Internacionales

La corrupción endémica de Miami, se propaga (VI y final)

Por José Luis Méndez Méndez* / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano

Los inculpados en este nuevo y reciente caso de corrupción que involucra a varios miembros de una familia miamense de políticos de origen cubano, que durante décadas han practicado el nepotismo y el tráfico de influencias desde sus cargos públicos en niveles estaduales, condales y municipales, han negado las acusaciones. El proceso sigue en curso, nuevos cargos aparecerán y el fin, en ese ámbito, donde todo es posible, puede ser cualquiera.

Pero, no es inédito, el caso de la familia Díaz-Balart, dejó su impronta en la historia de corrupciones de servidores públicos en Miami, los hermanos Lincoln y Mario, con nexos ancestrales con la dictadura de Fulgencio Batista en Cuba, fueron protagonistas de fraudes, mientras que otros dos hermanos del clan, José, periodista y presentador de televisión, además  Rafael, banquero.

El aceitoso Mario Díaz-Balart, envió al presidente Barack Obama algunas preguntas sobre el cambio de la política de su gobierno sobre Cuba, en particular inquiría si estos, violaban leyes de Estados Unidos. De esta manera, Mario, se unió al senador James Lankford, también ultraderechista, en la carta que entregó a la Casa Blanca donde le imputaba a Obama intentar socavar el bloqueo a Cuba. “Usted ha dejado claro que se opone a la ley actual de Estados Unidos en lo que respecta a las sanciones contra el régimen de Castro”, escribieron los autores de la misiva. Preguntaron al Presidente, cómo su nueva política de debilitar las sanciones se adhiere a la letra y el espíritu de la Ley de bloqueo estadounidense.

Pero al congresista Mario Díaz-Balart también se le podrían formular preguntas solo a manera de ejemplo, ¿Es cierto que su familia en Cuba estuvo muy vinculada hasta 1958 con la tiranía de Fulgencio Batista y Zaldívar? Lo cual sería un aval para su formación y práctica reaccionaria, pero otra cuestión a preguntar estaría relacionada a las verdaderas causas de la renuncia de su hermano Lincoln en el 2010 a la Cámara de Representantes de Estados Unidos y no a la declaración que lo hacía para dedicarse tiempo completo de intentar derrocar a la Revolución cubana, lo cual no fue creído por propios ni por extraños. Tampoco, haberlo hecho como gesto solidario y altruista de dejarle el camino libre a Mario en el Capitolio, estadounidense.

La respuesta a la realidad sobre el corrupto Lincoln, se encontró en una empresa llamada Mark Two Engineering, (MTE) vinculada al complejo militar industrial, situada en la pequeña localidad de Midley, al oeste de Hialeah, Florida. Lincoln desde su puesto en el Congreso logró un nuevo y jugoso contrato para la corporación antes referida.

La MTE establecida desde los noventa y con aproximadamente 100 empleados radica en Medley, un pequeño municipio industrial ubicado  entre Okeechobee Road y el Palmetto Expressway, al oeste de Hialeah. Entre los clientes de sus sofisticados accesorios militares están no sólo el Ejército, sino también la NASA y la Agencia de Proyectos Avanzados de Defensa. Ese consorcio trabajó, además, para desarrollar un pequeño horno para el vehículo Mars Rover que se usará para detectar señales de vida.

Sin embargo, la picardía se filtró. Resulta, que Lincoln Díaz Balart desde su puesto en el Congreso había logrado el mencionado jugoso contrato para la MTE, relacionado con la fabricación de un componente muy sofisticado del archiconocido avión de espionaje auto dirigido “Predator”. 

En pago, Lincoln exigió a los directivos del consorcio emplear a su esposa Cristina con $ 200 mil dólares de salario anual. La consorte había perdido su empleo en el banco de los batistianos Masferrer, al verse involucrada en un escándalo de corrupción millonario con inversionistas españoles.

