Internacionales

Las piedras del río de Miami suenan (II)

Por José Luis Méndez Méndez (*) / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano

Reza una máxima popular, que cuando el río suena, es porque se dice algo que es verdad en lo que se rumora, porque además de agua, piedras trae y esa es la situación en la Miami ignota, esa que no se conoce en las redes sociales ni se promueve en los folletos de las agencias turísticas ni de viaje.

La salida de su belicoso alcalde Francis Suárez hacia otros horizontes nacionales encumbrados y la deuda millonaria contraída por su bravucón comisionado Joe Carollo, en el ocaso tardío de su prolongada, criticada y accidentada carrera política, ha destapado la caja de Pandora, que ha sido su Ayuntamiento, poniendo al descubierto parte de su sórdida realidad, desconocida para muchos de sus residentes ajenos o no interesados en esos asuntos domésticos. Aunque sus impuestos irán a sufragar la acción dolosa de su comisionado.

Por lo general la Comisión del Ayuntamiento ha sido dinástica y el nepotismo ha estado presente. El comentado advenedizo José Suárez se enfrentó en las elecciones por el puesto que dejó el comisionado Frank Carollo, hermano del corrupto Joe Carollo. Otros fueron Tommy Regalado, hijo del alcalde Tomás Regalado; Zoraida Barreiro, esposa del comisionado condal Bruno Barreiro; Olidia Hernández; Alfonso León; Miguel Solima; Daniel Suárez y Alex Domínguez, quien aspiró al puesto hace cuatro años y antes al puesto de tasador de la propiedad. Suárez, para no ser menos en la cofradía, según los registros designó a Wendy Sosa, su esposa, como tesorera y los fondos de la campaña irán a una cuenta de Wells Fargo. No recaudó mucho dinero, ya que consideró: “lograr 150,000 dólares, no se hace sin contraer y deber favores”.

Mientras aumenta y se desarrolla uno de los escándalos más prometedores contra el ex alcalde Francis Suárez. Se conoció que un urbanizador en los finales del mandato del violento, aspirante, ahora, a candidato republicano a las elecciones generales en Estados Unidos, pagó $170,000 al alcalde de Miami para impulsar su proyecto, según registros de la empresa.

El alcalde de Miami, Francis Suárez, recibió al menos esa cifra en pagos mensuales a partir de finales de 2021 de un urbanizador que construía un complejo en Coconut Grove, según documentos de Location Ventures obtenidos por varios medios de comunicación locales.

El empresario pagó discretamente al alcalde de Miami, al menos esa cantidad durante los dos últimos años para que lo ayudara a superar los trámites burocráticos y conseguir los permisos necesarios para su estancado proyecto inmobiliario, según documentos internos de la empresa.

Las notas de las reuniones de la empresa celebradas el verano y el otoño pasados por la firma Location Ventures indican que Rishi Kapoor, su presidente ejecutivo, tenía dificultades para conseguir la aprobación de los planes para su complejo URBIN Coconut Grove, mientras intentaba asegurar a los nerviosos inversionistas que Suárez ayudaría a resolver el problema.

Las notas de la reunión, que se proporcionaron a los inversionistas para apaciguar sus frustraciones por los repetidos retrasos en el proyecto de uso combinado de $70 millones, dejaban claro su papel: “El alcalde Suárez ayudará a impulsar esto”. Según los registros, Kapoor se reunió entonces con Suárez y el administrador municipal Art Noriega el verano pasado para discutir un obstáculo de zonificación que, sin una exención, habría requerido un rediseño costoso y largo para el urbanizador.

Los registros internos de la empresa dan detalles, por primera vez, del trabajo privado de Suárez para el urbanizador mientras ocupaba un cargo público en el Ayuntamiento, lo que plantea cuestiones legales y éticas sobre la relación entre su papel como alcalde y su trabajo como asesor de un urbanizador.

Este conflicto de intereses y la evidente presencia de un caso notorio de tráfico de influencias desde un cargo público, ha sido valorado desde la academia: “¿Infringió sus deberes para con su cargo y los ciudadanos de su ciudad?”, se preguntó Robert Jarvis, profesor de Derecho especializado en Ética de la Universidad Nova Southeastern. “Ciertamente parece que sí”.

Las revelaciones sobre el contrato de consultoría de Suárez con la empresa urbanizadora de Kapoor salieron a la luz mientras el alcalde republicano considera una candidatura a la presidencia en las elecciones de 2024.

A un serio comité de ética le habría bastado para vetar tal aspiración. La oficina de Suárez negó la reunión. Kapoor dijo a través de su abogado que no tiene “ningún registro o recuerdo de tal reunión” con el administrador municipal y el alcalde el verano pasado.

