Internacionales

Los cubanos de Miami, aprenden rápido del sistema (IV)

Por José Luis Méndez Méndez/ Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano

Si bien los emigrados cubanos tiene un puesto destacado entre los defraudadores del Medicare, no tienen la exclusiva, tampoco son sus pioneros, aunque si tienen el mérito gris de haberlo perfeccionado, diversificado y robustecido. Hurgando en los registros históricos, aparece un médico de Miami, quien fue sentenciado a la benigna pena de 84 meses de prisión por fraude contra Medicare por un valor de 26.2 millones de dólares, esto sucedió en el año 2008, mientras que una administradora de una clínica fue sentenciada a 70 meses por fraude de 11 millones de dólares contra el mismo programa. Tal vez, ese es el rango a imponer por la ley, pero este escribidor insiste en lo inocuas de las penas. Por buena conducta en prisión, acogerse a uno de los programas existentes de “rehabilitación” penal, pueden salir mucho antes, para disfrutar el dinero enajenado, sino en su totalidad en parte, que debe estar sumergido en el denso entramado, que caracteriza las cuevas internacionales donde se esconde lo defraudado.

El defraudador fue un médico de Miami, nombrado Ronald Harris, quien fue sentenciado a 84 meses en prisión y la administradora de clínica médica Mariela Rodríguez, a 70 meses en prisión por defraudar al programa Medicare en conexión con ardides de fraude de infusión para el VIH de gran escala, anunciaron el Secretario de Justicia Auxiliar Interino Matthew Friedrich de la División de lo Criminal y el Fiscal Federal R. Alexander Acosta del Distrito Sur de Florida.

Por el papel de Harris en un ardid de 26.2 millones de dólares, la Jueza Cecilia M. Altonaga del Tribunal Federal de Distrito para el Distrito Sur de Florida ordenó la libertad bajo supervisión de Harris por tres años después de haber cumplido su sentencia en prisión. También ordenó que pagara 9, 882,274 millones de dólares en restitución al Fondo Fiduciario de Medicare, además de su sentencia en prisión. Estafó 26 millones y debe pagar un poco más de nueve. Negocio redondo.

El 26 de agosto de 2008, Harris se declaró culpable de un cargo de conspiración para defraudar a los Estados Unidos, causar la presentación de reclamos falsos y pagar comisiones ilícitas asociadas a la atención médica; un cargo de conspiración para cometer fraude de atención médica; y tres cargos de presentación de reclamos falsos al programa Medicare. Harris se declaró culpable en conexión con su papel como director médico de Physicians Med-Care y Physicians Health Med-Care (Physicians Health), dos clínicas de VIH del área de Miami que alegaban proveer servicios de infusión para VIH a beneficiarios de Medicare.

El criminal, admitió durante su audiencia de declaración de culpabilidad que, entre agosto de 2002 y marzo de 2004, conspiró con terceros para operar dos clínicas de infusión del VIH en Miami pertenecientes a y controladas por Carlos y Luis Benítez y cuya única finalidad real era cometer fraude contra Medicare.

Antes de agosto de 2002, Harris justificó que no tenía experiencia previa con terapias de infusión para pacientes con VIH. Asimismo, admitió haber conspirado con terceros para pagar comisiones ilícitas a beneficiarios de Medicare atendidos en las mencionadas clínicas. Harris reconoció que, durante su empleo con esas entidades de salud, aprobó facturas médicas fraudulentas por un valor aproximado de 26.2 millones de dólares, firmó documentos que contenían información falsa sobre tratamientos supuestamente brindados a pacientes con VIH y aprobó tratamientos médicos innecesarios. Como resultado del fraude, el programa Medicare pagó aproximadamente 17.5 millones de dólares en facturas.

En un audiencia, el Juez Federal de Distrito Federico Moreno, del Distrito Sur de Florida, ordenó que también cumpliera tres años de libertad bajo supervisión, una vez liberada de la prisión, y pagara 8,289,286 dólares en restitución, además de cumplir con su sentencia en prisión, por su papel en el ardid de infusión para el VIH.

También Rodríguez se declaró culpable el 26 de agosto de 2008 a cargos de conspiración para cometer fraude de atención médica y realización de declaraciones falsas a un gran jurado federal. Ella admitió que operaba y actuaba como administradora de la clínica del Saint Jude Rehab Center para los propietarios era dos de los famosos cubanos defraudadores habituales Carlos y Luis Benítez.

Reconoció, que ese centro funcionaba con la única finalidad de cometer fraude contra Medicare. Rodríguez reconoció que ella y sus co conspiradores pagaron a beneficiarios de Medicare comisiones ilícitas de 100 a 150 dólares para inducirlos a visitar la clínica. Entre junio de 2003 y noviembre de 2003, Rodríguez admitió que el Saint Jude presentó reclamos por un total de aproximadamente 11.3 millones de dólares al programa Medicare por medicación innecesaria para el VIH. Medicare pagó al Saint Jude aproximadamente 8.2 millones de dólares por estos reclamos fraudulentos. Finalmente, Rodríguez admitió que brindó falso testimonio en el tribunal el 14 de junio de 2004, cuando declaró bajo juramento que no tenía conocimiento del pago de comisiones ilícitas a beneficiarios de Medicare en la citada instalación.