Además, se filtraron las declaraciones del senador puertorriqueño Jorge de Castro Font, detenido por el FBI por corrupción, quien declaró haber viajado a Miami en el 2004, para entregar unos “chequecitos” de contribuciones ilegales al representante Lincoln Díaz-Balart. El encargo lo recibió de la familia Fonalleda, dueña en San Juan, Puerto Rico de la Plaza Américas. Miguel Otero, ayudante personal de Mario Diaz-Balart, reveló a medios de prensa, que este escándalo le costó su puesto a Lincoln.

Mientras, Mario resultó involucrado en febrero de 2009 en un escándalo por corrupción  que protagonizó el magnate Robert Allen Stanford. ¿En qué consistió? Se descubrió que él, Ileana Ros-Lehtinen y otros habían recibido más de dos millones de dólares, supuestamente, para sus cruzadas electorales. Los proveedores de tan abultada e ilegal cifra, habían sido entidades y agentes dependientes del multimillonario Allen Stanford, quienes más tarde a cambio, reciben votos e influencia. La empresa de inversiones y el banco que llevaban su apellido, fueron sometidos a un proceso judicial por “fraude masivo”.

En ese contexto aún se recordaba en Miami los 10 000 dólares que el ex líder republicano de la Cámara baja, Tom De Lay, le obsequió a Mario para el ilegal financiamiento de su campaña electoral. El corrupto De Lay se vio forzado a renunciar a su puesto debido a escándalos que incluyeron sus privilegios en corporaciones farmacéuticas.

La renuncia al Congreso Federal en el 2010 del ex representante Lincoln Díaz-Balart levantó un sin número de sospechas y teorías en Miami. Ante el elevado cúmulo de especulaciones, los medios investigaron y con poca  dificultad aparecieron los verdaderos motivos de esta sorpresiva salida.

La renuncia de Lincoln no fue por motivos de faldas ni para trabajar en el sector privado como abogado ni dedicarse enteramente a luchar contra la Revolución cubana, tampoco por estar aquejado de supuestas enfermedades y mucho menos para darle espacio en el Congreso a su hermano Mario.

Se añadió, que representantes de un general retirado, a quien le estaba asignada la plaza en la MTE, ocupada ahora por Cristina, presentaron una enérgica reclamación ante un comité del Congreso en Washington DC. Se dio lugar a la reclamación, Lincoln fue informado del inminente escándalo por corrupción y tráfico de influencias. Estaba atrapado, ya Cristina  aparecía en nómina, no podía negar la denuncia, entonces como solución negocia el mal menor, su renuncia.

Las relaciones entre Lincoln  y el referido consorcio se originaron en el  2001, cuando fue captado, desde entonces consiguió millones de dólares de fondos federales a beneficio de este grupo contratista de defensa de Miami-Dade, entidad que en “agradecimiento”, donó decenas de miles de dólares a su campaña política y a la de su hermano.

La saga corrupta registra, que en el 2001, Locust USA obtiene el primer contrato de defensa por 69,974 dólares, promovido por Lincoln. En noviembre de ese año comienzan las donaciones.

Al siguiente 2002, Locust obtiene $4.2 millones en contratos de defensa. El 19 de agosto de ese año, se produce el primer error, la entidad le escribe una carta al Miami Herald dándole crédito a Diaz-Balart, por su gestión para conseguir “millones de dólares del Congreso para acelerar nuestro desarrollo”.

El recibir millonarias donaciones embalentona a Lincoln, en el 2003, Locust recibe una asignación monetaria del Congreso en el proyecto de ley de defensa del 2004, patrocinado por el propio Diaz-Balart. Se supone que los fondos sean para desarrollar motores que usan combustible pesado para vehículos aéreos no tripulados.

Sigue la trama corrupta, al año siguiente, la entidad, recibe una asignación de $3 millones en el proyecto de ley de asignaciones para defensa en 2005, patrocinado por Diaz-Balart. El propósito de los fondos es el mismo.

