Cuba

Ética y normativas para la IA en Cuba, ¿cuán importante son?

Por Laydis Soler Milanés

La inteligencia artificial (IA) parece algo lejano y de ciencia ficción para Cuba. No obstante, en el país ya se utilizan y prueban a pequeña escala estas tecnologías, con aplicaciones en el análisis de datos y la medicina.

En pocos años podría formar parte de nuestra vida cotidiana. El mundo avanza, y no podemos quedarnos atrás. Sin embargo, debemos estar preparados y conocer tanto sus potencialidades como peligros para tomar decisiones informadas.

El riesgo para Cuba no será usar la IA, al contrario, será no utilizarla a nuestro a favor. Ante esa situación es necesario ante todo una ética y regulaciones que contribuyan a un mejor empleo de sistemas de IA, que sea justo, respete los derechos humanos y proteja a todos los usuarios. Sobre este asunto, bajo el tema “Ética, derechos en tiempos de IA. Miradas desde Cuba” un grupo de expertos y miembros de la Sociedad Cubana de Derecho e Informática sesionó en la sede de la Unión de Juristas de Cuba.

Allí el profesor Luciano García Garrido, pionero en la enseñanza de la Lógica y la Inteligencia Artificial desde 1950 en la Facultad de Matemática y Computación, advertía sobre posibles usos maliciosos y problemas en el diseño e implementación de sistemas de IA. Por ejemplo, mencionaba el uso de datos masivos sin autorización, creación de armamento, vigilancia mediante reconocimiento facial o situaciones de discriminación a personas.

Para él la construcción de software que trate de detectar solo riesgos y daños no es suficiente. No responde a una solución total del problema. La respuesta está en el terreno de la ética, principios éticos, normativas de diseño que apelen a los problemas señalados, con un enfoque interdisciplinario.

Sin embargo, como explicaba a Cubahora el profesor de derecho en el Politécnico de Beja, en Portugal, David Manuel Masseno, se debe ir más allá de principios de éticos, hay que regular y aplicar leyes e implementarlas. Ahí es donde entran los juristas, pero no solo ellos, todo un grupo de expertos en diversas áreas asociadas a la inteligencia artificial, la tecnología y las ciencias sociales, pues es un proceso complejo que requiere estudio y comprensión. Ese es el acuerdo de la Sociedad Cubana de Derecho e Informática, crear comisiones, aprender y apoyarse en los conocedores del tema antes de regular la IA desde Cuba.

Actualmente, también se trabaja en el proyecto de la “Estrategia de Desarrollo de la Inteligencia Artificial en Cuba” con comisiones interdisciplinares de expertos. Por ejemplo, cuenta con la participación del Ministerio de Comunicaciones, universidades cubanas y extranjeras, ministerios, centros de investigación, y la colaboración de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Ministerio de Justicia para el uso ético de la IA, según presentó en la conferencia Pedro Piñero Pérez, miembro del Proyecto de desarrollo cubano de la Estrategia para el uso de la IA. Sobre este tema profundizaremos en próximos trabajos.

Cabe resaltar además que nuestro país es firmante de la Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial de la UNESCO, la cual sirve de guía global. No obstante, cada nación debe implementar sus propias normas según su contexto y características.

Sin embargo, quedan muchas preocupaciones en cuanto a la aplicación de una normativa para la IA en Cuba, pues no es solo redactar un documento, es hacerlo cumplir, enseñar, cambiar mentalidades... Y tampoco es regular para prohibir el desarrollo de una tecnología que al final nos puede ayudar de usarse bien.

También en el debate se destacó que deben existir antes otras leyes que apoyen a esa legislación, como la ley de Datos Abiertos, y cumplir bien otras ya vigentes como la de derechos de autor y la de Protección de Datos.

A Cuba todavía le queda por avanzar sobre el tema de la IA, sus aplicaciones y normativas; sin embargo, más allá de las limitaciones que conocemos, existe la voluntad de aprender y hacer, ya que, de lo contrario, perderíamos los beneficios que ofrece una tecnología que está destinada a ocupar un gran peso a nivel global.

Tomado de Cubahora / Imagen ilustrativa de portada: Universidad de Liverpool

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