Miguel Hernández, el gran poeta alicantino que ya es también de Jaén
Por Juan Luis Valenzuela.
Este jueves, el gran poeta del pueblo, Miguel Hernández, será designado por la Diputación de Jaén, Hijo Adoptivo de la provincia. Una de las mayores distinciones que se pueden realizar desde el ente supramunicipal y que, además de merecida, tiene un largo recorrido y una larga historia jalonada de esfuerzos de la diputación para que su legado esté al servicio de la ciudadanía.
Iniciativa socialista del presidente
Esta iniciativa del presidente, el socialista Francisco Reyes, que formalmente ya se realizó el pasado 31 de marzo, concitó el acuerdo unánime de todos los grupos de la Corporación provincial. Al acto protocolario de nombramiento de Hijo Adoptivo, asistirá Lucía Izquierdo, nuera del poeta de Orihuela. Hernández, represaliado por el franquismo, murió abandonado por las autoridades militares y sanitarias en la prisión de Alicante. El autor de “Vientos del Pueblo” fue condenado a pena de muerte. Se la conmutó por la pena de treinta años, aunque no pudo cumplirla al fallecer de tuberculosis el 28 de marzo de 1942.
Conferencia de Alfonso Guerra
Como corolario a este acto, el ex vicepresidente del Gobierno con Felipe González, Alfonso Guerra, pronunciará una conferencia en torno a la vida y obra del poeta alicantino y, a partir, de ahora, también andaluz y jiennense por la iniciativa de la Diputación Provincial. Una institución provincial que ha luchado y “peleado” para poder albergar en la localidad de Quesada el importante y amplio legado del autor de “La nana de la cebolla” y un espacio museístico para su estudio y visita junto a la obra del pintor Rafael Zabaleta, eminente artista nacido en la localidad quesadense.
¿Por qué el legado del poeta está en Jaén y no en su tierra natal, Alicante?
Se podrá resumir en el hecho de que el PP valenciano lo dejó perder por sectarismo ideológico y Jaén más el empeño perseverante de Francisco Reyes, ha hecho que Hernández haya sido “adoptado” en la tierra natal de su mujer, Josefina Manresa. Ciertamente, Miguel Hernández ha sido recordado, conmemorado, difundido y dignificado cada día, desde hace años, en la provincia y en concreto en el pequeño y bello pueblo de Quesada. Allí se ubica el Museo Miguel Hernández/Josefina Manresa con todo su amplísimo legado, ¿y por qué en un pueblo de Jaén de apenas 6.000 habitantes y no en la tierra natal del poeta, la Comunidad valenciana? Hay toda una historia de sectarismo político e ignorante detrás. La contamos.
Quesada es la tierra natal de la que fue mujer del poeta alicantino, Josefina Manresa. En 2012, el equipo de Gobierno del Partido Popular en el Ayuntamiento de Elche, suspendió el acuerdo de colaboración suscrito con los herederos del poeta cuando todo estaba cerrado para que el importantísimo legado del poeta nacido en Orihuela permaneciese en la ciudad. En el convenio se recogía también la creación de una fundación pero, acogiéndose a motivos económicos. El acuerdo era fácil ya que se trataba solo de ratificar lo pactado con la familia durante el mandato anterior del socialista Alejandro Soler en octubre de 2010. Ese acuerdo, garantizaba la permanencia del legado de Miguel Hernández durante 20 años por un importe de tres millones de euros. Si se tiene en cuenta la capacidad económica del ayuntamiento ilicitano y dimensión política, con una población superior a muchas capitales de provincia españolas, más de 232.000 habitantes y su cercanía a Orihuela (a unos 20 minutos), es evidente que la adquisición del legado con su consiguiente museo, hubiera supuesto para Elche dotarse de un enorme recurso cultural y turístico de primer orden y que hubiera amortizado en poco tiempo la inversión inicial.
Razones ideológicas
Entonces, ¿por qué el ayuntamiento lo rechazó? No cabe más respuesta que la ideológica y la de ver a Miguel Hernández como un símbolo de la izquierda más que como el gran poeta que fue. Esta tesis se asienta más si se tiene en cuenta que ese mismo ayuntamiento del PP, dos semanas antes, acordó retirar el nombre a un jardín en conmemoración de “La Pasionaria” sustituyéndola por el de “República argentina”. Cabe destacar que cuando la alcaldesa popular, Mercedes Alonso, fue preguntada por la ubicación de un busto dedicado a la dirigente que ya habían retirado del jardín, comentó: “El monolito está destruido, no existe, es historia”. Sin embargo, no tuvo reparos en que al mismo tiempo que quitaba el nombre a Dolores Ibarruri, le imponía a una calle la denominación de un alcalde franquista porque consiguió cosas “muy importantes para Elche”. La alcaldesa llegó a manifestar que si los socialistas querían que el legado del poeta se quedase en Elche “Qué lo paguen ellos de su bolsillo”.
El portavoz del Partido Popular justificó la decisión en que “no existía ninguna vinculación” de la política comunista con el municipio y que el importe pactado por el anterior gobierno (PSPV-PSOE), de 3 millones de euros a lo largo de 20 años, “superaba la tasación realizada por la Biblioteca Nacional sobre el legado de Miguel Hernández, que lo valoraba en 2,1 millones de euros”.
