En busca de culpables (V)
Por José Luis Méndez Méndez/ * Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.
Cientos de Perros de Canaan, originarios y raza nativa de Israel, han sido despachados a la caza de los culpables por el antes, durante y después del llamado 7-O. Preguntas tales ¿Cómo fue posible que andanadas de más de 2500 cohetes según la versión israelí o la de Hamás, que las estima en el doble, hayan encontrado fisuras al ser lanzadas contra zonas tan lejanas como Tel Aviv y Jerusalén? Que hayan encontrado porosidad y dejaran pasar el 10 % de los proyectiles a través de la inexpugnable, hasta ahora, Cúpula de Hierro, reconocida como el sistema de defensa antiaérea más acorazada del mundo y se vio llevada al límite de sus capacidades. ¿Dónde se escondieron, de los ojos y oídos atentos de los servicios especiales locales, esos miles de misiles? ¿Cuándo se transportaron y escondieron esas decenas de rampas de lanzamiento, sus decenas de operadores?, en fin tantas interrogantes sin respuestas coherentes y creíbles.
Los drones también atacaron las ametralladoras pesadas automáticas situadas en la frontera de Israel, cegando a las fuerzas israelíes y comprometiendo su segunda línea de defensa terrestre, siendo su frontera de alta tecnología su primera línea de defensa. Permeada por una organización paramilitar sin la tecnología de un Estado poderoso y respaldado por el país más poderoso del mundo. Parece un pasaje de los gustados programas del inspirado creador Robert Ripley: “Ripleys Believe It ot Not” (Créalo o no lo crea, aunque Ud. no lo crea). Franquicia estadounidense que trata sobre acontecimientos extraños o curiosos sucedidos en el mundo.
Después del golpe inicial, decenas de combatientes palestinos se infiltraron en Israel mediante alas delta y parapentes motorizados, asegurando el terreno antes de ayudar a romper la frontera física usando explosivos y excavadoras. Esto allanó el camino para una incursión terrestre, permitiendo a los militantes cruzar la valla a pie, en camiones y motocicletas. También se penetró en Israel mediante un asalto anfibio, utilizando técnicas de buceo y túneles que conectan mar y tierra. Equipados con mapas, los combatientes palestinos se dirigieron a los objetivos designados, ejecutando diversas operaciones. Este guión combativo fue meticulosamente organizado y ejecutado con precisión, oficio y destrezas militares emulo de las mejores academias de comandos del mundo. Una dirección y mando efectivos, que debió haber impresionado hasta a sus ejecutores, quienes superaron la barrera psicológica de haber podido alcanzar un territorio vedado, con acceso impensable, que había sido estudiado y repasado hasta el cansancio en los rigurosos ensayos en maquetas y mapas.
Las armas y tácticas utilizadas por Hamás fueron sin precedentes. Esta incursión también rompió con el statu quo establecido de ataques esporádicos y contenidos por parte de Hamás y represalias por parte de Israel, destinados a prevenir una escalada mayor.
Aunque Hamás, supuestamente no ha sido considerado una prioridad terrorista, aparece como tal en uno de los diversos listados, de los cuales se excluye Estados Unidos. Este país y sus aliados occidentales, han confiado en la inteligencia israelí, ahora les resultan preocupantes, que una operación tan compleja y de tan gran escala haya pasado “inadvertida”.
La maniobra requirió al menos dos años de planificación, organización y ejecución, involucró a cientos de combatientes. ¿En ese largo lapso no hubo un desertor palestino, ningún agente de las numerosas agencias de inteligencia sionista obtuvo el menor indicio, ninguno de los involucrados le comento en el lecho a su pareja, que estaba en “algo grande” y ella a su vez le confiera el secreto a su amigas más íntimas?. El diseño de ataque requirió el entrenamiento más severo, ensayos e importantes capacidades militares, de inteligencia y financieras.
Un artículo del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés), inserta un dato no menor, estima que el costo de la operación se estima en millones de dólares, lo cual vulneró la inteligencia financiera, particularmente por parte de Israel y la alianza de la llamada Cinco Ojos, al no haber detectado “el complot terrorista más caro de la historia”.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, también ha sido criticado por permitir importantes flujos financieros de Qatar a Gaza durante su mandato. Es curioso, que sea precisamente Qatar un país que tiene un elevado protagonismo en las negociaciones en busca de una solución duradera y justa al llamado conflicto israelí-palestino, cuando en realidad el mundo observa cómplice el genocidio, que intenta restituir la honra perdida del agresor sionista.
Además, el Buró Nacional para la Financiación contra el Terrorismo de Israel ha destacado el uso creciente de criptomonedas, con una estimación de más de 130 millones de dólares recaudados por Hamás y la YIP desde 2021.
Se insiste en la pista iraní, como parte de la conjura palestina, se rumora de reuniones en Beirut a las que habrían asistido presuntamente integrantes del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, confabulados con cuatro grupos militantes, incluido Hamás.
