Internacionales

Jujuy, la tecnología en función de la represión y el despojo

Por Raúl Antonio Capote / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano

Mucho se ha avanzado desde que en los años 80 se construyó una poderosa computadora llamada Cyber, que sirvió de inspiración al escritor de ciencia ficción William Gibson para la creación del término ciberespacio en la novela Neuromante (1984).

El ciberespacio potencia la posibilidad de coordinar enjambres de ataque con la misión de sembrar la incertidumbre, la desesperación, el miedo, la zozobra y el caos.

La subordinación de los medios en las tareas de manipular la información, construir estados de opinión y en virtud de esto modelar modos de actuación, se ha convertido en parte esencial de la estrategia del Imperio estadounidense para lograr la hegemonía en un mundo que se le vuelve cada vez más difícil de manejar.

Las redes sociales son el ejemplo más evidente; en este escenario: grupos de trabajo de guerra mediática, actúan contra los enemigos del poder global del capitalismo, en especial contra aquellos países que se atreven a desafiar ese poder.

Desacreditar, demonizar, satanizar a los rebeldes para restarles apoyo, para debilitar sus defensas exteriores, para justificar el castigo, es la tarea de los grandes conglomerados que dominan el ecosistema digital, fieles servidores del imperio estadounidense.

En Bolivia se crearon más de 68 000 cuentas falsas en Twitter en los días del golpe de Estado, en noviembre de 2019. En tanto, Irán sufrió una oleada de violencia donde se repitió la misma táctica empleada en Bolivia, estrategia que se utilizó también contra Cuba, Venezuela y Nicaragua en repetidas ocasiones.

Para ocultar la verdadera naturaleza de los sucesos en Jujuy, Argentina, miles de cuentas falsas, creadas utilizando recursos de la Inteligencia Artificial, actuaron de manera coordinada para presentar a la masa popular movilizada como una fuerza irracional, manipulada desde Bolivia por los seguidores de Evo Morales.

Expertos en criminalizar las protestas crearon en el ambiente digital una narrativa desfavorable al reclamo de las comunidades ancestrales, organizaciones sociales, así como docentes y trabajadores públicos, movilizados en contra de una ley que pretende despojarles, entre otras cosas, del derecho de propiedad.

La propuesta de reforma de la Constitución de Jujuy afecta directamente el legítimo derecho de posesión de las comunidades ancestrales y le concede ventajas a titulares registrales que disputen tierras.

Asimismo, considera una “grave violación al derecho de propiedad la ocupación no consentida”, dejando el terreno fértil para legislar las condiciones para el desalojo.

Mientras, bajo el título: “Derecho a la Paz Social y la Convivencia Democrática Pacífica” se incorpora la expresa prohibición de la protesta.

De nuevo el arma de la tecnología digital, se utiliza para avanzar la estrategia de dominación sobre Nuestra América, para apropiarse de sus riquezas.

Nada, por deshumanizado que sea, detiene a los lacayos asalariados de Washington, la tecnología en manos de los poderosos actúa para desacreditar al rebelde, anularlo y borrar toda huella de la brutalidad de los represores.

(*) Escritor, profesor, investigador y periodista cubano. Es autor de “Juego de Iluminaciones”, “El caballero ilustrado”, “El adversario”, “Enemigo” y “La guerra que se nos hace”.

Foto de portada: Telam

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