En el 2005, nuevamente una iniciativa de Lincoln, permite al consorcio recibir $3.7 millones como parte del proyecto de ley de defensa patrocinado por él, con el mismo fin armamentista.

En el 2007, Lincoln suma a Mario, su hermano, en el negocio, a fines de diciembre, MTE contribuye con $4,000 para Mario y Lincoln Diaz-Balart.

Durante el año siguiente, Lincoln promueve en el Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes, otra concesión especial para Locust. La dádiva, no se hace esperar, tres días después, se contribuye con $2,500.

El 31 de marzo, una nueva contribución de $1,250 para Lincoln y Mario Diaz-Balart, por separado. En septiembre siguiente Locust USA recibe parte de una asignación especial de $2 millones, patrocinada por Lincoln.

Locus/ Mark Two Engeeniering (MTE), obtuvieron  entre el 2001 y el 2007 $20.8 millones de dólares por contratos de investigación y desarrollo con el Pentágono. Al menos el 44 %, $9.2 millones, gracias a los “esfuerzos” legislativos en el Congreso de Lincoln Díaz Balart. Entre los años 2003 y 2006 la campaña de Lincoln fue financiada con $41.000 dólares desde MTE,  a través del fondo PAC Democracy Believer. El total de las contribuciones hacia el ex congresista desde el 2000 asciende a $192.000 dólares.

Los legisladores Mario y Lincoln Díaz-Balart, pretendieron durante sus mandatos enseñar a Cuba su versión de la democracia parlamentaria, también patrocinaron un proyecto de ley que benefició de manera considerable a una empresa privada de prótesis de Maryland, después de recibir más de 10 000 dólares en contribuciones de campaña de parte de esta misma firma.

Estos dos hijos mafiosos de un fallecido ministro del Interior de la sanguinaria dictadura de Fulgencio Batista, dieron un apoyo determinante al proyecto de ley federal que amplió la cobertura de seguros a los productos Hanger Orthopedic Group, empresa que pagó 130 000 dólares para agilizar la propuesta.

El comité de acción política (PAC) de Hanger Orthopedic Group, con sede en Bethesda, Maryland, y sus directores entregaron más de 10 000 dólares en contribuciones de campaña a los hermanos Díaz-Balart en las semanas previas a la votación del referido proyecto de Ley.

Sin pudor, los dueños de la firma recaudaron más fondos de campaña a favor de estos políticos corruptos, celebraron eventos de recaudación de fondos o asistieron a recepciones de campaña de los Díaz-Balart. Los corruptos, nunca se distinguieron por promover temas de servicios médicos, de repente se propusieron como patrocinadores del texto, al recibir el aporte de la empresa.

Para reafirmar la conducta dolosa del renunciante Lincoln y de Mario, el  grupo Ciudadanos para la Responsabilidad y la Ética en Washington, la firma mafiosa Bacardí hizo contribuciones ilegales a cinco legisladores, incluyendo a los comentados hermanos. En medio del escándalo que rodeó al citado  Tom Delay, ex líder republicano de la Cámara, Mario Díaz-Balart, quien recibió 10 000 dólares del suspendido, donó 5 000 dólares al fondo de defensa legal del procesado legislador.

Los escándalos de corrupción en Washington, han revelado cómo el sistema parlamentario norteamericano descansa en gran parte sobre la recaudación de cientos de millones de dólares, obtenidos por medio de la cadena de favores descrita. Es cristalino el parecido entre estos corruptos y los hermanitos Díaz de la Portilla.

(*) Escritor y profesor universitario. Es el autor, entre otros, del libro “Bajo las alas del Cóndor”, “La Operación Cóndor contra Cuba” y “Demócratas en la Casa Blanca y el terrorismo contra Cuba”. Es colaborador de Cubadebate y Resumen Latinoamericano.

Foto de portada: El rpublicano Mario Díaz-Balart Díaz-Balart, miembro de la Cámara de Representantes de Estados Unidos / Navy.

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