Internacionales

Carlos Lazo responde sobre los viajes de estudiantes estadounidenses a Cuba

Por Carlos Lazo.

“¡Hipócrita!”. “Hijo de p…”. “ Enséñales a tus estudiantes la miseria de Cuba”. “Llévalos a los barrios malos”. “Muéstrales la otra cara de Cuba”, me dice un hermano odiador. Aguanta. Vamos por partes.

Cuando mis estudiantes estadounidenses viajan a Cuba, recorren lugares disímiles. Esos jóvenes y sus padres visitan edificios que son patrimonio de la humanidad. Pero también visitan barrios humildes. Además, llevan donaciones y hacen trabajo comunitario en vecindarios y proyectos sociales.

En nuestro último viaje, llevaron cinco mil libras de leche en polvo que fueron entregadas en dos hospitales pediátricos (Pinar del Río y Matanzas). También entregaron una parte de esa carga en una escuela de niños con necesidades especiales.

Mis estudiantes visitaron, además, el centro comunitario QuisiCuaba. Este proyecto, dirigido por Enrique Alemán Gutiérrez, distribuye miles de raciones de comidas diarias a personas necesitadas en Los Sitios, en el corazón de La Habana. Allí, mis muchachos incluso ayudaron a servir el almuerzo ese día.

En cada una de nuestras visitas, esos jóvenes estadounidenses han compartido amor y solidaridad con el pueblo de Cuba.

Eso hacen mis estudiantes cuando van a Cuba. Se alojan en casas de renta y las familias cubanas reciben ingresos por la estadía. Eligen estar en contacto con la gente sencilla. Aprenden directamente de las alegrías y de las tristezas del pueblo cubano.

Pero para ti odiador tengo unas preguntas. Tú, que vives en Miami o en Madrid, o en cualquier otra ciudad “rica” del mundo. Cuando recibes visitantes en tu linda ciudad, ¿los llevas a ver las cosas negativas de tu entorno? Cuando recibes visitantes en Miami, ¿los llevas a la calle donde ocurrió la última masacre? ¿Al lugar donde asesinaron a un afroamericano?

Odiador, a ver: Cuando recibes invitados en Miami, ¿los llevas a los hogares de ancianos, donde los viejitos olvidados languidecen esperando la muerte? Cuando llega un familiar o un amigo tuyo a la ciudad, ¿lo invitas a recorrer la escuela donde acaban de asesinar al último niño en un tiroteo masivo? ¿Les das un tour por debajo de esos puentes, donde duermen los desamparados? ¿Les das una caminadita en medio de la noche, por el pequeño Haití? ¿Conoces tú de las clínicas repletas de jóvenes que son víctimas de la epidemia de drogadicción que azota USA? ¿Has hecho trabajo comunitario ahí? ¿Has servido almuerzos en la cola de los desamparados? Además de odiar y desear lo peor para Cuba, ¿conoces “la otra cara de la moneda” de tu propia casa?

Responde hermano odiador. Cuando vas de vacaciones a Puerto Plata o a Punta Cana o a Río de Janeiro, ¿visitas las villas miserias de esos lugares? ¿Pensaste alguna vez en conocer “la otra cara” mientras almorzabas opíparamente en un hotel “todo-incluido” en Cancún? Cuando viajas en los cruceros y recorres el Caribe, con buffet “all-you-can-eat”, ¿visitas las villas miseria de Haití o Jamaica? ¿Cuándo fue la última vez que fuiste solidario con los olvidados de la tierra? ¿Con la gente de tu propia tierra? ¿Con los pordioseros de tu propia ciudad?

¿Quién es el hipócrita? ¿Quién es el hijo de p…? ¿Yo y mis estudiantes norteamericanos o tú que pides bloqueo y muerte para tu propia Patria?

Odiador: ¡Lávate la boca antes de hablar de mis estudiantes estadounidenses! ¡Tú personificas odio y egoísmo! ¡Tú eres vergüenza de Cuba y de los Estados Unidos!

¡Mis estudiantes estadounidenses son #PuentesDeAmor!

Carlos Lazo
Organizador de Puentes de amor
29 de junio de 2023

Foto de portada: Carlos Lazo/ Facebook.

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