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Elecciones en Nueva Zelanda auguran un giro hacia la derecha

Las próximas elecciones neozelandesas, en una nación con casi 5,1 millones de habitantes, están marcadas principalmente por el impacto de la fuerte inflación en la vida cotidiana y por la ausencia de la exprimera ministra Jacinda Ardern, quien dimitiera el pasado enero por “agotamiento”.

Las encuestas de intención de votos vaticinan un giro hacia la derecha en los comicios a celebrarse en Nueva Zelanda este sábado para elegir un nuevo Parlamento. En estos se forma el Gobierno, en una jornada donde se espera que el conservador Partido Nacional gane con mayoría simple.

Según la consultora Essential, que publicó las encuestas esta semana, se prevé que el Partido Nacional obtenga un 34 por ciento de los votos, mientras que el gobernante Partido Laborista, un 30,3 por ciento. No obstante, es una realidad que el Partido Nacional tenga que formar alianzas para regresar al poder tras seis años.

Estos comicios se caracterizan por la ausencia de la exprimera ministra Jacinda Ardern, quien dimitiera el pasado enero por “agotamiento” cuando su partido, el Laborista, se encontraba rezagado en las encuestas, marchándose para disfrutar de una beca de investigación en la Universidad de Harvard, EE.UU.

Los principales candidatos son el líder conservador, Christopher Luxon, quien ha prometido bajar los impuestos y reducir el gasto público para luchar contra la inflación en el país, y la figura del laborismo, el actual primer ministro Chris Hipkins, quien pretende luchar contra el incremento del costo de la vida y apoyar a las familias más vulnerables.

Cualquiera que obtenga 61 de los 120 escaños del próximo Parlamento unicameral, por mayoría absoluta o formando alianzas con otras formaciones políticas, podrá formar Gobierno y nombrar primer ministro, aunque ninguno podrá gobernar en solitario, como Jacinta Arden, única hazaña desde 1996.

Las elecciones neozelandesas, en una nación con casi 5,1 millones de habitantes, están marcadas principalmente por el impacto de la fuerte inflación en la vida cotidiana (hasta un 6 por ciento), el acceso a la vivienda, la criminalidad, la crisis climática y el protagonismo de China en su política exterior.

Tomado de TeleSUR/ Foto de portada: EFE.

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