Los referidos Carlos Benítez, Luis Benítez y Thomas McKenzie fueron acusados separadamente de fraude de atención médica y delitos de lavado de dinero en una acusación formal revelada el 11 de junio de 2008. De acuerdo con la acusación formal separada, se alega que estos co conspiradores proporcionaron el dinero y el personal necesario para abrir las clínicas de VIH, los pacientes de Medicare por los que las clínicas facturarían al programa Medicare y transporte para los pacientes con VIH que visitaban las clínicas. De acuerdo con la acusación formal, Carlos y Luis Benítez eran los verdaderos propietarios de las clínicas. Los hermanos Benítez y McKenzie fueron acusados por sus papeles en las clínicas y otras ocho clínicas de infusión para el VIH.

El 18 de septiembre de 2008, McKenzie se declaró culpable de un cargo de conspiración para cometer fraude de atención médica y un cargo de presentación de reclamos falsos al programa Medicare, y admitió su papel en un ardid de fraude de infusión para el VIH de 119 millones de dólares. Los hermanos Benítez permanecen fugitivos, así como Enrique González, el codemandado de Harris.

Los casos fueron investigados por el Buró Federal de Investigaciones y la Oficina del Inspector General del Departamento de Salud y Servicios Humanos. Las demandas fueron entabladas como parte de la Fuerza de Ataque al Fraude contra Medicare, supervisada por el Jefe Adjunto Kirk Ogrosky de la Sección de Fraude de la División Criminal y el Fiscal Federal Acosta del Distrito Sur de Florida. Desde la creación de la MFSF en 2007, fiscales federales han emitido acusaciones formales en 104 casos con 184 demandados, tanto en Los Ángeles como en Miami. En conjunto, estos demandados facturaron fraudulentamente al programa Medicare más de 500 millones de dólares.

¿Es usted un profesional de la salud acusado de cometer fraude contra Medicare o Medicaid, o sospecha que está siendo investigado? ¿Es usted beneficiario de Medicare o Medicaid y ha sido acusado de recibir pagos fraudulentos? Estos delitos son, por lo general, investigadas por la oficina del auditor general del estado de la Florida, en los en casos de fraude contra Medicaid, y por el FBI en los casos de fraude contra Medicare.

Las recomendaciones para los delincuentes, por parte de abogados dedicados a defenderlos, es en caso de visita por un inspector, investigador o agente del FBI para hablar sobre su negocio o sus prácticas, debe saber que tiene el derecho de hablar con un abogado antes de hablar con ellos. Decirles esto y luego consultar con un abogado antes de hablar sobre cualquier aspecto relacionado con sus prácticas comerciales. Cuando le preguntan, ya Ud. está bajo sospecha documentada, lo hacen para verificar lo que conocen y colocarlos en perjurio, lo cual es una agravante.

Este tipo de delito es considerado grave y la condena puede ser elevada en cárcel y el pago de altas multas, una combinación de ambas penalidades y que el caso sea llevado tanto en tribunales estatales como federales. A los proveedores médicos condenados por fraude, se les puede suspender su licencia para operar su negocio y profesión.

Los profesionales de la salud típicamente acusados de fraude contra Medicaid o Medicare incluyen servicios de facturación, clínicas, dentistas, médicos, fisioterapeutas y otros proveedores de atención médica. Las acciones que pueden ser interpretadas como intencionadas para defraudar a la Agencia de la Florida para la Administración del Cuidado de la Salud, incluyen: Facturación fantasma; simular la prestación de un servicio más costoso; sobrefacturación de lo actuado; facturación por servicios o pruebas que no fueron necesarios.

Los beneficiarios, también pueden ser acusados de fraude, como resultado de obtener medicamentos recetados en ese programa para después revenderlos o conspirar para hacerlo. Además, un cargo de fraude puede ser presentado en contra de cualquier individuo, que supuestamente haya hecho declaraciones falsas para obtener bienes o servicios de esos sistemas.

​Este tipo de fraude, al que a menudo se hace referencia como un “delito de cuello blanco”, se trata con severidad en la Florida. Todos los delitos se consideran delitos graves, pero la clasificación depende de la cantidad de dinero que supuestamente esté involucrado en el fraude. En el nivel menos serio, con menos de $10,000 defraudados, podría significar un delito grave de tercer grado y hasta cinco años de cárcel. 

Si la cantidad de dinero involucrada en el supuesto fraude está entre $10,000 y $50,000, la ofensa es un delito grave de segundo grado, por lo que el tiempo en cárcel podría ser de hasta diez años. Los fraudes de más de $50,000 podrían equivaler a un delito grave de primer grado y hasta 30 años de cárcel. Se pueden imponer multas equivalentes a un múltiplo de cinco veces la cantidad defraudada. Esto es en teoría, se registran casos de fraudes millonarios y las sentencias han sido leves, en ese mundo sórdido, hasta la justicia falla.

(*) Escritor y profesor universitario. Es el autor, entre otros, del libro “Bajo las alas del Cóndor”, “La Operación Cóndor contra Cuba” y “Demócratas en la Casa Blanca y el terrorismo contra Cuba”. Es colaborador de Cubadebate y Resumen Latinoamericano.

Foto de portada: Getty Images

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