Internacionales

Mutación, letalidad, pobreza, y Covid persistente

Por Orlando Oramas León* / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.

La pandemia de la Covid-19 sigue dando noticias, en particular desde China, donde científicos del gigante asiático detectaron en un paciente una nueva mutación de la variante Ómicron del coronavirus Sars-CoV-2.

Ocurrió en la ciudad oriental de Suzhou, cuando el gigante asiático encara un fuerte rebrote de la enfermedad, en particular en la fronteriza megaurbe de Shanghái, que registra más de 60 mil casos, en su mayoría asintomáticos.

De acuerdo con distintos medios locales, los expertos del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Suzhou denominaron como VOC/Ómicron BA.1.1 la nueva mutación del coronavirus, tras no encontrar en las bases de datos ninguna similitud con otros identificados previamente en el mundo.

El gobierno chino movilizó a más de 38 mil médicos militares y civiles y prorrogó el confinamiento total en Shanghái, donde aplicó pruebas PCR y de antígenos en una población estimada en 25 millones de habitantes.

Del otro lado del planeta un estudio indicó que los residentes en los condados más pobres de Estados Unidos tuvieron una letalidad que casi duplicó a quienes se contagiaron con la Covid-19 en los condados más ricos.

La investigación abarcó los ingresos y muertes de más de tres mil 200 condados estadounidenses y demostró una brecha superior en la mortalidad con la variante delta durante la cuarta oleada desde el inicio de la pandemia. Los que vivían en localidades de menos ingresos murieron a un ritmo cinco veces mayor que las de mejores condiciones económicas.

“El abandono de la población pobre y de bajos ingresos en este país durante una pandemia es inmoral, escandaloso e injusto, especialmente a la luz de los billones de dólares que recibieron las entidades con ánimo de lucro”, dijo William Barber, director de Poor People’s Campaign, un grupo activista que pretende corregir la desigualdad de ingresos.

Un despacho de Reuters asegura que “Estados Unidos es la única nación rica que no garantiza los servicios sanitarios para todos, y fue testigo del mayor descenso de la esperanza de vida masculina durante la pandemia de Covid de entre 29 naciones estudiadas por la Universidad de Oxford”.

Más de 980 mil estadounidenses perdieron la vida por la pandemia, el mayor número de cualquier otro país del mundo. Según la fuente, una cuarta parte de los adultos de la nación norteña siguen sin inmunizarse por dudas respecto a las vacunas.

Entre tanto, en Alemania los impulsores de la vacunación obligatoria a partir de los 18 años, entre ellos el ministro de Sanidad, Karl Lauterbach, desistieron de presentar esa iniciativa ante el Bundestag (cámara baja) por considerar que no hay respaldo mayoritario.

Mientras, la pandemia continúa bajo estudio en diversas latitudes, y en España el último informe del Grupo de Trabajo Multidisciplinar (GTM) que asesora al Ministerio de Ciencia, llegó a conclusiones preocupantes.

El GTM augura que más de un millón de personas pueden desarrollar en el país ibérico una “Covid persistente”, asociada en la mayoría de los casos a síntomas como la fatiga y el dolor de cabeza. Los candidatos más probables, apunta, son los adultos entre 30 y 50 años y las mujeres.

Este equipo de científicos destacó, entre los más asociados a la Covid persistente, problemas como la fatiga, disnea, dolor torácico, palpitaciones, síntomas gastrointestinales, confusión mental, ansiedad y depresión.

Resultan señales a menudo debilitantes que persisten después de la infección durante semanas e incluso meses, y de ello no escapan quienes resultaron asintomáticos o pasaron la enfermedad con síntomas leves.

 

(*)  Periodista cubano, autor de los libros “Raúl Roa, periodismo y Revolución”, “Pohanohara, cubanos en Paraguay” y “Cuentos del Arañero”.

Foto de portada: El Financiero.

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