Riesgo de perder el legado
Ante el riesgo, luego confirmado, de la posible pérdida del legado por su traslado a la localidad jiennense de Quesada, pueblo de su mujer, Josefina Manresa, la alcaldesa del PP dijo no entender “por qué a Quesada se lo dan gratuito y a nosotros nos quieren cobrar tres millones de euros” a la vez que reconocía la publicidad y la envergadura de la ciudad de Elche (250.000 habitantes) frente a la de Quesada (6.000). Falso de toda falsedad esa aseveración de la regidora, La Diputación de Jaén, es propietaria del legado tras ubicarlo en Quesada y haber abonado a la familia los tres millones de euros en un acuerdo sellado a finales de 2013, aunque el fondo del poeta llegó a Jaén más de un año antes, en agosto de 2012, procedente de la caja fuerte donde permanecía tras truncarse las relaciones entre los herederos y el Ayuntamiento de Elche.
La justicia, nunca mejor dicho “poética”, llegó años después cuando un juzgado de Elche obligó al Ayuntamiento a pagar 118.000 euros -más 22.392 euros de intereses- por romper el acuerdo suscrito en 2010 para que el legado del poeta permaneciera en Elche como consecuencia del recurso que interpuso la nuera del poeta, Lucía Izquierdo.
Presencia intensa de Miguel Hernández en Jaén
Miguel y Josefina Manresa se conocieron en Orihuela, pero Jaén fue elemento crucial entre ambos. Hija de un guardia civil destinado en el cuartel de Quesada, la familia Manresa vuelve en 1927 a la provincia de Alicante, de la que son originarios, concretamente a San Miguel de Salinas. Josefina trabaja como aprendiz en distintos talleres de costura. Miguel Hernández llegó a la capital jiennense en marzo 1937 para dirigir el Altavoz del Frente Sur, un periódico republicano. Fue una presencia breve, pero intensa en la provincia. Se implicó mucho como todos los intelectuales. Unos días antes se había casado con Josefina , a la que conoció en la feria de Orihuela, donde ambos vivían. “Quesada fue la tierra que me vio nacer, y de Jaén, andaluza, me consideré siempre”, dijo la esposa del poeta de las “Nanas de la Cebolla”.
La nuera del poeta junto al presidente de la Diputación, Francisco Reyes
Lo que no supo defender Alicante lo ganó Jaén
Y es que aunque Miguel Hernández no nació en Jaén, ya es de Jaén. El legado del poeta, que no supo o no quiso defender el PP alicantino, vino a estas tierras del Sur tras firma del acuerdo de la Diputación con la familia del poeta para la compra y traslado de su amplio legado a Quesada y la posterior apertura en mayo de 2015 del museo Miguel Hernández/Josefina Manresa. Si las instituciones valencianas no quisieron salvaguardar su nombre ni preservar su memoria, la Diputación de Jaén y su presidente, Francisco Reyes, sí.
Andaluces de Jaén, himno oficial de la provincia
La institución provincial compró a los herederos del poeta 5.600 documentos, entre manuscritos, poemas y otros materiales. Un museo para conocer su literatura, sus versos, sus escritos, y donde acercarse un poco más a su personalidad, a su vida. Dotado de cinco salas expositivas con sus obras más significativas: Perito en Lunas (entre 1910-1934); El Rayo que no cesa (1935-1936); Viento del pueblo (1936-1939); Romancero y cancionero de ausencias (1936-1939); y El legado del poeta (de 1943 a la actualidad). También se logró el permiso necesario para el uso del poema “Aceitunero” (conocido generalmente como Andaluces de Jaén) como himno oficial de la provincia. Un enorme recurso cultural para una Quesada con una población de 5.922 habitantes dentro del Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas y en cuyo término se halla el nacimiento del río Guadalquivir.
“En Quesada, su pueblo y el mío…”
Si el encabezamiento de la ‘Elegía a Ramón Sijé’, “En Orihuela, su pueblo y el mío, se me ha muerto como del rayo…” ahora podría permitirse por un “En Quesada, su pueblo y el mío…”, gracias a poner en valor la herencia fielmente guardada por su mujer, Josefina Manresa, nacida y con raíces de vida en Quesada donde su padre fue guardia civil. Los estudiosos de la obra del poeta de Orihuela coinciden en señalar que, sin el trabajo de su mujer a lo largo de todo el régimen franquista, gran parte de los textos del poeta se hubiesen perdido para siempre. Josefina llevó a cabo la recopilación y protección de su legado literario, celosamente escondido “en un baúl que heredé de mi madre, donde se guardaba la ropa de cama…”.
Un gran poeta alicantino que ya es también de la provincia de Jaén
Tras abandonar Jaén, la vida del poeta fue increíblemente triste y penosa tras su encarcelamiento y vejaciones antes de morir de tuberculosis en la enfermería del Reformatorio de Adultos de Alicante un 12 de mayo de 1942. Pero con letras de oro quedará siempre escrito en el libro de la historia su estancia en Jaén y sus poemas inconmensurables. A partir de ahora, Miguel Hernández, ya es formal y oficialmente, un poeta, un gran poeta de la provincia de Jaén.
Tomado de El Plural.