según el censo de 2010, se produjo la muerte de un hombre a quien le disparó el ex esposo de su novia y se dio a la fuga.

Una de las causas del aumento de estos casos, se debe al elevado costo de los alquileres, mujeres agredidas deben permanecer en su hogar por la incapacidad económica de poderse trasladar a otro sitio. Por ello en ocasiones las ordenes de restricción y acercamiento emitidos como medidas disuasivas son inútiles.

Las mujeres que optan por el programa de protección son internadas en albergues por tiempo definido, hasta que logren darle solución a su caso.

Llamó la atención de una madre, con reiterados antecedentes de violencia doméstica, fue acusada de secuestrar a sus hijos, que estaban a la custodia de la nueva pareja de su ex marido.

Otra madre cubana de 35 años, tuvo que cobijarse en un refugio con sus dos niñas y salir de donde vivía en West Palm Beach, por reiterados abusos de su esposo. Un juez impuso una orden de restricción al agresor doméstico.

La urbanización de Allapattah, ubicada cerca del centro cívico de Miami y del Memorial Jackson Hospital, alberga a un 70 % de hispanos, es uno de los vecindarios más pobres de Miami. Sus residentes empujados de otros lugares de la ciudad, viven en precarias condiciones, han sido postergados durante años, y la opulencia de la “ciudad mágica” ni el sol de su capital,  los ha iluminado.

Sus fuentes de ingresos fundamentales proceden de la venta de productos alimenticios a punto de caducar, que son rebajados en supermercados de otros barrios y son vendidos a bajo precio. También es un lugar donde se venden ropa de segunda, saldos de tiendas, en pulgueros que inundan sus calles.

El caso del fornido Lázaro Navarro, residente en ese tugurio miamense, acusado de violencia doméstica agravaba, es singular. Cuando su novia, que vivía con él, fue a ver a su hija, comenzó a golpearla y en el momento de intervenir una amiga de la agredida que la acompañaba, el agresor con saña esgrimió su pistola y la golpeó en la cabeza.

Al intervenir la policía, Navarro tomó la fatal decisión de amenazar a los agentes intervinientes con disparar con su pistola, con lo que sumó dos cargos más en su contra, toma de rehenes y amenaza a un agente de la autoridad.

Estos no escapan de transgredir sus obligaciones de proteger a la comunidad, algunos carentes de ética, también han participado en la violencia doméstica, el caso de Zamir Vargas Valerio de 34 años, no excepcional. Zamir, fue detenido cuando faltaba poco para estrangular a su esposa.

La ciudad de Doral ubicada en el noroeste de Miami, cerca del aeropuerto internacional de Miami, cuenta con una población de cerca de quince mil habitantes, en su mayoría venezolanos y otros hispanos, es asiento de organizaciones que desde Estados Unidos, adversan al gobierno de Venezuela, con total libertad, allí está el restaurante el Arepazo, al cual comparan con el Versalles de los emigrados cubanos, donde se conspira y añora el fin de la Revolución cubana.
Un área bien cuidada y con una creciente población. El centro de largas compañías americanas como UNIVISION, líneas del crucero Carnival Cruise y Ryder.

Este es el anuncio turístico, sin embargo no escapa de la violencia doméstica. Según los registros de la Policía del Doral, entre enero y diciembre de 2022, los casos aumentaron en un 39%, en comparación con la estadística del 2021. También los altercados menores domésticos aumentaron en un 7%.

Según la capitana Nancy Fernández, a cargo de estos casos, las causales aumentaron en el 2020, el elevado costo de la vida, los alquileres inalcanzables han obligado a familias a unirse, lo cual ha aumentado los roces a puertas a dentro. Insistió la oficial, que las cifras son mayores porque el tema migratorio limita las denuncias por temor a ser deportados, las familias callan.

Acorde con estudios de la Florida Department of Low Enforcement, a nivel nacional el número de casos ha aumentado en un 8.1% desde el 2020.  Ese dato reitera el mencionado, que refiere 1 de cada 4 mujeres ha sido víctima y en el caso de los hombres el indicador es de 1 de cada 9, ha estado involucrado en ese flagelo.

El paraíso míamente tiene una historia no contada para añadir a los folletos promocionales del turismo.

(*) Escritor y profesor universitario. Es el autor, entre otros, del libro “Bajo las alas del Cóndor”, “La Operación Cóndor contra Cuba” y “Demócratas en la Casa Blanca y el terrorismo contra Cuba”. Es colaborador de Cubadebate y Resumen Latinoamericano.

Foto de portada: Getty Images.

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