Cuba

Otra pandemia: la Enfermedad Renal Crónica

Por Flor de Paz* / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.

El riñón es uno de los órganos más importantes del cuerpo humano. Entre sus funciones está la formación de orina, el equilibrio electrolítico, el mantenimiento del volumen sanguíneo y de la presión arterial, así como la desintoxicación sanguínea.

La Enfermedad Renal Crónica (ERC), un problema de salud pública que afecta a alrededor del 10 por ciento de la población del planeta, es provocada por insuficiencias estructurales o funcionales de esta víscera durante más de tres meses, y ha tenido en todo el mundo un aumento vertiginoso del número de casos, a tal punto que los científicos ya la consideran una pandemia.

Sus síntomas, en la forma aguda o crónica, consisten en la imposibilidad del paciente de excretar la orina (anuria) o en hacerlo en muy pocas cantidades (oliguria), ya sea por la obstrucción de un conducto o por el cese de la función renal.

Esta incapacidad ocasiona graves alteraciones en el funcionamiento del organismo, que queda imposibilitado de eliminar el exceso de agua, electrolitos, urea y creatinina en la sangre.

En Cuba, el incremento de los casos con ERC también es preocupante. El año “2022 cerró con mil 492 nuevos pacientes con tratamiento de hemodiálisis, cifra superior a los mil 186 registrados en 2021”, dijo a la revista Avances Médicos de Cuba (AMC) el doctor Alexander Mármol, vicepresidente de la Sociedad Cubana de Nefrología y especialista del Centro Coordinador Nacional de Enfermedad Renal Crónica, Diálisis y Trasplante Renal, que radica en el Instituto de Nefrología.

De acuerdo con el experto, uno de los tres estudios más grandes realizados en el mundo en torno a esta patología fue hecho en la Isla de la Juventud, con la participación de 114 médicos de la familia. Los resultados mostraron que “el 9,6 por ciento de los más de 80 mil habitantes del lugar padece alguno de los cinco estadios de la enfermedad”.

El Doctor Mármol refirió que en el país 2022 cerró con mil 492 nuevos pacientes en hemodiálisis, cifra superior a los mil 186 registrados en 2021. La ERC está considerada la cuarta causa de muerte, solo precedida por eventos cardiovasculares, los tumores y las infecciones.

“Es decir, que de 106,8 por cada millón de habitantes entrando en diálisis en 2021, cerramos el pasado año con 134,4”. Asimismo, destacó que tan solo entre un 10 y un 15 por ciento puede ser elegible para trasplante renal, pues el resto no reúne las condiciones para someterse a esa operación.

Al ofrecer detalles sobre esta cirugía explicó que el riñón a trasplantar se toma de un donante vivo o de un fallecido, “que es ese paciente que ha estado en terapia intensiva con muerte encefálica y la familia consiente en donar sus órganos.

“Las naciones desarrolladas realizan el mayor porcentaje de los trasplantes con donante muerto; igual sucede en Cuba y en Uruguay, los únicos países de América Latina donde se ejecuta este proceder en un 85-90 por ciento”, señaló.

En Cuba se hizo el primer trasplante de riñón el 24 de febrero de 1970. Desde ese momento y hasta la fecha “se han realizado cinco mil 804 en nueve hospitales: Instituto de Nefrología, Hermanos Ameijeiras, Centro de Investigaciones Médico-Quirúrgicas; Pediátrico de Centro Habana; Arnaldo Milián, de Villa Clara; Manuel Ascunce, de Camagüey; Lucía Íñiguez, de Holguín; Juan Bruno Zayas, de Santiago de Cuba; y el hospital militar Luis Díaz Soto (naval)”, indica el reporte.

Con donante vivo, en Cuba se han materializado un total de 576, significó el especialista. “Hasta 2015 se emplearon solamente riñones donados por padres, hermanos o hijos, pero ese año una nueva legislación amplió los tipos de donantes e incluyó a cónyuges, tíos, sobrinos, primos, padrastros y madrastras”.

Mantener con vida al paciente que sufre de ERC requiere de hemodiálisis: el llamado riñón artificial. El proceder consiste en “introducir líquido en el abdomen del paciente y hacer un intercambio donde se extraen los productos nitrogenados y desechos del organismo, tres veces a la semana, lo cual puede realizarse manualmente por enfermeras en los hospitales o por máquinas en la casa del enfermo”.

Prevención

Entre los factores de riesgo para sufrir la ERC están padecer de diabetes mellitus, hipertensión arterial, patologías cardíacas. Como acciones preventivas se recomienda limitar la ingesta de alcohol, el exceso de sal y azúcar, de analgésicos y antinflamatorios no esteroideos; no fumar, dormir lo necesario, moverse lo suficiente y beber agua.

Por otra parte, el diagnóstico precoz y un manejo multidisciplinar son clave para mejorar el abordaje de esta enfermedad y la calidad de vida de los pacientes.

Según informes de 2022 —reporta AMC— el 34,4 por ciento de los casos en el mundo son consecuencia de la hipertensión arterial, el 31,6 de diabetes mellitus, el 6,5 de uropatías obstructivas, el 5,5 de enfermedad renal poliquística y el 4,6 de glomerulopatías.

Una inadecuada alimentación, el aumento del estrés y la obesidad también son factores contribuyentes, a lo cual se suma el impacto de la Covid-19, enfermedad infecciosa que produce un estado inflamatorio crónico generador de condiciones propicias para producir un mayor daño renal”.

(*) Periodista cubana especializada en temas científicos y Directora de Cubaperiodistas.

Foto de portada: anestesiar.

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