Tanto Suárez como Kapoor afirman que el trabajo del alcalde para la marca URBIN no estuvo relacionado con el Ayuntamiento. El portavoz de Suárez dijo que se le pagó solo para presentarle a posibles inversionistas. Kapoor dijo que el alcalde le dio consejos sobre la “programación” que implica la mezcla de tiendas y restaurantes en los proyectos de su empresa en Miami-Dade. Cuando se es servidor público, todo caso le concierne a la ética, de quien lo ocupa. Apelar a la ingenuidad de alegar separación de asuntos, no hace más que oscurecer más, el ya turbio negocio.

Pero, los informes internos de Location Ventures, que detallaban todo, desde estrategias de marketing hasta inversiones financieras, afirman que a lo largo de 2022, Kapoor llamó repetidamente a Suárez para obtener ayuda con problemas de permisos.

“El alcalde Suárez no participó en ninguna actividad de cabildeo para URBIN”, dijo la portavoz de Suárez. Calificó de “inexacta” la descripción del papel de Suárez en los registros internos. Ni Kapoor ni Suárez explicaron por qué los registros internos de la empresa urbanizadora de Coral Gables indican que el alcalde usó su influencia en el Ayuntamiento para ayudar a un cliente que le pagaba discretamente $10,000 al mes. Eso no es legal ni ético, tampoco moral, para un pretendiente a la Casa Blanca.

La calificada Caroline Klancke, directora ejecutiva de Florida Ethics Institute, una entidad no partidista, dijo que el trabajo de Suárez para el urbanizador pudiera haber infringido las leyes de ética de la Florida que prohíben a los líderes electos ser empleados de una empresa que hace negocios con su municipalidad y pudiera plantear un conflicto de interés para ellos en su cargo público.

“Lo que crearía un conflicto de interés con ese urbanizador es que el urbanizador estuviera sujeto a la regulación de la ciudad”, dijo Klancke, quien trabajó 15 años en la Comisión de Ética de la Florida, donde fue asesora general y subdirectora ejecutiva.

El corrupto Suárez, quien termino su segundo mandato y ocupa un cargo principalmente ceremonial como alcalde a tiempo parcial, obtuvo una opinión general de la abogada municipal de que era legal hacer trabajo externo siempre que no entrara en conflicto con sus deberes de gobierno. Suárez no tiene voto, pero puede vetar. Quienes no viven en Miami, no pueden entender ese tipo de ética flexible e interpretativa, todo lo que haga, diga, piense o hable el señor alcalde tendrá la connotación por ser la primera figura del ayuntamiento, pensar lo contrario es risible, cuando en ese lugar llueve muchos sacan la sombrilla, su influencia es omnipotente y omnipresente.

También puede contratar y despedir al administrador municipal, que dirige las operaciones cotidianas de la ciudad y supervisa a todos los empleados. Es evidente que actuó dolosamente, el apelar a culpabilidad, desconocimiento, lo hace no elegible para empeños presidenciales. Además de las posibles infracciones de ética, Klancke dijo que los informes internos del urbanizador que describen a Suárez trabajando en cuestiones de permisos para Location Ventures pudieran proporcionar evidencia suficiente para desencadenar una investigación penal.

Cuando Suárez se presentó con Kapoor en un acto promocional de URBIN a finales de 2021, el urbanizador estaba haciendo malabarismos con media docena de proyectos comerciales y residenciales mientras la economía posterior a la pandemia renqueaba y la inflación se disparaba en medio del alza de los intereses. Kapoor había financiado los proyectos URBIN de uso combinado “work-live” de su empresa en Coconut Grove, Miami Beach y Coral Gables a través de inversionistas privados y prestamistas inmobiliarios.

URBIN Grove se comercializó como una visión de futuro: cinco propiedades a lo largo del lado sur de Comodoro Plaza iban a ser reconvertidas en espacios de coworking y coliving para jóvenes profesionales, así como en alquileres a largo plazo que incluían estudios y apartamentos de varios dormitorios.

En diciembre de 2021, el equipo de Kapoor solicitó los primeros permisos para la reurbanización de un edificio de cinco plantas en 3162 Comodoro Plaza. El plan consistía en demoler los pisos del cuarto al sexto y reconstruirlos como un moderno entorno de condominio. Según los archivos municipales, el proyecto se paralizó casi de inmediato. Esta saga continúa…

(*) Escritor y profesor universitario. Es el autor, entre otros, del libro “Bajo las alas del Cóndor”, “La Operación Cóndor contra Cuba” y “Demócratas en la Casa Blanca y el terrorismo contra Cuba”. Es colaborador de Cubadebate y Resumen Latinoamericano.

Foto de portada: Wilfredo Lee / AP 

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