En busca culpables externos se versiona que los participantes recibieron entrenamiento militar en Irán. ¿Sería creíble, que un curso acelerado y breve, haya dado el fogueo demostrado en las acciones combativas del 7-O? Tampoco, estos entrenamientos fuera de Gaza, fueron detectados por los curtidos espías israelíes, cuando Irán, ha estado siempre en su mira.
El contagio de esta crisis ya es visible en el Líbano, con la escalada de tensiones entre Israel y Hizbullah, junto con los ataques en curso entre bases estadounidenses y militantes respaldados por Irán en Irak y Siria. La milicia Houthi de Yemen, respaldada por Irán, también ha confirmado recientemente haber lanzado drones y misiles contra la ciudad israelí de Eilat.
Quienes persisten en la “sorpresa”, han buscado sus argumentos, uno de ellos es el “engaño” calificado como éxito de Hamás, que en apariencias durante dos años, hizo creer a la inteligencia israelí que su principal intención era fomentar el desarrollo económico de Gaza y restaurar su legitimidad. En contra de esta hipótesis ahora se conoce que Israel favoreció esa estrategia, mientras en paralelo decapitaba a la organización de los líderes que abogaban por la lucha armada. El supuesto engaño supone que la inteligencia israelí, hacia sus análisis, valoraciones e informes al Premier, tomando en cuenta lo que leía en fuentes públicas, con comentarios de bares y barberías en la Franja, aceptarlo así sería admitir que carecían de ojos y oídos, faltó acceso a la cúpula de Hamás, precisamente al sector más beligerante de esa organización, lo cual resulta un insulto a la sabiduría humana.
Otro ingrediente es, que durante este período, Hamás limitó los encuentros hostiles con Israel mientras se mostraba reticente a iniciar una guerra a gran escala. Esta extensa aparente campaña de engaño probablemente implicó la difusión de información falsa a través de canales de comunicación intervenidos por Israel, así como de fuentes humanas dirigidas por sus servicios. Con ese juicio se puede concluir, que durante dos años lo que leyó y escuchó Netanyahu, fue pura desinformación. ¿Ningún experto en defensa intuyó, que todo era demasiado bueno para ser verdad, cuando se asume que en política lo real es lo que no se ve? ¿Nunca hubo un intercambio con los aliados estadounidenses, para conocer el parecer de su Comunidad de Inteligencia? Hay tantos cabos sueltos para que el “engaño y la sorpresa” sean verosímiles. De repente los recelosos sionistas, se tornaron cándidos y confiaron en los “cambios” en Hamás.
En segundo lugar, Hamás operó “en las sombras” para eludir la compilación de inteligencia de señales por parte de Israel, que implica recopilar inteligencia a partir de indicios y sistemas de acopios electrónicos. Los militantes palestinos se abstuvieron de hablar de sus planes por teléfono y optaron por utilizar radios portátiles para coordinar la acción. Este argumento es para los escolares analógicos de Israel, si hubiese por lo menos uno, que este escribidor duda con lo avanzado de la tecnología y el desarrollo de Internet en ese país. Un inocuo dato asevera esta presunción, la nación hebrea se justiprecia de haber sido reconocido en el año 2022 de ocupar el primer mundial en calidad de vida digital.
Los supuestos radios empleados tienen frecuencias vulnerables a los medios de goniometría, que detectan la posición del emisor en fracciones de segundos, por lo que es obligado cambiarlas con insistencia. Desde hace más de 50 años ya los servicios especiales estadounidenses tienen una aplicación, que inserta palabras claves, que al ser captadas, desencadenan un protocolo de acciones inmediatas, generan alertan y servidores conservan lo captado, lo triangulan y envían a los encargados de eliminar las amenazas los comandos necesarios prácticamente en tiempo real. Así, si al éter se emiten palabras, como bombas, explosivos, sionistas, armas y otras por el estilo, el sistema de inmediato reacciona. Nada de eso sucedió en dos años, ninguna falla o indiscreción digital se produjo,
Y finalmente, el silencio es el comportamiento más revelador, no le llamo la atención a los cientos de especialistas en escuchas consagrados a detectar el más leve indicio, que por espacio de dos años las organizaciones que invocan la violencia para alcanzar sus demandas, se dedicaran a hablar de temas triviales, económicos, baladíes, en fin inofensivos. ¿Cuándo los analistas procesaron lo decepcionado, tampoco detectaron palabras convencionales, que ocultaran el verdadero contenido? Todo se torna altamente incierto y dudoso. Continuará…
(*) Escritor y profesor universitario. Es el autor, entre otros, del libro “Bajo las alas del Cóndor”, “La Operación Cóndor contra Cuba” y “Demócratas en la Casa Blanca y el terrorismo contra Cuba”. Es colaborador de Cubadebate y Resumen Latinoamericano.
Foto de portada: Thomas Coex / AFP.